Lecciones de los mayores errores de Warren Buffett
Si los cometió el mejor inversor de la historia, cualquier puede cometerlos.
En el anterior artículo analizábamos la primera parte de los ocho mayores errores de inversión y hoy queremos ver los cuatro siguientes. El propósito de este ejercicio no es otro que el de aprender a evitarlos, puesto que si los cometió el mejor inversor de la historia, cualquier puede cometerlos. Repasemos en esta segunda entrega los cuatro últimos:
Error #5: ConocoPhillips
La multinacional americana que cubre toda la cadena de producción, desde la extracción hasta el procesamiento del crudo y gas natural, se encuentra dentro de los errores más conocidos de Buffett. Compró la compañía a finales del año 2007 cuando el precio del petróleo se encontraba en sus máximos niveles históricos de precio por una valoración cercana a los 7.000 millones de euros. Buffett no achaca el error sólo a las altas valoraciones del crudo, sino al hecho de no haberlo consultado con su mano derecha, Charlie Munger, o con gente de su confianza y dejar que sus sesgos personales lo llevarán a tomar una decisión sin ningún tipo de input externo. Ese es el aprendizaje que sacamos de este caso: preguntar y recibir información de gente de la que te fíes.
Error #6: Tesco
La compañía británica de comercio formaba parte de la cartera de Berkshire Hathaway ya en el año 2012 con una participación cercana a los 415 millones de acciones. En el año 2014 Tesco reflejó unas ganancias a final del ejercicio mucho menores a las esperadas y esto provocó una caída importante en la cotización que el mercado considero estructural. Buffett había iniciado ya en el 2012 una reducción de su posición, pero no fue rápido ni diligente en reducir todavía más cuando ya tenía señales de que lo que sucedería más adelante. La principal reflexión aquí es que hay que actuar con rapidez y convicción; justo lo que le faltó a Buffett para evitar las pérdidas que reflejaría Berkshire Hathaway en el año 2014 por el caso Tesco.
Error #7: IBM
La compañía tecnológica americana entró a formar parte de la cartera de Berkshire a mediados de 2011. En aquel entonces Buffett inició la posición mientras la compañía caía en bolsa un 16% en el año y el índice S&P 500 se mantenía con una subida que doblaba la caída de IBM en el mismo periodo. En este caso en particular, resaltamos 2 errores que pudieron ser evitados por parte de Buffett. El primero se centró en que Buffett confió plenamente en los resultados pasados que la compañía venía presentando con cierta consistencia, sin percatarse que el reciente cambio de CEO, tras el nombramiento de Ginni Rometty, traería consigo cambios estructurales en la estrategia. El segundo error está enfocado en el proceso de recompra de acciones, donde Buffett se concentró más en la cotización de la acción que en los procesos que estaba siguiendo la compañía para seguir desarrollando el negocio. Un ejemplo de esto es que a finales de 2012 IBM realizó una recompra de acciones del orden de los 12.000 millones de dólares, y sin embargo la inversión en I+D disminuyó considerablemente resultando en una pérdida de cuota de mercado ante sus principales competidores.
Error #8: No comprar Amazon ni Google
Buffett siempre ha argumentado que su principal limitación para comprar compañías como Google o Amazon ha sido el hecho de no entender completamente el modelo de negocio y cómo trasladar un crecimiento real y estimable a su modelo de valoración. El error que ha admitido Buffett en ambos casos es no haberse rodeado de gente de su confianza que pudiera debatir con él estas limitaciones para intentar profundizar en el sector. Considerando que históricamente Buffett ha huido de compañías tecnológicas, de igual forma ha declarado en muchas oportunidades que el no haber comprado Amazon (a Bezos le tiene una alta estima desde sus inicios) o Google, ha sido un error. Hoy estas dos compañías cotizan por encima de PER 30x con bajos márgenes de seguridad para un inversor value que esté enfocado en el precio como principal indicador. Por lo que aquí la gran pregunta que cabe es: las perspectivas futuras de estas dos compañías en cuanto a generación de beneficios son espectaculares y sus valoraciones en bolsa así lo reflejan, aun así, ¿estamos perdiendo una oportunidad por no querer incorporar ese crecimiento a nuestra valoración o realmente el potencial, a estos niveles de precio, es mucho menor incluso en el mediano/largo plazo? Interesante reflexión para quien se proponga entrar en Google o Amazon después de haber cosechado resultados impresionantes durante los últimos 10 años.