Los deportistas, otra vez al límite por Tokio 2021: "Con que uno no esté vacunado se puede liar"
Los españoles clasificados para los Juegos aún confían en que se disputen este verano pese a los rumores, pero se los imaginan entre cuarentenas y muchas dudas.
Un año después, reaparecen los mismos fantasmas. El coronavirus se llevó por delante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, aplazados a 2021, y podría hacer lo mismo esta vez, ya definitivamente. La palabra ‘suspensión’ no es nueva, lleva tiempo encima de la mesa, pero una información de The Times ha activado todas las alertas.
Según un portavoz del Gobierno japonés, la decisión ya estaría tomada: “Nadie quiere ser el primero en decirlo, pero el consenso es muy difícil. No creo que se vayan a celebrar”. El mismo representante afirma al diario británico que el objetivo sería reubicarlos en 2032, ya que las sedes de 2024 (París) y 2028 (Los Ángeles) son inamovibles.
La versión oficial es justo la inversa. Los Juegos Olímpicos (previstos del 23 de julio al 8 de agosto) y Paralímpicos (24 de agosto-5 de septiembre) siguen conforme a lo previsto. “No estamos especulando sobre si los Juegos se llevarán a cabo. Estamos trabajando en cómo se llevarán a cabo los Juegos”, declaró Thomas Bach, presidente del COI, este miércoles en un comunicado del máximo organismo deportivo.
En ese escenario de incertidumbre los atletas intentan vivir y entrenar en sus propias burbujas, sin querer hacer caso al “ruido extremo” que les rodea. Pero, ¿se puede preparar un deportista para los Juegos sin la certeza de que vaya a haber Juegos? Dicen que sí; lo cierto es que tampoco tienen muchas más opciones.
“Nosotros no podemos dejar de entrenar haya Juegos o no, nuestro trabajo es entrenar y competir cuando se pueda. Somos profesionales y tenemos que justificar el dinero que recibimos de patrocinadores, becas...”, confiesa Liliana Fernández Steiner, jugadora del equipo de voley playa que forma junto a Elsa Baquerizo.
Ambas, tres veces medallistas en Europeos, solo piensan en Tokio y prefieren no meterse en lo que hablen “las altas esferas”: “Lo que se plantee allí, allí se queda (risas). Hoy no se sabe nada, pensar que el COI y el COE ya habrían aceptado una suspensión y no nos hayan avisado es absurdo”.
Demasiados rumores y pocas certezas vislumbra en estos momentos el piragüista Francisco Cubelos, doble subcampeón mundial, oro en los Europeos de 2017 y diploma en Londres 2012. “A nivel mental es mejor no hacer demasiado caso al ruido constante. Todo te salpica, pero creo que hago bien si solo sigo fuentes oficiales y estas nos han dicho que habrá JJOO”. El último mensaje, en forma de misiva. “Alejandro Blanco, presidente del COE, nos mandó una carta a los deportistas diciéndonos que ‘no nos despistemos’, que los Juegos siguen”.
“La incertidumbre va a existir hasta el momento de la inauguración... si la hay”, manifiesta Támara Echegoyen, campeona olímpica en vela en Londres 2012 y actual campeona del mundo junto a su compañera Paula Barceló, ahora en categoría 49er FX. Para ella, lo peor a nivel mental ya pasó: “La parte más dura fue el año pasado, cuando todos nos dimos cuenta de la gravedad de la situación. Con el aplazamiento de los JJOO tocó cambiar el chip. Estamos acostumbradas a manejar plan b, plan c... No hay otra opción si quieres estar preparada”.
El deporte pide más tiempo
Hay tiempo para tomar la decisión que exija la pandemia, defienden todos los atletas. No quieren que ocurra lo que en 2020, cuando la primera ola de la pandemia llevó a aplazar el evento a finales de marzo. “Lo más sensato para mí es que todos pensemos que sí habrá. Es más fácil que la máquina siga rodando y si un mes antes la pandemia no lo permite, ok, se cancelan, pero abortarlos desde ya cuando sabemos que a cada mes la situación cambia tanto...”, justifica Fernández Steiner.
La voleibolista deja una pregunta en el aire al hilo de la supuesta decisión que habría tomado el Ejecutivo japonés: ”¿Qué pasa si cancelas ahora y en junio está todo mejor? En junio ya no puedes arrancar todo lo que conllevan unos Juegos Olímpicos”.
