Todo lo que se sabe sobre el vínculo entre la vacuna de Janssen y el síndrome de Guillain-Barré
Estas noticias no deberían meterte el miedo en el cuerpo con esta o ninguna otra vacuna.
La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) avisó el día 13 de un posible vínculo entre la vacuna monodosis de Johnson & Johnson/Janssen y el síndrome de Guillain-Barré tras haber surgido varios casos entre personas vacunadas.
El síndrome de Guillain-Barré (GBS) es un trastorno por el cual el sistema inmune ataca a los nervios. Se trata de una complicación muy poco frecuente que se puede producir después de distintos tipos de infecciones y vacunas, como la vacuna de la gripe y la de neumococo. El sistema inmune ataca accidentalmente a las partículas de la vacuna y acaba combatiendo también contra el propio sistema nervioso, provocando una repentina aparición de cosquilleo y entumecimiento.
“Es un síndrome muy conocido y extremadamente poco frecuente entre los vacunados”, tranquiliza Sharon Stoll, inmunoneuróloga de la Universidad de Yale. Es mucho más común desarrollar GBS después de contraer un virus o una infección bacteriana que por haberte puesto cualquier vacuna.
A no ser que hayas sufrido GBS por infecciones y vacunas en el pasado, estas noticias no deberían meterte el miedo en el cuerpo con esta o ninguna otra vacuna. Si ya has recibido la dosis de Janssen, tampoco hay ningún motivo para preocuparse. Esto es lo que tienes que saber:
Se han producido solamente 100 casos de GBS entre las 12,8 millones de personas vacunadas con Janssen. En otras palabras: es un efecto secundario extremadamente infrecuente. Les ha sucedido, sobre todo, a personas de más de 50 años, dos semanas después de recibir la dosis.
En el ensayo clínico de Johnson & Johnson, dos pacientes desarrollaron GBS dos semanas después de recibir la inyección. De esos dos pacientes, uno de ellos había recibido un placebo y no la vacuna real. Ese estudio llegó a la conclusión de que no había suficientes datos para establecer una relación de causalidad entre la vacuna y el GBS. Ahora que son 100 personas (de 12,8 millones) las que han desarrollado el GBS después de la vacuna, los científicos están volviendo a estudiar el posible vínculo.
Si has sufrido GBS en el pasado, los expertos recomiendan que lo consultes con tu médico para que valore si es mejor ponerte una de las vacunas de ARN mensajero (Pfizer o Moderna). Hay muchas opciones disponibles que te pueden mantener protegido contra el coronavirus.
El GBS es una reacción infrecuente por la cual el sistema inmune ataca por error el sistema nervioso. Cuando sucede tras la vacunación, el sistema inmune empieza atacando a los vectores de la vacuna y acaba atacando a los nervios, provocando debilidad y cosquilleo en las extremidades. Ese cosquilleo avanza enseguida desde los pies hasta los muslos. En casos especialmente rápidos, puede provocar parálisis.
A Stoll no le sorprende que se hayan producido algunos casos de GBS entre las personas vacunadas contra el coronavirus, pero el GBS también se ha asociado a otras infecciones, como la del virus del Zika y las infecciones gastrointestinales y respiratorias. También es un efecto secundario (muy infrecuente) de otras vacunas.
Sucede todos los años con la vacuna de la gripe y la del neumococo. “Es un efecto secundario muy muy raro, pero es algo que los neurólogos estamos acostumbrados a ver”, afirma Stoll. De hecho, el GBS tiene una incidencia menor entre personas vacunadas contra el coronavirus con Janssen que con otros tipos de vacunas, señala Stoll.
La recuperación, en la mayoría de los casos, es lenta y progresiva. A menudo requiere de hospitalización, durante la cual, los pacientes reciben una infusión de inmunoglobulinas que ayuda a su sistema inmune a normalizarse. “La mayoría de los pacientes, pero no todos, se recuperan durante un proceso que dura meses”, expone Adalja.
Según la Clínica Mayo, entre el 60% y el 80% de los pacientes paralizados por este síndrome vuelven a caminar a los 6 meses, mientras que la tasa de mortalidad está entre el 4% y el 7%. Algunas personas sufren secuelas neurológicas permanentes, como cosquilleo, fatiga y entumecimiento.
Los expertos en sanidad están de acuerdo en que los beneficios de la vacuna de Janssen superan por mucho los improbables riesgos. “Esta posible relación con el GBS no debería disuadir a nadie de ponerse la vacuna de Janssen o cualquier otra”, asevera Stoll.
El GBS es extremadamente infrecuente y, cuando aparece, los médicos saben tratarlo. Si te vacunas y a las dos semanas desarrollas un cosquilleo o entumecimiento que va desde los pies hacia arriba, ve al médico de inmediato, pero si te has vacunado y no has tenido ninguno de estos efectos secundarios, no pierdas ni un segundo en preocuparte.
Si ya has sufrido GBS en el pasado, Stoll insiste en que pidas las vacunas de Pfizer o Moderna.
“Como tenemos excelentes alternativas a la vacuna de Janssen, si has sufrido GBS en los últimos dos años, yo recomendaría que te pusieras otra vacuna para extremar las precauciones, pero ya está, ese es el único subgrupo de pacientes en el que haría una distinción”, tranquiliza Stoll.
Los expertos todavía están aprendiendo sobre el coronavirus. La información de este artículo es la que se conoce en el momento de la publicación, pero los datos y las recomendaciones pueden cambiar conforme avancen las investigaciones.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.