Los hombres hetero deberían aprender de las lesbianas para provocar mejores orgasmos
Atención a un dato curioso: las lesbianas tienen orgasmos. Muchos orgasmos.
Estudio tras estudio, ha quedado demostrado que las mujeres que tienen relaciones homosexuales tienen más orgasmos que las demás mujeres. En una encuesta realizada a 55.000 mujeres se descubrió que aunque el 86% de las lesbianas tienen orgasmos siempre o casi siempre cuando practican sexo, entre mujeres bisexuales el porcentaje se reduce al 66% y, entre mujeres heterosexuales, al 65%.
Es importante destacar que el orgasmo no es el objetivo de todas las personas que practican sexo y no pasa nada. Algunas personas son asexuales, otras son anorgásmicas y a otras no les preocupa demasiado tener o no tener orgasmos. Disfrutan de otros aspectos de la experiencia sexual y eso siempre es estupendo.
Para algunas personas, en cambio, llegar al orgasmo es importante. Entonces, ¿por qué no siguen el ejemplo de las lesbianas? Hay que solucionar algunos problemas antes.
El orgasmo masculino se ve como el momento más importante de la relación sexual
Prácticamente todas las escenas de sexo heterosexuales terminan cuando el hombre llega al orgasmo, y este se muestra como un final apoteósico, pero ¿qué pasa si la mujer no ha terminado todavía?
Demasiado a menudo se espera que la mujer que llega al orgasmo antes que el hombre siga hasta que termine este, ya sea por penetración, por masturbación o por felación, pero si termina primero el hombre...
Hay hombres comprensivos que se preocupan por el orgasmo femenino, que están dispuestos a bajar ahí abajo, a utilizar un vibrador o a lo que necesite ella para correrse. Sin embargo, es más frecuente que consideren que el sexo termina cuando han eyaculado ellos, y eso es un problema importante.
En el sexo entre lesbianas, el orgasmo no es el objetivo final. De hecho, podrían darse placer la una a la otra, una y otra vez, para que ambas disfruten por igual, hasta la saciedad. Vale que es algo extenuante, pero también fascinante y todo el mundo recibe su parte.
Se presta demasiada atención a la penetración
Cuando una persona habla de sexo, a menudo se refiere solo al sexo penetrativo. Cuando el orgasmo masculino se concibe como la apoteosis, el sexo por penetración se convierte en el verdadero acto sexual. Actos como el sexo oral o masturbar a la mujer con los dedos o con juguetes sexuales quedan relegados al plano de los preliminares o son considerados como un simple jugueteo. Incluso el prefijo pre- o lo de jugueteo implica que son una minucia en comparación con el sexo de verdad.
Solo un cuarto de las mujeres son capaces de llegar al orgasmo a través de la penetración. Entonces, ¿por qué se considera la parte más importante? Se pasa muy poco tiempo probando otros tipos de sexo, justamente los tipos de sexo que necesitan las mujeres para llegar al orgasmo.
Entretanto, para las lesbianas, el sexo oral y la masturbación con los dedos o con juguetes suelen ser los cimientos de su vida sexual. Y, sorpresa, alcanzan un mayor placer. Reciben estimulación en el clítoris, que es lo que más necesitan las mujeres para llegar al orgasmo.
Son prácticas sexuales que también están disponibles para las mujeres hetero, así que no hay ningún motivo para no darles lo que necesitan.
Muchas mujeres no se sienten empoderadas para pedir lo que quieren y necesitan
Muchas mujeres han fingido alguna vez que estaban disfrutando del sexo cuando no era el caso simplemente porque no querían armar un escándalo. A las mujeres se les enseña culturalmente que no pidan lo que necesitan, que eviten ser una "molestia" o una "carga". Se les enseña, desde que nacen, que su placer sexual no es tan importante como el del hombre. De hecho, hay mujeres que creen que el sexo no está para darles placer a ellas, que es algo que deben proporcionar ellas a sus parejas.
Aunque sepas qué es lo que te gusta y aunque estés con una persona muy comprensiva, como mujer quizá sigues pensando que es más importante proteger el ego o los sentimientos de tu pareja que defender tu derecho al orgasmo.
En el sexo entre lesbianas, ambas parten desde un mismo nivel. Además de contar con la ventaja de jugar en casa, dado que conocen el terreno a la perfección, ambas están igual de interesadas en el orgasmo y el placer de la otra. No hay que estudiar astrofísica, solo consiste en estimular. Lo que pasa es que a las mujeres heterosexuales no siempre se les anima a pedir lo que desean.
Esto no hace más que empeorar por el hecho de que el orgasmo femenino muchas veces se considera algo "misterioso" o "esquivo" pese a que no lo es: las estadísticas del sexo lésbico lo demuestran. Pese a esto, algunas personas tiran la toalla cuando buscan provocar el orgasmo femenino, ya que consideran que es como intentar capturar un unicornio. El tiempo que se tarda en llegar al orgasmo o la dificultad de provocarlo varía de una persona a otra, no según el sexo. Con la cantidad de felaciones y masturbaciones interminables que han tenido que hacer las mujeres, está claro que se merecen el mismo esfuerzo por sus orgasmos.
Sí que es posible entrar en una espiral de fingimiento
Si nunca has entrado en una espiral de fingimiento de orgasmos, seguro que conoces a alguna mujer que sí. Finges el primero porque el sexo te está resultando incómodo o malo, pero quieres que tu pareja se sienta bien o simplemente quieres ser educada. Pero, desde ese momento, ya hay una expectativa creada, de modo que lo tienes que repetir la siguiente vez, y luego la siguiente a esa. Cuanto más se alargue la espiral, más incómodo será cuando dejes de fingir.
De este modo, no llegas al orgasmo, tu pareja piensa que sabe hacerte llegar (aunque no tenga ni idea) y salís perdiendo los dos. No es ninguna sorpresa que las mujeres heterosexuales tengan un porcentaje menor de orgasmos que las lesbianas cuando te paras a pensar en las espirales de fingimiento en las que muchas se quedan atrapadas.
Las lesbianas están disfrutando de muchos orgasmos, y es una noticia estupenda, pero no hay motivo para que las mujeres heterosexuales o bisexuales no puedan disfrutar de igual modo.
Si tu pareja se interesa por tu placer y tú te sientes lo suficientemente abierta como para ser sincera con tus necesidades, es tu oportunidad. Hacen falta más conversaciones sinceras y poner más énfasis en otras actividades sexuales que no sean solo la penetración. Hay que parecerse más a las lesbianas.
Es hora de cambiar la forma de pensar. No son "juegos preliminares". Se trata de prácticas necesarias y el orgasmo de la mujer depende de esa necesidad.
Este artículo fue publicado originalmente en Bellesa.co, apareció posteriormente en el 'HuffPost' Canadá y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.