Las derechas y su mala educación
La Junta de Andalucía es incapaz de gestionar la vuelta al cole.
La ONU ha llamado a todos los países a dar prioridad a la reapertura de sus escuelas en cuanto tengan controlada la transmisión local del coronavirus, advirtiendo de que los cierres prolongados plantean el riesgo de una “catástrofe generacional”.
“El impacto del COVID-19 en la educación podría desperdiciar un gran potencial humano y revertir décadas de progreso”, asegura Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas en el Informe de políticas sobre la educación y el COVID-19. Y añade:“Vivimos un momento decisivo para los niños y los jóvenes de todo el mundo. Las decisiones que los gobiernos y los asociados tomen ahora, tendrán un efecto duradero en cientos de millones de jóvenes, así como en las perspectivas de desarrollo de los países durante decenios”.
Precisamente las decisiones que están tomando determinados gobiernos autonómicos es lo que nos preocupa, y es que la educación de nuestros niños y niñas andaluces está en juego.
La Junta de Andalucía es incapaz de gestionar la vuelta al cole. A solo un mes de que empiece el nuevo curso escolar, nos encontramos con que desde la Consejería de Educación se han dado instrucciones cargando de responsabilidad a los equipos directivos de los centros educativos para el comienzo del nuevo curso escolar 2020/21, que comenzará de manera presencial el día 10 de septiembre para Educación Infantil, Primaria y Educación Especial y el 15 de septiembre para Educación Secundaria Obligatoria, Formación Profesional e Idiomas, Artes y Educación Permanente.
No descubro nada nuevo si digo que a la derecha de este país no le interesa la educación pública, gratuita y de calidad, pero lo que ya no se puede consentir es que, en primer lugar, eludan sus obligaciones de unas competencias que son exclusivas de las comunidades autónomas, y en segundo lugar, carguen a centros educativos con responsabilidades que no les corresponden, y no tienen por qué tener la suficiente formación para acatar esa responsabilidad, como son las medidas de seguridad, de higiene, o la denominada figura “responsable Covid”. Mientras tanto, el Equipo de Gobierno de la Junta de Andalucía, con su presidente Moreno Bonilla a la cabeza, demuestran, una vez más, su ineficacia y su ineptitud para gestionar, quedándose de brazos caídos.
El Gobierno del trifachito andaluz ha conseguido tener a toda la comunidad educativa en contra, tanto es así, que equipos directivos de centros de infantil, primaria y secundaria, sindicatos y asociaciones de padres y madres de Andalucía han mandado comunicados a la Junta de Andalucía para expresar su desacuerdo con las instrucciones dadas por la consejería de educación.
Las instrucciones de la Consejería de Educacion andaluza indican a los centros que van a recibir un protocolo de actuación, pero lo único que han recibido hasta el momento (y a un mes del inicio de las clases) ha sido un índice o guión para que desarrollen el protocolo, cuando en realidad los centros no son competentes para el diseño de medidas sanitarias de una pandemia como la que estamos viviendo.
Por otro lado, hay una gran falta de concreción y planificación para los centros específicos de Educación Especial y, ademas, tampoco se sabe que va a pasar con las actividades extraescolares.
En definitiva, la comunidad educativa se siente abandonada por parte de la Junta de Andalucía y los recursos personales y materiales de los que disponen no permiten ofrecer un entorno escolar seguro al cien por cien tanto para el alumnado, como para los/as trabajadores/as de los centros.
Desde el Grupo Socialista en el Senado queremos mostrar todo nuestro apoyo a la comunidad educativa ante la actuación de la Junta de Andalucía, porque se trata de nuestros niños y niñas, de su educación y, como decía Antonio Guterres, las decisiones que se tomen ahora, repercutirán en la vida de esos niños y niñas. Las familias están muy preocupadas porque, a un mes del inicio del curso escolar, no saben como va a ser la vuelta a las aulas de sus hijos e hijas. Por eso, la Junta tiene que dar todas las garantías de bienestar y seguridad, en primer lugar, al alumnado, y, en segundo lugar, a toda la comunidad educativa. Esas y no otras son sus competencias.
La pandemia obliga a tomar medidas drásticas y urgentes y, por eso, pedimos que se bajen las ratios, que se aumente el personal docente y no docente, que se adapten las infraestructuras y que se procuren mayores medidas de seguridad, higiene y prevención. De esta manera se podrían realizar agrupamientos más pequeños. De otra manera será imposible mantener el distanciamiento social.
Andalucía se merece una educación pública, gratuita y de calidad y con el gobierno de las tres derechas tenemos claro que esto es imposible, ya que lo único a lo que nos están derivando es a una mala educación.