El Gobierno advierte a Torra y Casado exige el 155 por los lazos
El presidente catalán mantiene el símbolo en el balcón del Palau
Tensión por los lazos amarillos ante el desafío de Quim Torra. Desde el Gobierno, Isabel Celaá, ha advertido de que si no los quita como ha ordenado la Junta Electoral Central (JEC), rebasaría la “raya de la desobediencia”, mientras que Pablo Casado (PP) exige que se inicie otra vez la aplicación del 155.
En una entrevista en RNE, Celaá ha atribuido el desafío lanzado por el líder catalán a que está en “permanente búsqueda de conflicto”. Así, entiende que mantiene los símbolos independentistas pese a la orden de la JEC para “hacer campaña”. “Es muy penoso”, ha resumido.
De esta forma, ha avisado que Torra si no retira los lazos, estaría cruzando la raya de la desobediencia. “Hasta ahora ha mantenido una retórica muy molesta, a veces inaceptable, pero no ha pasado la raya de la desobediencia, con esto lo haría”, ha advertido.
No obstante, preguntada por las medidas que podría tomar el Gobierno, Celaá ha dejado este asunto en manos de la JEC, ya que entiende que es el órgano jurisdiccional al que le corresponde decidir.
“El Ejecutivo está a lo que diga la JEC, es competente y será la que decida si hay sanción o lo lleva a Fiscalía”, ha explicado la titular de Educación.
Casado: “Poner orden”
En una entrevista con Antena 3, Pablo Casado ha asegurado que es lo que él haría, “ir al Consejo de Ministros e iniciar la aplicación del 155” enviando un requerimiento al presidente de la Generalitat para ver lo que responde, aunque se ha mostrado seguro de que irá en la línea de que hay una monarquía “franquista” y una policía “opresora”.
Casado ha reclamado al Gobierno que “ponga orden” en Cataluña y garantice la legalidad porque España “no puede ser un reino de taifas en el que alguien campa a sus anchas delinquiendo”, y si la Junta Electoral y la Fiscalía declaran a Torra en rebeldía por no cumplir una orden, la Constitución “está para cumplirse”.
Así, ha insistido en que no hay que “sacralizar o demonizar” el 155 porque es un artículo más de la Constitución y no tiene un carácter “opresor” sino “liberador”.