Lo que sí y lo que no de la tele del 2021

Lo que sí y lo que no de la tele del 2021

Y ahora, feliz 2022 audiovisual.

'Secretos de un matrimonio', 'Nevenka' y 'Cardo'.HBO/Netflix/Atresmedia

Ya tenemos claro que televisión es todo, que hablamos del audiovisual, de contenidos audiovisuales, ¿no? Así pues, vamos a celebrar lo bueno y a denostar lo malo que ha pasado este convulso 2021, según mi punto de vista, que seguro que coincide con el vuestro, porque de lo contrario no me leeríais: estarías en las redes en plan haters.

Repasamos enero. Tal y como escribí entonces, fue el mes del documental de Martin Scorsese y Fran Lebowitz (Netflix). Supongamos que Nueva York es una ciudad, que fue un SÍ rotundísimo. Aprovechad estos días para verlo. En la casilla de TODO BIEN también estuvo la llegada de Candela Peña a La Resistencia, como colaboradora. Y la serie británica It’s a sin o ese divertimento total que fue Los Bridgerton. Frente a estas maravillas estuvo Los espabilados, una serie fallida de Movistar+, dirigida por Albert Espinosa. Ah, y los reporteros dicharacheros sepultados en la nieve.

Llegó febrero, con un estupendo Salvados sobre el raciso, una serie fabulosa, La infamia (Netflix), otra como Hierro en Movistar+ y una entrevista bonita e inspiradora: la de Évole a Pau Donés en Eso que tú me das. Todo eso fue un sí.

En el NO: se despidió a un guionista en TVE por este rótulo “Leonor se va de España, como su abuelo”, se eligió chapuceramente al consejo de RTVE y HBO emitió el docu tramposo, Allen vs Farrow.

En marzo llegó a Netflix, afortunadamente, el documental Nevenka, que celebraré millones de veces. Y también el docushow de Rocío Carrasco, Rocío, contar la verdad para seguir viva. Ahí creímos que otro mundo era posible en Mediaset, pero solo era cuestión de tiempo. Tuvimos también una buena gala de los Goya, en lucha contra todos los elementos.

En abril, acabó Mujeres y hombres y viceversa, para nuestra buena salud mental. Y llegó Jorge Ponce a La Resistencia con sus faltadas a las provincias, que yo querría ver todos los años. También vimos a Évole con otra entrevista, esta vez rocambolesca, a Miguel Bosé y sus flipadas negacionistas. TVE se podía haber ahorrado The dancer. Atresplayer se podía haber ahorrado el reality Love Island.

Y llegamos a mayo, que fue un buen mes con el estreno de Mare of Easttown en HBO con Kate Winslet fabulosa, y el reencuentro currado, divertido y entrañable de Friends.

El bendito verano nos trajo The Wite lotus, Maricón perdido y una cobertura fabulosa sobre Afganistán en TVE. Eso en el lado luminoso. En el lado oscuro de la pantalla tuvimos el especial de Olga Moreno, mujer entonces y exmujer ahora del ínclito Antonio David. Fue un espectáculo bochornoso con el que Telecinco dinamitó las buenas intenciones que le concedimos con el docu de Rocío Carrasco. Se anunciaron para el año próximo ficciones varias sobre el rey emérito. Ardo en deseos de verlas todas.

De septiembre nos quedamos con la cobertura buena del 11 de septiembre en TVE, la promo de Évole con Pablo Iglesias para anunciar esa entrevista demoledora a Iván Redondo, la serie, demoledora también, Secretos de un matrimonio, y otra vez reporteros sepultados en lava. Ah, y otra serie fallida: La Fortuna, de Alejandro Amenábar.

Y con esto llegamos rápido y con la sexta ola de pandemia al último trimestre del año. Llegó el Ondas merecidísimo para la plataforma RTVE Play, la segunda temporada buena de veras de The Morning Show (Apple TV), la serie estupenda La Asistenta, en Netflix, que provocó este tuit de Fátima Caballero y una conversación dura y conmovedora en La Ventana, a raíz del tuit.

Y vamos con más cosas del último trimestre del año

1. Descubrí la cuenta de Twitter de Peli de tarde, divertidísima (ejemplo de buen humor crítico e inteligente).

2. Vi la desasosegante El juego del calamar, del que ya se ha contado todo.

3. Me zampé el docu de HBO sobre Dolores Vázquez: me interesa y me pasma esta nueva tendencia, usar la misma tele que te hundió para contar tu historia y vengarte un poco obteniendo además beneficios económicos muy lícitos.

4. Unos guionistas de televisión se llevaron el premio Planeta de un millón de pavos (guionistas de televisión milonarios de pronto, quién nos lo iba a decir). Habrá serie sobre La novia gitana.

5. Descubrí a mi hija canturreando La revolución sexual de La casa azul. Le pregunté de dónde la había sacado. De Merlí, me dijo. Punto para la serie, punto para la tele buena. Bendita sea la ficción propia.

6. Supe más cosas bonitas gracias a la bonita newsleter que se curra cada viernes Toni Ulled y a la que todos deberíais suscribiros: que YouTube dejará de monetizar los vídeos que nieguen el cambio climático. El contenido publicado en la plataforma que contradiga “consensos científicos sólidamente establecidos sobre la existencia y las causas del cambio climático” dejará de tener anuncios. Que Google seguirá las mismas medidas contra los negacionistas. En cambio, Apple y Disney están entre las empresas que apoyan a grupos contra el proyecto de ley climática en EE UU. Estoy por borrarme de ambas solo por eso.

