Liz Truss, a lo Boris Johnson, se agarra a la silla ante el Parlamento: "Soy una luchadora, no alguien que abandona"
La primera ministra de Reino Unido, cada día más acorralada por los suyos y la oposición tras seis semanas de mandato.
La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, ha vuelto a ‘agarrarse a la silla’ de su mandato, esta vez en el Parlamento. Este miércoles, ha justificado los vaivenes económicos de su Gobierno, queriendo despejar las cada vez mayores dudas sobre su figura. “Soy una luchadora, no alguien que abandona”, ha subrayado en dos ocasiones, dejando claro que no piensa en dimitir.
Truss, cada vez más parecida a su antecesor, Boris Johnson, en su estrategia de defensa a la desesperada, se encuentra bajo la presión de la oposición pero también de parte de sus compañeros tories.
Sí ha admitido lo que ya dijo en la entrevista con la BBC este lunes, que ha cometido “errores”, aunque justificándose en que siempre ha actuado movida por “el interés nacional” y en aras de la “estabilidad económica”, días después de apartar al anterior ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, y de prácticamente desmantelar la reforma fiscal que anunció en septiembre.
La primera ministra ha reconocido la dificultad del actual contexto económico, pero ha defendido que no pedirá perdón por intentar tomar medidas que contribuyan a apuntalar la economía de Reino Unido y ayuden a los hogares a reducir, por ejemplo, la factura energética. También ha reafirmado su compromiso con la “triple llave” de las pensiones, lo que en la práctica implica que las pensiones se revalorizarán el próximo año de acuerdo a la inflación. Esta ‘triple llave’ obliga a actualizar un 2,5 por ciento o al mismo nivel que suba el IPC o el salario medio.
El líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, con cada vez mejores pronósticos según las encuestas, ha vuelto a la carga contra Truss afirmando que si fue elegida en septiembre fue con vistas a construir una fantasía económica y que esta ha acabado en desastre, según la BBC. “Su ministro de Finanzas se ha ido. ¿Por qué sigue aquí?”, se ha preguntado Starmer, que ha ampliado el foco para culpar no sólo a Truss de la situación actual sino también a todo el Partido Conservador, que eligió a la exministra de Exteriores en sustitución de Boris Johnson en Downing Street.
″¿Por qué debería confiar la población británica en los ‘tories’ cuando se trata de economía?”, ha planteado el dirigente opositor, que cotiza al alza en unos sondeos que muestran al partido de gobierno en niveles mínimos de apoyo. Según una encuesta publicada por YouGov el lunes, sólo un 10 por ciento de los británicos respalda la gestión de Truss.