Los judíos ultraortodoxos lanzan el "Día de la ira" contra su reclutamiento militar en Israel
Tras un fallo del Supremo, los haredim también tendrán que hacer la mili, cuando hasta ahora se salvaban con la excusa de estudiar las escrituras. Y el cambio no les ha gustado nada.
Cientos de judíos ultraortodoxos cortaron hoy las calles de Jerusalén en protesta por la aplicación de la ley de reclutamiento militar, obligatorio ahora para todos los ciudadanos israelíes, y la reciente detención de objetores de conciencia de su comunidad.
"No queremos que cambien la ley, queremos seguir estudiando la Torá, como hacemos desde hace miles de años, y que nuestro Gobierno nos deje vivir en paz. Por primera vez, han detenido hasta a diez de nuestros chicos", declaró a Efe el rabino David Ziherman, que participó en la manifestación junto a la estación de autobuses central.
Desde hace una semana, grupos de haredim, ultraortodoxos judíos, se manifiestan en diferentes puntos de la ciudad y se han producido enfrentamientos con la policía, que aumentaron el cuarto día, cuando arrestaron a otros dos estudiantes de yeshivá (casa de estudio religioso judía) que se negaron a cumplir la orden de reclutamiento militar.
El grupo de ultraderecha religiosa autodenominado Facción de Jerusalén, organizador de las protestas, declaró hoy el llamado "Día de la ira" y durante toda la jornada se han sucedido concurridas manifestaciones y cortes de tráfico.
"Ha habido un aumento muy significativo en la severidad de las medidas tomadas contra nosotros, y responderemos del mismo modo", escribió un representante de este grupo en la página web en hebreo de Kikar Shabat (Plaza de Shabat), alineada con la ultraortodoxia.
Durante la tarde hubo un total de 60 detenidos, según comunicó el portavoz policial Micky Ronsenfeld.
La policía ha desalojado en volandas a decenas de hombres que, sentados en la carretera, bloquearon el tráfico, provocando la suspensión temporal del servicio de tranvía y dejando decenas de autobuses vacíos y sin conductor parados en las calles ante la imposibilidad de moverse, según pudo comprobar Efe.
A principios de año el Tribunal Supremo rechazó una ley que eximía del servicio militar a los hombres ultraortodoxos inmersos en sus estudios religiosos argumentando que era una medida discriminatoria. El tribunal dejó en suspenso su decisión por un año para dar tiempo a una nueva redacción de la ley.
Los ultraortodoxos, que representan un 10% de la población, se niegan a servir por diferentes motivos; los más radicales creen que un Estado judío no debería existir antes de la llegada del mesías y que por lo tanto no les afectan las leyes del país.
Otros argumentan que el estudio de los textos sagrados es tan importante para el país como el servicio militar, y otros más quieren evitar el encuentro de jóvenes soldados ultraortodoxos con comportamientos antirreligiosos.