'Lo de Évole' y su fijación con la cárcel: por qué no tiene la misma audiencia que 'Salvados'
'LdÉ', el nuevo programa del periodista de laSexta, no está arrastrando a todo su público.
Se lo advirtió la periodista Gemma Nierga en el primer episodio: “Prepárate para que te digan que ’Lo de Évole es lo mismo que Salvados”. Y así ha sido. Jordi Évole abandonó el programa que lo convirtió en una estrella de la televisión para hacer lo que parece otro espacio similar también en laSexta, pero con peor suerte. Por ahora.
Dejó ‘el Salvados real’ en manos de Gonzo después de once años. Sin embargo, “no se puede comparar Salvados, un programa ligado a la actualidad y de contenido social, con Lo de Évole, que se ha enfocado en una temática común (la de la cárcel)”, declara el responsable de comunicación de Producciones del Barrio, Santi González, a El HuffPost.
Un formato que tampoco arrastra a la misma cantidad de público que cada semana le mostraba su fidelidad. ¿Por qué? Primero, no sólo depende del presentador, también lo hace del interés que genere el entrevistado. Y lo más importante: la dimensión que Salvados ha alcanzado con 13 temporadas en pantalla no es comparable a la de un programa de estreno que sólo ha emitido cinco entregas de diez. De hecho, en Salvados Évole fue de menos a más —por eso se espera que LdÉ vaya creciendo poco a poco—. Necesitó un tiempo para afianzarse y lo hizo.
Su estreno en 2008 no llegó ni al millón de espectadores (5,2% de share), pero tras más de una década en laSexta consiguió sumar más de tres millones y la media de todos los episodios superaba los dos. Era inusual que bajase del 13% de cuota de pantalla.
En cambio, con Lo de Évole y su fijación por las prisiones, ha ido de más a menos. Alrededor de dos millones de espectadores siguieron su estreno (Tras Quintero), en el que el periodista era el protagonista absoluto —incluso se le grabó comiendo en casa con sus padres—. No es egocentrismo, explica González: “A Jordi no le gusta nunca poner el foco sobre él. Todo el equipo está jugando para pasarle el balón y que él remate. Es el delantero, pero todos los jugadores se abrazan cuando meten gol”.
Y hablando de fútbol, los datos de su estreno chocan con la última emisión, en la que entrevistó a Santiago Cobos –el preso en el que se inspiró la película Celda 211—, que enganchó a poco más de un millón de espectadores y se quedó en un pobre 6,5% de share. Ha sido su cifra más baja, precisamente, por el deporte rey. El último Lo de Évole del pasado domingo 1 de marzo tuvo la mala fortuna de enfrentarse al Clásico de La Liga, de ahí que sólo marcara ese 6,5%. Eso sí, objetivamente el fútbol no le excusa del todo, porque el espacio de laSexta fue el séptimo programa del prime time. Todos le pasaron por delante: el clásico, el programa posterior sobre el partido, Supervivientes, OT previo, (incluso) El peliculón de Antena 3 y la gala de OT de nuevo.
Aun con eso, la productora está “muy satisfecha con el programa y los datos”, que siempre ha superado el millón y medio de espectadores, a excepción de la entrega de Santiago Cobos. Por tanto, no es un fracaso.
Lo de Évole arrancó sin ser rival para El tiempo del descuento y ha sido la segunda opción de los espectadores hasta la llegada de Operación Triunfo. El talent show lo ha relegado de ese puesto, salvo el día en el que entrevistó a Francisco Granados. Con él fue de nuevo el segundo espacio más visto de su franja, por detrás de Supervivientes: Conexión Honduras. Los domingos no son días fáciles para arrasar en prime time y nadie consigue superar todavía a los realities de Telecinco.
Jordi Évole ha dibujado un programa de autor —o de autores— desde el mismo momento en el que se le puso nombre al espacio estrenado el pasado 2 de febrero, Lo de Évole. De todas formas, la idea no es original: ha querido reconstruir Cuerda de presos 25 años después, el mítico programa en el que Jesús Quintero hacía entrevistas dentro de las cárceles.
Aunque con el tiempo se convirtió en una serie de culto, ni a Quintero le fue bien con la audiencia al principio —algo en lo que Évole no reparó hasta que empezó a grabar, como él mismo comenta entre risas en pantalla en el primer capítulo— ni el catalán ha empezado reventando audímetros. A priori no le preocupa. “Jordi Évole siempre ha hecho una carrera de fondo. Ha emprendido otro camino, pero a nivel personal la carrera es la de siempre”, subraya Santi González, que ha vivido su crecimiento exponencial desde la línea de salida, cuando era redactor de Salvados.
A ‘su otro Salvados’ no le ha ido mejor. Gonzo no ha brillado más que Évole en la 13ª temporada, pero tampoco le ha ido mal. El catalán le dejó el listón en más de dos millones de espectadores y una media del 13% de cuota de pantalla, mientras que Gonzo debutó el 20 de octubre con un discreto 8,3% y un millón y medio de seguidores en pantalla.
El gallego no ha logrado superar la barrera del 10% de share con ninguna de las entregas y ha hecho un promedio de 8,8%, a pesar de que ha mantenido la esencia del formato y el sello de Évole.
No se puede hablar de relación calidad-audiencia en ninguno de los casos. Salvados sigue siendo el mismo programa con otro presentador y Lo de Évole sigue teniendo algo del Salvados que siempre le funcionó y que tanto le han elogiado. Han mantenido la calidad, así que quizás lo de disparar la audiencia sólo sea una cuestión de tiempo.
Este domingo 8 de marzo LdÉ mostrará la prisión de mujeres de Barcelona y en las próximas entregas entrevistarán a personajes como Sandro Rosell, el presidente del F. C. Barcelona entre 2010 y 2014 que pasó en prisión preventiva casi dos años. La temporada siguiente, la serie temática buscará otro hilo conductor que no sea la cárcel. “Y seguiremos corriendo en esa carrera de fondo”, recalca el responsable de comunicación.