Los ‘mini ejércitos’ de Europa, la muestra de las dificultades para el reclutamiento militar
En España, el Ministerio de Defensa ya ha advertido de los problemas para encontrar nuevos miembros.
Europa está viendo en primera fila una de las peores guerras desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La invasión rusa ordenada por Vladimir Putin y las ayudas occidentales a Ucrania han hecho que muchos países del viejo continente apuesten por ‘mini-ejércitos’ para hacer frente a la posible falta de militares.
Según ha publicado El Confidencial, los ejércitos europeos también han reducido su tamaño, por la decisión de muchos de los países del continente de eliminar el servicio militar obligatorio y el denominado ejército de masas ahora ha sido sustituido por uno más profesional, más preparado y eficaz.
Es por ello que, según ha podido saber este domingo Europa Press, el Ministerio de Defensa ya cuenta con un documento en el que alerta de las dificultades que pueden encontrar las Fuerzas Armadas en la próxima década para el reclutamiento de nuevos militares, así como para su retención debido a la competencia con el mercado laboral civil.
Así lo incluye el informe ‘Entorno Operativo 2035’, redactado por el CESEDEN y prologado por el propio Jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro López Calderón. Este documento se encarga de analizar el contexto en el que deberán desenvolverse las Fuerzas Armadas en el año 2035 y los cambios que tendrán que acometer para estar preparadas para ese nuevo escenario.
Uno de los focos lo pone en el personal, que considera que seguirá siendo prioritario para los Ejércitos pese a los desarrollos tecnológicos, y reclama tomar medidas para evitar problemas de reclutamiento y de retención. El documento atribuye esta alerta a dos causas: el acusado declive demográfico y la evolución sociológica de la sociedad española.
“Ampliación y mejora”
Una de las soluciones que propone es “la ampliación y mejora” de las posibilidades de vinculación temporal con las Fuerzas Armadas, coordinando una mejora del actual modelo de reservistas voluntarios con la externalización de servicios que puedan ser asumidos por civiles.
Según asume, la competición en el mercado laboral por el recurso de personal será difícil, por lo que uno de los mayores retos en el futuro será “captar y retener personal cada vez más analítico y técnico, con altas capacidades”.
Para poder competir en el este campo con el mercado civil, avisa de que será determinante una mejora de las condiciones socioeconómicas de los militares, ofrecer una formación de calidad, la conciliación de la vida familiar y su calidad de vida.
Optimizar el número de los militares
También pone sobre la mesa la necesidad de “optimizar el número y la distribución de los efectivos militares” para lograr una distribución “equilibrada y flexible” en las distintas especialidades y tareas necesarias en el futuro.
De hecho, indica que frente a la tendencia tradicional hacia el “generalismo”, el futuro exigirá una “diversificación y especialización” de los perfiles de carrera de los militares, haciendo una gestión del talento conforme a sus competencias.
Además, alerta de la necesidad de reforzar la contrainteligencia en las Fuerzas Armadas, ya que los militares son objetivo prioritario de labores de desinformación y captación “por elementos hostiles”, con más intensidad que el ciudadano medio.