Los malabarismos del PP para defender estrategias contrarias frente al coronavirus
El plan de Díaz Ayuso, que difiere del de Núñez Feijóo y otros barones, condiciona la oposición de Pablo Casado al Gobierno.
Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo tienen formas opuestas de gestionar la pandemia. Y eso condiciona la oposición que hace Pablo Casado al Gobierno, porque si cada barón reclama al Gobierno una cosa y la contraria, el líder del PP pierde munición para atacar a Pedro Sánchez.
El presidente gallego lanzó un recado a la presidenta madrileña. Él no se sentiría responsable, dijo, tomando las medidas de la Comunidad de Madrid, donde las restricciones para frenar el coronavirus, lejos de endurecerse como ocurre en Galicia, se están relajando para no asfixiar la economía.
Y Díaz Ayuso ha salido este martes corriendo a elogiar a su colega gallego para evitar que la bola de nieve siguiera creciendo: “No he hablado hasta hoy [por este martes], por lo que no ha podido haber enfrentamiento con el presidente de Galicia, porque no he hecho absolutamente nada. Yo respeto las declaraciones del presidente”.
Esa guerra de presidentes con medidas contrapuestas afecta a la credibilidad de los mensajes del PP y compromete también al presidente del partido. La figura de Casado está muy unida a la presidenta de la Comunidad de Madrid, por lo que todo exceso de Díaz Ayuso con sus homólogos populares puede mover las aguas en Génova 13.
La realidad es que los barones del PP que gobiernan en Galicia, Castilla y León, Murcia y Andalucía no respaldan ni con sus decisiones ni con sus palabras la apuesta de Díaz Ayuso por mantener abiertos los comercios y la hostelería durante la pandemia.
Y es que esa es la clave del asunto, la hostelería. A ella se ha agarrado la presidenta madrileña para polemizar con Sanidad, consciente de que ser su abanderada le granjea apoyos en el sector no solo en Madrid, sino en casi todas las regiones de España. Es más, Díaz Ayuso fue retada por la ultraderecha de Vox a negociar los presupuestos autonómicos en un bar pasadas las 21.00, justo cuando estos establecimientos tienen que cerrar.
Las fuentes del PP consultadas intentan quitar hierro al asunto como pueden. Y no creen que esas dos formas de gestionar la tercera ola resten credibilidad al líder del partido para hacer oposición a Sánchez. Además, dejan caer que los mensajes lanzados por Ayuso y Feijóo en las últimas horas han contado con el visto bueno de Casado.
“No creo que Isabel [Díaz Ayuso] tome decisiones sin antes hacérselo saber a Casado. También Alberto [Núñez Feijóo]. Me consta que se reúnen también periódicamente. Las decisiones de calado son informadas previamente al jefe. No creo que le coja de sorpresa que Isabel esto y Alberto lo otro”, cuenta una fuente popular próxima al presidente de la Xunta de Galicia.
La sensación en el PP es que tanto Ayuso como Feijóo son dos “versos sueltos” en el partido, que opinan lo que quieren cuando más les conviene políticamente. Y que, en este caso, opinan diferente sobre la forma de gestionar sus territorios en plena crisis económica y sanitaria, como ocurre entre los españoles.
“Feijóo siempre dice lo que considera y lo que es más eficaz en cada momento. Es verdad que hay mucha gente contenta con Ayuso entre el sector hostelero. Pero también es cierto que hay científicos que dicen que un foco de contagio importante son las reuniones y las concentraciones. Entonces, es una mezcla. Se trata de un pulso entre la salida que mira a la economía, para hacerle el menor daño posible, y la de ser muy restrictivo para tener la conciencia tranquila de que es imposible o muy difícil que se produzcan contagios en la hostelería”, sintetiza la fuente popular cercana a Feijóo.
Lo cierto es que el presidente gallego quiere incluso confinar en sus domicilios a los ciudadanos de los concellos más afectados por la covid-19. Pero la realidad es que el actual estado de alarma lo impide, porque no es paraguas suficiente para hacerlo al estar en juego un derecho fundamental. Haría falta un retoque en el real decreto que el Gobierno no está por la labor de hacer, algo en lo que el Ejecutivo de Sánchez coincide con la presidenta madrileña. Y esa aparente contradicción para Casado, según los populares, no afecta al mensaje del PP en la oposición.
“Casado no enfrenta ningún tipo de gestión. Él no es presidente de ninguna comunidad autónoma. Cada región es diferente. No es lo mismo la masificación de Madrid que la distribución de población de una comunidad como Galicia. En lo que sí va a estar Casado es en la gestión, en la transparencia, en los buenos resultados… No pienso que si eres del PP tienes que hacer lo mismo en cada autonomía y más en un escenario como en una pandemia. No veo que haya problemas para Casado ni para ningún presidente de Comunidad Autónoma”, explica un cargo popular en el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
En el PP se agarran a que el líder del PP no debe entrar en peleas con Sánchez en nombre de sus comunidades. “Casado no tiene que atacar eso. Su trabajo al frente de la oposición no es luchar por las comunidades autónomas. Tiene que pedir que se gestionen bien las vacunas, que se gestionen bien los fondos europeos. Lo que tiene que hacer es defender la gestión del PP en cada territorio, porque no es lo mismo que una comunidad sea de servicios, como Madrid, que de otro tipo, como Galicia. A él esto no le mete en ningún brete”, cuenta esta fuente a las órdenes de Ayuso en la Puerta del Sol.
Su colega gallego en el partido comparte análisis: “A estas alturas de la película todos los barones están muy marcados por su propia forma de actuar y pensar. Ese verso suelto que es Alberto [Núñez Feijóo] forma parte de su esencia política, pero también Isabel Díaz Ayuso es una persona sin pelos en la lengua. Eso es una parte del éxito de los dos y no afecta tanto a Pablo Casado. Lo que sí genera es la imagen de que en el PP hay autoridad fuerte”.
El popular próximo a Núñez Feijóo zanja: “Isabel Díaz Ayuso fue un espejo positivo para una parte de la población que quería más relajación e ir abriendo sectores que generaban muchos puestos de trabajo. También Alberto Núñez Feijóo ha sido bastante considerado por ser una persona ecuánime y coherente en sus acciones. La verdad es que no me llega ese pulso en el partido. Nadie me ha hablado de esto entre bambalinas”.