Las fotos de Emma Watson sin sujetador demuestran por qué todavía necesitamos feminismo
La actriz de 'Harry Potter' reveló más de lo que pretendía.
En su última entrevista con Vanity Fair, Emma Watson reveló más de lo que quizá ella pretendía.
No, no hablamos de cuando confesó que a partir de ahora dejará de hacerse selfis, ni de las famosas fotos que se muestran en la portada del reportaje. Emma Watson ha desvelado que nuestra cultura no es capaz de aceptar que una mujer puede ser tanto "sexi como seria", citando a la escritora Naomi Wolf. Porque, según muchos críticos, el hecho de que Emma Watson haya posado con poca ropa para una revista la desacredita como feminista.
A post shared by Vanity Fair (@vanityfair) on Feb 28, 2017 at 10:02am PST
Con una simple foto, Watson ha desnudado la inquietante verdad de que nuestra sociedad, en pleno 2017, no entiende la posibilidad de que las mujeres pueden expresarse de forma sexual y a la vez expresar un deseo por la igualdad. Parece que lucir figura y agenda feminista son dos cosas mutuamente excluyentes.
A lo largo de su carrera, Watson no ha dejado de promover los derechos de las mujeres: desde su nombramiento como Embajadora de buena voluntad de la ONU hasta su campaña HeForShe —que inspira a los hombres y a los niños a ser agentes del cambio a la hora de reducir la brecha de género—, pasando por su libro feminista que anima a la gente a leer y a aprender sobre la igualdad. En los últimos años, la actriz se ha convertido en un ejemplo para el feminismo.
Y, aun así, con una sola fotografía, se la despoja de todos estos reconocimientos y de su título de feminista.
Después de que apareciera el reportaje en internet, muchos han aprovechado para airear en Twitter sus quejas hacia Watson, afirmando que esta foto quitaba autoridad a su lucha por reducir la brecha salarial y que estaba siendo hipócrita al mostrar su cuerpo mientras daba lecciones sobre igualdad de género. El más indignante de los comentarios era aquel que la tachaba de "mala feminista".
Esta acusación es la más ofensiva, porque supone una confusión total y absoluta de lo que son el feminismo y sus valores. La lucha por la igualdad entre sexos está supeditada al hecho de que las mujeres TENGAN ELECCIÓN. Elección para entrar al mundo laboral o para quedarse en casa. Elección para tener hijos o para usar anticonceptivos. Elección para vestirse como quieran o para desvestirse.
Las decisiones que tomamos como mujeres no debilitan nuestra lealtad hacia la igualdad de sexos, sino que más bien la apoyan, la recalcan. En la agenda feminista de cualquiera debería ser intrínseco el poder elegir, el poder actuar como seres humanos multidimensionales en sociedad. Las mujeres pueden ser inteligentes y sexis y atrevidas y sofisticadas y, además, querer ganar el mismo dinero que sus homólogos masculinos. Y todo eso a la vez. Puede que seamos expertas de la multitarea o puede que, simplemente, estemos hartas de que nos pongan en una caja que siga privándonos de nuestra humanidad.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano