Historia de una negociación: así se fraguó el acuerdo entre el PSOE y UP sobre vivienda
El pacto se cerró en el despacho de Sánchez en Moncloa… pero es una historia de meses de tiras y aflojas, llamadas que no se respondían y el papel crucial de Belarra y Bolaños.
Martes por la mañana, todavía no ha empezado el Consejo de Ministros. Despacho del presidente del Gobierno en La Moncloa. Pedro Sánchez está reunido con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Y llama, para que se incorporen también, a Félix Bolaños, Ione Belarra y María Jesús Montero. Cita al máximo nivel a cinco. En menos de una hora llega el ok definitivo: hay acuerdo para aprobar una ley de vivienda y desbloquear así los presupuestos generales del Estado para el año que viene.
Se trata de un momento histórico, luz verde para la primera ley de vivienda a nivel nacional en la historia democrática y para limitar el precio de los alquileres en las zonas más tensionadas. Salen satisfechos todos rumbo a una sala cercana donde se va a celebrar el Consejo de Ministros. Pero es una historia larga, llena de encuentros y desencuentros, de llamadas, de “noes”, de reuniones que no avanzaban, de filtraciones y de actores que ya ni siquiera están en primera línea, según explican varias fuentes a El HuffPost implicadas en la negociación.
Las últimas horas habían sido trepidantes en la negociación. El fin de semana parecía todo muy distante y se intuía muy difícil llegar a ese acuerdo y aprobar pronto los presupuestos generales -como había prometido el presidente del Gobierno-. El sábado por la mañana se publicaba en El HuffPost una entrevista con Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y líder de Unidas Podemos, en la que avisaba: “Para que haya acuerdo de presupuestos tiene que haber acuerdo en vivienda, es ineludible”. Además, se trazaban otras líneas rojas para las cuentas públicas, como el impuesto del 15% de sociedades.
No era un farol, Belarra estaba dispuesta a rechazar un acuerdo de presupuestos si no se acordaba la ley de vivienda, un compromiso que llevaba sin pactarse desde hace un año. Precisamente, la puerta se abrió con el anterior acuerdo de presupuestos en octubre de 2020. Entonces, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, todavía vicepresidente segundo, se comprometían a regular los precios de los alquileres en los siguientes cuatro meses. Pero las negociaciones con el Ministerio de Transportes, entonces dirigido por José Luis Ábalos, nunca llegaban a buen puerto. La razón: poner límite a los precios frente al intento de incentivos fiscales de la parte socialista.
La negociación había pasado por varias fases, pero todo se precipita, como reconocen fuentes de La Moncloa, cuando el presidente dice que quiere aprobar los presupuestos a finales de septiembre o principios de octubre. Ahí empiezan a intensificarse los contactos sobre vivienda entre los equipos negociadores, capitaneados por Ione Belarra (UP) y Félix Bolaños (PSOE). Los dos se conocen desde hace tiempo y se tienen estima, según reconocen desde ambos lados. Ya habían negociado incluso, tras la investidura, las estructuras del actual Gobierno de coalición.
En estas últimas semanas aumentan los contactos y las llamadas. Bolaños, señalan fuentes socialistas, habla con Belarra y también intercambia impresiones con Díaz. El ritmo y los “tiras y aflojas” aumentan. El sábado la ministra está en Pamplona, en la primera reunión familiar tras este año y medio de pandemia, y se pasó toda la sobremesa al teléfono negociando con Bolaños.
El lunes, según fuentes conocedoras, hay una reunión ya presencial entre el ministro de Presidencia, la ministra de Derechos Sociales y la de Hacienda. Se avanzan cosas, pero no hay acuerdo definitivo. El día transcurre con llamadas y a última hora Bolaños envía a Belarra un documento, “con todo prácticamente cerrado”, añaden las fuentes de Moncloa.
Se convoca otra reunión a las 8 de la mañana en Moncloa. Bolaños cita en su despacho a Belarra, pero también aparecerán María Jesús Montero, junto con la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y el secretario general de Vivienda, David Lucas. A estos últimos no los esperaba la líder de Podemos, según señalan fuentes moradas.
Fueron horas de “negociaciones duras”, según explican desde Unidas Podemos. Desde el PSOE rebajan la tensión, dicen que no fueron tan bruscas y explican en Moncloa que en ningún momento llegó a peligrar la coalición. Fuentes moradas relatan así esos momentos: “Ha sido una negociación muy dura, en la que el PSOE no se ha movido hasta el último minuto, y en la que ha demostrado que lo que le faltaba al socio era voluntad política”.
