Agredidos por cerrar su bar a la hora establecida: "Pensamos que podíamos perder a la niña"

Agredidos por cerrar su bar a la hora establecida: "Pensamos que podíamos perder a la niña"

Un grupo de personas mandaron al hospital a los gerentes de un local por no querer servirles. Ella está embarazada de siete meses.

Tres de los amigos de los hosteleros que se encontraban en el local durante el enfrentamientoANTÓN PARADA / EL HUFFPOST

El ambiente que reina en el interior del bar La Leche, un local de O Milladoiro -en Ames, a tiro de piedra de la capital gallega de Santiago de Compostela-, es de esos con sabor familiar, cercano y agradable. De esos en los que parece que ya has estado mil veces echando un billar con unas cañas. Sorprende, de entrada, lo que brilla la puerta, pero no es de extrañar. Tan solo hace unas horas que han tenido que cambiarla.

Allí, un grupo de personas agredieron a los gerentes del local por no servirles después de las 21.00, la hora establecida en Galicia para el cierre de la hostelería. Tuvieron que acudir a Urgencias: él con un golpe en la cabeza y ella después de que la tiraran al suelo estando embarazada de siete meses.

Todo se hubiera quedado en una pelea más si una vecina no hubiera grabado parte del enfrentamiento. Un vídeo que está teniendo gran eco y repercusión mediática después de que fuese publicado en la cuenta de Twitter @soycamarero.

Detrás de la barra -y de la mascarilla- sonríe la responsable del local, que al igual que su pareja y el resto de agredidos, prefiere no revelar su identidad por temor a ser bombardeados o acosados en las redes sociales. Le cambia la mirada al recordar lo sucedido este sábado, cuando estaban cerrando y haciendo las cuentas. “Nunca nos había pasado algo así”, relata, comentando que los agresores -cinco hombres y una mujer- habían estado cerca de hora y media antes en el bar.

“Vinieron de repente, fue una locura total”, explica la dueña, mientras una amiga que presenció el ataque se lamenta: “Y si nosotros no hubiéramos estado aquí...”. Y, a la vez, muestra los cortes en el brazo que le provocaron los cristales cuando reventaron la puerta que sujetaba para que no entrasen los atacantes. De hecho, estaban allí a esa hora esperando a la pareja para cenar juntos. Este viernes también se quedan, por si vuelven.

“Mira ya está cerrado, perdona, no podemos atenderles”, esa fue la frase que incomodó a uno de los agresores que, según cuentan los testigos, acto seguido se lanzó a por el gerente del bar La Leche. “Vinieron directos a por ellos”, dice la amiga, entre gritos de ”¡yo quiero mi bebida!” y el comentario de una chica de “la vamos a liar bien fea”. Lo siguiente fueron puñetazos y golpes al dueño que sólo deja sus labores en el bar un momento para enseñar los puntos que tuvieron que darle en la cabeza.

Me preocupa más la salud mía y la de él, lo demás son cosas materiales que se pueden recuperar
La gerente del bar La Leche

Luego comenzaron a coger sillas del exterior y a destrozar todo lo que pudieron. Dice que los daños materiales dan igual. “Me preocupa más la salud mía y la de él, lo demás son cosas materiales que se pueden recuperar”, adelanta la responsable del bar, pues la empujaron y acabó cayendo al suelo, estando embarazada. “Temimos mucho”, reconoce angustiada diciendo que su pareja “lloró en el hospital y llegamos a pensar que podíamos perder a la niña”.

“Además es que tienen un supermercado aquí al lado y si querían comprar bebida hasta podían ir al 24 horas”, anota otro de los compañeros agredidos, que sospecha que los atacantes podían ir “drogados”. La gerente también agradece el apoyo de la vecina que grabó la agresión y que le mostró su apoyo, esperando que puedan identificarles: “Le doy las gracias, de verdad, fue de gran ayuda”.

Al día siguiente hay que trabajar igual, hay que hacer dinero
La responsable del local que fue agredida

“Al día siguiente hay que trabajar igual, hay que hacer dinero”, afirma resignada, señalando que, obviamente, tiene dolores, pero que ya han salido de tiempos malos y que por la pandemia “viene poca gente”: “El aforo me limita... ahora sobrevivo”.

Los presentes también muestran su indignación ante algunos comentarios recibidos, que acusan al bar de ser un sitio conflictivo. “Este es un bar con una clientela habitual y normal, nos conocemos todos”, comenta otro de los amigos que ayudó intentando que los atacantes no entrasen.

La gente está molesta, está estresada por los horarios, quieren seguir la fiesta
La mujer agredida por no querer servir bebidas tras cerrar el local

“La gente está molesta, está estresada por los horarios, quieren seguir la fiesta”, reconoce la responsable del bar, puntualizando también que no cree que esta agresión esté motivada solo por ello.

Los gerentes de La Leche ya habían cogido este conocido bar en O Milladoiro hace cerca de dos años con ese nombre. Ahora ella responde riendo a los chistes sobre el nombre del bar, la pelea y las leches y asegura que prefiere el enfoque de que el local “es la leche” de bueno.

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Antón Parada es redactor de actualidad en El HuffPost. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Antes de llegar aquí trabajó cinco años en La Voz de Galicia y pasó por los micrófonos de Radio Voz.

Puedes contactar con él escribiendo a: anton.parada@huffpost.es