Los demócratas piden iniciar ya el proceso legal para destituir a Trump antes del final de su mandato
"Si el vicepresidente no atiende la 25ª enmienda, el Congreso iniciará un 'impeachment', ha anunciado la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi.
A Donald Trump le quedan 13 días para dejar de ser presidente de EEUU, pero los demócratas no quieren esperar tanto. De hecho, no quieren esperar ni un día más con el magnate en la oficina después de que incitase el asalto al Capitolio por parte de fanáticos seguidores suyos.
Por ello, alrededor de un centenar de congresistas de la oposición e incluso nombres del Partido Republicano han pedido iniciar ya el camino legal para destituirle antes de que finalice su mandato el 20 de enero.
Las vías para cesarle de forma urgente son dos: un nuevo juicio político conocido como impeachment (ya superó uno a principios de 2020 gracias a su mayoría en el Senado) y la aplicación por vez primera de la 25ª enmienda de la Constitución, que daría poderes a su vicepresidente para asumir las responsabilidades presidenciales si ya no puede hacer su trabajo por enfermedad o incapacidad.
“Si el vicepresidente Pence no atiende a la petición de la 25ª enmieda, el Congreso actuará inmediatamente iniciando un impeachment”, ha anunciado este jueves la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, figura en esta lista, con un comunicado en el que ha advertido que, tras la “insurrección”, “este presidente no debería estar en el cargo ni un día más”. La manera “más rápida y efectiva”, ha apuntado, pasa por que la Vigésimo Quinta Enmienda, aunque ha abierto también la puerta a un ‘impeachment’ si el Gobierno no toma la iniciativa.
Otra de las voces con peso entre los demócratas es la de la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, que ha asegurado que “si la 25ª enmienda no se invoca hoy, el Congreso debe volver a reunirse de inmediato para los procedimientos de acusación y deportación” a través del juicio político”.
Incluso ha anunciado que los artículos de acusación “ya se han redactado y están listos para su presentación”, tras ser preparados por su compañera de en la Cámara de Representantes, Ilhan Omar. Ese documento se encuentra en un “lugar seguro”, ha añadido.
El congresista Adam Kinzinger, republicano, también ha pedido en un vídeo la enmienda, por entender que Trump “ha renunciado a su deber de proteger a la ciudadanía estadounidense y la casa del pueblo”. “Es tiempo de invocar la Vigésimo Quinta Enmienda y acabar con esta pesadilla”, ha reclamado. A las protestas se ha sumado otro ‘viejo amigo’ de Trump, como es el exfiscal general William Barr, recien dimitido de su cargo.
Otro republicano, el senador Lindsey Graham ha ido más allá: “Me da vergüenza y asco que el Capitolio de los Estados Unidos fuera asaltado por terroristas mientras dentro se está tratando el traspaso de poder de un presidente a otro”. El representante de Carolina del Sur no dudó en calificar a Biden como el presidente electo legítimo de los Estados Unidos, aunque descartó apoyar la 25ª enmienda: “No creo que sea el momento. Buscamos un traspaso de poder pacífico”.
Así funciona la 25ª Enmienda
La citada enmienda, con la que la Constitución se actualizó tras el asesinato de John F. Kennedy, estipula en su sección IV que el vicepresidente ―en este caso Mike Pence― y la mayoría de los miembros del Gobierno pueden plantear por escrito al Congreso que el presidente no puede seguir en el cargo.
Nunca ha sido usada en términos absolutos aunque sí invocada en varias ocasiones. La última, durante la presidencia de George W. Bush (2004-2008), por razones médicas. No se aplicó la sección IV sino la III, según la cual el presidente puede ceder temporalmente el mando del país a su ‘número dos’ por incapacidad.
Previamente no se ha aplicado jamás para apartar de forma obligada a un presidente y, en esta ocasión, solo se habrían producido hasta el momento conversaciones informales dentro del Gobierno, según fuentes citadas por NBC News y CNN.
Pence asumiría en este hipotético caso el poder, mientras que a Trump solo le restaría impugnar el proceso, ya sin margen de maniobra por la inminencia de la toma de posesión de Biden. Sin embargo, el vicepresidente no ha dado muestras por ahora de dar este controvertido paso, a pesar de no obedecer sus exigencias para trampear el resultado electoral.