La ministra británica del Interior, Priti Patel, se mostró este martes “sorprendida” por la intervención del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para paralizar la deportación de un grupo de solicitantes de asilo a Ruanda, aunque aseguró que no se dejará “disuadir” en su empeño.
En un comunicado después de que la Justicia impidiese el despegue del primer vuelo de esas características a Ruanda, Patel calificó de “sorprendente” la intervención del TEDH “pese a los repetidos éxitos en nuestros tribunales nacionales”.
“No nos disuadirán de hacer lo correcto y llevar a cabo nuestros planes para controlar las fronteras de nuestro país”, agregó la ministra, que pergeñó el acuerdo con el Gobierno de Ruanda para que ese país africano acoja a los solicitantes de asilo que entraron en Reino Unido irregularmente.
Horas después, Patel ha comparecido en la Cámara de los Comunes para anunciar que el Gobierno “sigue comprometido” con su plan y ha condenado a quienes “denigran” al país africano “sin saber de lo que hablan”. La ministra ha reiterado su “sorpresa” por la mediación de esta corte pero subrayó que no declaró “ilegal” el plan en su conjunto sino que solo prohibió de manera cautelar la deportación de tres migrantes (de siete pasajeros previstos), hasta que se pronuncie, en julio, la Justicia británica.
“Siempre dije que no será fácil sacar adelante esta política y estoy decepcionada con que los recursos legales de último minuto hayan significado que el vuelo de hoy no pudo salir”, había apuntado a primera hora de la mañana. En esa primera comunicación aseguró también que el equipo legal de su departamento está evaluando la situación y que “muchos de los que han sido sacados de este vuelo irán en el siguiente”, cuya preparación “empieza ahora”.
Tras defender que el acuerdo con Ruanda “romperá el modelo de negocio de los traficantes de personas”, la ministra, representante del ala dura del Gobierno conservador, dijo que “el coste para los contribuyentes y los flagrantes abusos (del sistema de asilo) están aumentando, y los ciudadanos británicos ya están hartos”.
Los recursos legales de los solicitantes de asilo que debían de ser expulsados hoy por el Reino Unido impidieron la salida del avión, que esperaba desde hace horas la luz verde para despegar del aeródromo militar Boscombe Down, en Amesbury (oeste de Inglaterra).
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ordenó la paralización de la expulsión de varias de las siete personas que debían ir a bordo del primer vuelo de estas características, que ha provocado la polémica en el Reino Unido y el rechazo desde el príncipe Carlos, heredero de la Corona, hasta la cúpula de la Iglesia Anglicana.
En su decisión de paralizar la expulsión del solicitante de asilo identificado como K.N, de nacionalidad iraquí y nacido en 1968, el TEDH resuelve que el hombre “no debe ser expulsado hasta que expire un periodo de tres semanas tras la decisión final en la revisión judicial que está teniendo lugar”.
Se espera que los tribunales ingleses decidan en julio si la deportación de los solicitantes de asilo a Ruanda se ajusta a la ley y puede continuar.
Cuando estaba a un paso de ser el primer ministro británico, parecía haberse vuelto más "formalito". Aunque con Boris nunca se sabe.