Los Guindazos del ministro al que el Gobierno se le quedaba corto
Guindos abandonará su cartera de Economía para ser vicepresidente del BCE.
Se han cumplido los pronósticos que manejaban en el palacio de la Moncloa y tras la retirada de su rival irlandés, Luis de Guindos (Madrid, 1960) dejará "en los próximos días", como él mismo ha explicado, su despacho del Ministerio de Economía en el madrileño paseo de la Castellana. Se mudará a Frankfurt (Alemania), donde se encuentra el Banco Central Europeo, para ejercer como vicepresidente de la institución, un cargo con un sueldo bastante más generoso.
El todavía titular de Economía, que siempre aspiró a ascender a vicepresidente económico del Gobierno, como lo fueron antes Pedro Solbes, Elena Salgado y Rodrigo Rato, no ha dejado indiferente a nadie en su paso por el Ministerio. Fue el encargado de solicitar el rescate a la Unión Europea y el responsable de sanear el sistema financiero.
Guindos consideraba que su papel en el Gobierno había terminado, pese a lo que permaneció en el Ejecutivo esta segunda legislatura tras la insistencia de Mariano Rajoy, y publicó sus memorias en el libro España amenazada (Península, 2016). Ahora se marcha a las instituciones europeas, aunque más tarde de lo previsto, ya que su intención inicial pasaba por convertirse en presidente del Eurogrupo, una batalla a la que renunció.
En El HuffPost hemos recopilado algunos de los grandes momentos de Guindos como máximo responsable de la economía española:
1. Un verso suelto que se olvida del argumentario del partido
Guindos marcó un discurso propio desde el principio, que no se atenía a menudo al argumentario de Génova, 13. A diferencia de sus compañeros de escaños, que aludían a la herencia recibida, el ministro reconoció en el intercambio de carteras la labor de su antecesora Elena Salgado en un momento de dificultad económica. "Le ha tocado bailar con el más feo y ahora nos toca al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al ministro de Energía y Turismo, José Manuel Soria y a mí", aseguró Guindos.
2. Pedir un rescate sin aceptar que es un rescate
Al igual que Zapatero tardó en utilizar la palabra crisis, el Gobierno de Rajoy intentó eludir la palabra rescate, alegando que los 100.000 millones de euros habilitados por el Eurogrupo eran en realidad un "préstamo en condiciones muy ventajosas".
El encargado de dar la cara ante los medios fue Guindos, que compareció el sábado 9 de junio de 2012 con su frase estrella: "Lo que se pide es apoyo financiero. Esto no tiene que ver con un rescate".
La rueda de prensa funcionó tan mal que al día siguiente, domingo 10, Rajoy se vio obligado a comparecer ante los españoles. El presidente había recibido numerosas críticas por delegar en un ministro una cuestión tan relevante para España. Al igual que su pupilo, Rajoy rechazó hablar de rescate, a pesar de que en toda Europa lo llamaron así.
3. Lleva un tupper de croquetas al Eurogrupo
En octubre de 2013, el ministro dejaba una curiosa imagen a la entrada de la reunión del Eurogrupo celebrada en Luxemburgo. Además de su cartera, Guindos portaba un tupper de croquetas, preparadas en la casa del entonces embajador, Arturo Avello Díez del Corral, para picar algo entre ambas reuniones.
4. Se pelea verbalmente con su antiguo jefe, Rodrigo Rato, al que no nombra
Guindos celebró su 58 cumpleaños el pasado 16 de enero con una comparecencia en el Congreso en la que cuestionó la versión ofrecida por su antiguo jefe y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, días antes en la misma comisión. Resultó curioso que el ministro evitara en todo momento pronunciar el nombre de Rato en la comparecencia, que duró varias horas. "Al anterior presidente de Bankia yo no le pido que dimita, dimite él porque veía todo lo que se venía encima", señaló.
5. Defiende la solvencia de Banco Popular... al que intervienen a las pocas semanas
El ministro afirmó el 19 de abril que el Banco Popular era una entidad solvente. "Lo que me dice el Banco de España es que (Popular) es un banco solvente, que no tiene problemas de liquidez. Eso me dicen: ni problemas de solvencia, ni problemas de liquidez", señaló.
Quizá no se esperaba que el 7 de junio, el banco fuera intervenido por las autoridades europeas y vendido al Santander por el simbólico precio de un euro.
A pesar de estos momentos curiosos, Guindos será recordado por ser el ministro que cogió la economía maltrecha y la devolvió a la senda del crecimiento. España ha encadenado tres años de incrementos del PIB por encima del 3%. También logró el saneamiento del sistema financiero español, con una reforma bancaria mediante dos decretos que son conocidos en el sector por su nombre: Guindos I y Guindos II.
Asimismo, en el haber de Guindos está ser uno de los ministros que más comparecencias ha realizado ante los diputados en el Congreso. Además, y a diferencia de otros miembros del Gabinete, ha atendido con regularidad a los periodistas, aunque tenga una opinión un tanto particular de la profesión.