Esperar, por supuesto. Hasta cuándo, no se sabe. “No tengo ni idea, pero desde luego, hoy no se puede decidir”, sostiene Francisco Cubelos. “No creo que vaya a desparecer el virus en julio, pero mejorará la situación y estoy totalmente convencido de que se puede competir bien. Es que ya lo hemos hecho en nuestro deporte y en muchos otros desde el año pasado”.
“El anuncio tendría que llegar en mayo-junio”, añade Alfonso ‘Sete’ Benavides, otro de los pesos pesados del equipo de piragüismo, dos veces cuarto en Londres 2012 y Rio 2016 y medallista en Mundiales y Europeos. Aunque por una reestructuración del programa de competición no podrá participar en Tokio, su opinión de estrella y referente del equipo tiene peso. ”Queda demasiado tiempo aún para decidir nada”.
Cómo serían esos Juegos del coronavirus
Entre gimnasios, pistas y concentraciones, los deportistas se aíslan por un rato de rumores, pero no de sus propios pensamientos sobre cómo serán unos Juegos absolutamente diferentes, en lo deportivo y en lo humano. Cubelos da detalles de “un supuesto protocolo” destinado a los participantes que ha llegado a sus oídos: “Tendríamos que entrar a la villa olímpica cinco días antes de competir y abandonarla en las 48 horas siguientes a terminar”, pero insiste en “no comerme la cabeza con cosas que no se saben. Supongo que trabajarán con varias posibilidades según vaya la pandemia”.
“Yo me imagino Tokio 2021 entre cuarentenas, con pruebas PCR previas y los deportistas vacunados, sin público. Normales no van a ser, pero sí se podrían sacar adelante con unos protocolos estrictos”, apunta Fernández Steiner, que abre otro debate cuando menciona el asunto de las vacunas.
La representante del voley playa, uno de los eventos más celebrados en cada olimpiada es tajante: “Con que un deportista no esté vacunado ya se puede liar”. “Es que de aquí a junio igual no estamos vacunados todos los deportistas. Hoy no somos los prioritarios habiendo tanta gente en riesgo vital”. “Y otra cuestión, ¿qué hacemos con África? Ahora se está priorizando a los países que pueden pagar la vacuna, pero hay que tender a la igualdad de oportunidades. En la villa compartimos gimnasios, comedores... España casi siempre ocupa un edificio para toda nuestra delegación, pero en otros hay varios países repartidos y si no todos se han vacunado...”.
“Desigualdad entre países que sí tienen la vacuna y otros que no claro que la va a haber. Ahora y en julio”, añade Echegoyen sobre la cuestión, aunque matiza que esa discriminación no tiene por qué afectar a todas las disciplinas. “En deportes de contacto puede influir muchísimo, imagínate judo, lucha..., en el mío es donde menos, porque el regatista o va solo o va con pocos compañeros, no hay contacto estrecho con nadie fuera de tu burbuja”.
Lo que va a afectar con casi total probabilidad es la ausencia de público en las gradas. Visto lo visto, un mal menor, confiesan los olímpicos. “Ya nos estamos acostumbrando a todo sin público. Se decía que no es lo mismo y no lo es, pero si esa es la manera de poder competir...”, reflexiona ‘Sete’ Benavides. Por ello es optimista: “Ya sabemos cómo va todo en pandemia, se han hecho torneos y no ha habido problemas”.
El peligro de la cuarentena previa
Entre las hipótesis que más preocupan a los atletas previstos para Tokio 2021 está la posible obligatoriedad de una cuarentena previa al viaje o a la llegada a la villa. “Si nos piden una especie de confinamiento justo antes es un riesgo. Tú como deportista no puedes estar 15 días encerrado en casa y pasar a competir de 0 a 100. El cuerpo lo sufre. Y a nivel competitivo sería un lastre. Mira los tenistas encerrados en hoteles de Australia. Por mucho que entrenen con la pelota y el colchón, en la pista es distinto”, sostiene con vehemencia Liliana Fernández Steiner.
“Pasarse 15 días encerrado sin poder entrenar afecta a cualquier deportista, máxime en los momentos previos a los Juegos. Pero si no hay otra opción habrá que adaptarse a ella”, reflexiona Támara Echegoyen, a su vez, entre resignada y pragmática.
No hay ninguna puerta cerrada, recuerda el COI, ni siquiera la de ese temido aislamiento previo. “Si hay que pasar cuarentena para tener JJOO seguros, se pasará”, apuntó el presidente hace unas semanas. Esta vez no lo ha repetido, pero tampoco lo ha descartado. Bach se remite a una frase, utilizada como mantra, “es demasiado pronto aún”, la misma a que se agarran miles de deportistas entre gimnasios, pistas y sesiones de fisio.