En estos últimos días, reconocen en UP, se aceleró la negociación “una vez que el PSOE entendió que no habría presupuestos sin ley de viviendas”. Belarra lanzó este mensaje a su equipo negociador: “Ellos eligen, presupuestos o fondos buitre”. La ministra de Derechos Sociales había empezado estas negociaciones sobre esta norma como secretaria de Estado desde que Iglesias y Sánchez pactaron el año pasado bajar los alquileres, recibió directamente el encargo de Pablo Iglesias de trabajar directamente sobre el tema.
Ahora, señalan en su entorno, Belarra se siente muy satisfecha de haber culminado como ministra esa misión. Durante meses, cuando era número dos de la Vicepresidencia segunda, negociaba con José Luis Ábalos, pero hubo un momento en el que el ‘número tres’ del PSOE dejó de responderle a los mensajes y no cogía sus llamadas, entonces tuvo que interceder la propia ministra de Igualdad, Irene Montero. Un tiempo en el que las negociaciones le impedían incluso ir a veces a ver a su familia en Pamplona cuando coincidían reuniones, señalan en su entorno. Hasta la noche anterior, comentan en el círculo de la ministra, desde el PSOE “le llegaron a decir que había pinchado en hueso sobre la regulación”.
El papel de Bolaños ha sido clave también en este último tramo, otro actor hoy protagonista como ministro de Presidencia pero que cuando comenzó esta negociación era el secretario general de Presidencia. En las filas socialistas reivindican el talento negociador del vicepresidente político in pectore, el hombre de máxima confianza de Pedro Sánchez. Fuentes socialistas que han participado en la negociación indican que al final todo ha ido “bien” y que es “lógico” que Unidas Podemos haya buscado “visibilidad” y “anotarse un tanto”. “Hay que ser generosos”, añaden.
Ahora también Bolaños mira hacia adelante tras desatascar el acuerdo que no fue posible con el anterior equipo de Moncloa y va a intensificar los contactos con los grupos parlamentarios para lograr el visto buenos de los presupuestos y la ley de vivienda (que se aprobará en el Consejo en las próximas semanas).
Para Unidas Podemos esta norma es fundamental en su hoja de ruta política. De hecho, señalan fuentes moradas, antes del verano hubo una reunión muy importante convocada por Belarra y Díaz con actores del espacio político como Alberto Garzón, Ada Colau y Jaume Asens, entre otros. Tenían la sensación de que el PSOE no iba en serio con este tema y entonces todos le dicen a la líder de UP que hay que ir “a muerte” con este tema.
Además, los ‘morados’ se han enfrentado a esta negociación en mitad del mayor cambio en la corta vida del partido: la marcha de Pablo Iglesias. Esto ha llevado a una bicefalia con Yolanda Díaz (referente en el Gobierno) y Belarra (líder del partido). Desde Unidas Podemos rechazan rivalidad entre ellas y destacan que se ha trabajado de manera coordinada durante estas semanas para sacar adelante la negociación de vivienda y la de presupuestos (en la que han participado Nacho Álvarez y Jospe Vendrell). En la dirección morada hablan de “éxito” y creen además que esto evidencia que la coalición es “valiente”. A pesar de que la ley tendrá un periodo de implantación de 18 meses, auguran que se aplicará “como la seda”.
Los socialista rebajan la tensión de semanas, según fuentes de Presidencia. La sensación es “buena, buena” señalan y confían en sacar adelante estos proyectos en las Cortes. “Somos dos partidos diferentes”, resumen sobre la escenificación de las tensiones y apelan en todo momento a la “discreción” en las conversaciones. “No peligró en ningún momento la coalición”, reiteran. Desde La Moncloa resaltan que al final los presupuestos llegan en “tiempo y forma”, como prometió Sánchez.
Ya hay acuerdo entre el PSOE y UP, se han superado los obstáculos. El jueves se escenificaba el de presupuestos en esa reunión extraordinaria, con la foto de Díaz y Sánchez en los jardines llegando al Consejo y luego en el despacho. Nada que ver con la imagen de Iglesias y el presidente hace un año. Y por primera vez en la historia se limitarán los alquileres ante esa burbuja que asfixia a muchas personas.