7. En diciembre acabó por las nubes La casa de papel y de remate, Úrsula Corberó dio este momento de gloria en El show de Jimmy Fallon. Y también en diciembre, Disney (aún no me he borrado) estrenó un glorioso documental, Get back. Si te gustan los Beatles tienes que verlo, si incomprensiblemente no te gustan, no sé qué haces aquí, leyendo este post.

8. Llegó Cardo, la serie de Ana Rujas y Claudia Costafreda, que es lo más sorprendente del año. En Atresplayer, que anunció además por todo lo alto sus contenidos, que son tele de altura también, para el 2022.

9. Hubo otra gran obscenidad televisiva: la de Mediaset con Raquel Sánchez Silva. Empecé a escribir un post sobre este asunto con una información contundente, pero desistí al comprobar que la cadena que dirige con mano firme Paolo Vasile se retiraba de este asunto, al ver que no le había salido bien la jugada ni en audiencia ni por supuesto en reputación. No quise mover más la mierda. Para qué.

10. En La Ventana acabamos la última sección televisiva del año con un listado a tres bandas, muy de autor, muy poco ortodoxo, de lo que SÍ y lo que NO del 2021. Invitamos a Mikel Labastida, analista de televisión de Vocento, y a Pepa Blanes, la jefa de Cultura de la SER, ambos muy ¿hetedoroxos? Va, sí, vamos a llamarlos así.

Y aquí va nuestra lista de SÍ y de NO al audiovisual del 2021:

Si queréis saber nuestras argumentaciones, os ponéis a escuchar el podcast de La Ventana que para eso está.

La tele que NO

1. La crisis en Movistar+ y el cierre de Late Motiv.

2. Lo de MasterChef Celebrity, TVE y Verónica Forqué.

3. La floja apuesta de ficción propia de HBO, de quien tanto se esperaba.

4. La obscenidad en Mediaset con todo lo de Raquel Sánchez Silva. Mediaset dedicó varios programas a la muerte de su marido Mario Biondo, que tuvo lugar en 2013. Recordemos que Raquel tiene grandes amigos dentro de la casa, que ocupan cargos, que presentan programas, y que ante el decreto ley de Vasile se pusieron de perfil.

5. El fenómeno de las telenovelas turcas.

6. La polémica por el rótulo de Leonor en TVE y el ¡DESPIDO! del guionista que lo escribió.

7. El juego del calamar (este NO es de Pepa Blanes, que es de izquierdas pero intelectual, y no compra cualquier alegato comunista).

8. La vuelta de Sexo en Nueva York, de la que tanto esperábamos y que tan pocas alegrías nos está dando, salvo el vestidor de Carrie, que continúa inasequible al desaliento.

La tele que SÍ

1. La serie Cardo, en Atresplayer, por todo lo que supone.

2. La Plataforma de RTVE Play.

3. Jorge Ponce en La Resistencia. Sobre todo sus faltadas a las provincias

4. Youtube dejará de monetizar los vídeos que nieguen el cambio climático. Y Google seguirá las mismas medidas contra los negacionistas.

5. Lo de Úrsula Corberó en Jimmy Fallon.

6. Nevenka, en Netflix. Producido por Ana Pastor y dirigido por Maribel Sánchez Maroto. Esta miniserie de tres episodios que le debíamos a Nevenka como víctima de unos tiempos aciagos y a nosotros como espectadores. Tal y como nos lo resumió Ana Pastor en La Ventana, en aquel momento, sin el #MeToo, “Nevenka no solo fue valiente, Nevenka hizo algo heróico”. Si no habéis visto aún el documental, hacedlo, y usad después estos hastags: #graciasnevenka y #perdonnevenka.

7. El fin de Mujeres y hombres y viceversa. Que ahora están todos en Secret Story, eso también es verdad.

8. Series estupendas: The White Lotus, Succesion, La Asistenta…

9. El reencuentro de Friends.

10. Secretos de un matrimonio. Que lo conté aquí ya.

11. El final fabuloso de La casa de papel.

12. Las series de comedia española: Venga Juan y Maricón Perdido.

13. La retransmisión de los Goya, contra los elementos. Qué complicada era esa gala, sin gente, sin aplausos, sin alfombra roja, sin glamour, sin gags, sin brillos, sin planos a premiados, sin risas, sin abrazos, sin discursos largos, ni cortos, con gente en sus casas, con películas apenas sin estrellas y poco vistas. Y sin embargo, al acabar de verla, decías: era lo que tocaba. Sin estridencias, sobria, grata, amable. Banderas tiró de amigos celebérrimos, cosa que a algunos les pareció una paletada. Qué chorrada. Si tú tienes ese elenco de amigos, tira pa’lante. Hubo un momento, el de Antonio Banderas frente a la multipantalla gigantesca, con todo el cine español aplaudiendo, que fue el plano de la noche.

Y ahora, feliz 2022 audiovisual.

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Periodista, ha trabajado para diarios como Levante y televisiones como Canal 9 y TVE. Es colaboradora de radios como Cadena Ser o RNE. Cubells ha publicado varios libros sobre el mundo de la televisión y también, en colaboración con Marce Rodríguez, el libro Mis padres no lo saben.