Las claves del 'caso Madeleine'
El caso sigue sin cerrarse trece años después de la desaparición de la niña británica.
Nadie sabe, todos especulan. Trece años después de que la niña británica Madeleine McCann desapareciera en el sur de Portugal, el caso ha vuelto a ocupar las titulares de medio mundo después de que la policía británica haya revelado que investiga a un hombre de 43 años que cumple condena en una prisión de Alemania como sospechoso de la desaparición.
¿Cuándo se produjeron los hechos?
El 3 de mayo de 2007 una niña británica de tres años llamada Madeleine McCann desapareció de la habitación donde dormía junto a sus dos hermanos en un apartamento en Praia da Luz, en la costa del Algarve (Portugal). Sus padres, Gerry y Kate McCann, cenaban con unos amigos en un restaurante situado en el mismo complejo hotelero, a unos 50 metros de la habitación de los pequeños.
El cuarto en el que dormía con sus hermanos tenía una ventana por la que se presume que el secuestrador salió con ella a cuestas, pero no hay una sola huella, y algunos policías apuntan lo extraño de que una red pedófila no se llevara a los tres niños.
Desde el primer momento el caso conmocionó a Europa, mientras los padres -investigados asimismo durante un tiempo como presuntos culpables- iniciaron una búsqueda incansable de su hija, convencidos de que puede seguir viva. En los últimos tiempos han llegado a difundir imágenes de su hija con el que podría ser su aspecto actual, como una muchacha de 17 años.
¿Por qué ha vuelto a la actualidad el caso?
La investigación en torno a ‘Maddie’, como se la conoce cariñosamente, ha desembocado hasta ahora en más de 2.000 diligencias policiales, 500 búsquedas en la zona de los hechos y 12.000 páginas de proceso que, sin embargo, no han conseguido por el momento arrojar luz sobre el destino de la niña. Pero ahora la policía británica ha revelado que investiga a un hombre de 43 años que cumple condena en una prisión de Alemania como sospechoso de la desaparición.
La Fiscalía alemana de Braunschweig parte de la base de que la niña está muerta y sospecha que el autor del asesinato es el hombre preso, que cumple condena por un caso no especificado y con antecedentes por delitos sexuales, también contra menores.
¿Por qué no se ha podido resolver el caso todavía?
La desaparición de la pequeña ha dado pie a múltiples documentales y análisis periodísticos que, en definitiva, parten siempre de la misma premisa velada: algo se perdió el camino de la tortuosa investigación, primero exclusivamente portuguesa y después con ayuda británica; la colaboración degeneraría en acusaciones y desconfianzas e incluso el relevo del encargado del caso, el polémico Gonçalo Amaral.
De hecho, la desesperación de los padres es tal, que más allá de la investigación policial, pocos días después de la desaparición lanzan un portal web con el fin de recoger datos sobre el posible paradero de su hija. A partir de ahí se lanzan a un ‘tour europeo’ para pedir ayuda e incluso se ven con el papa Benedicto XVI.
Mientras se da un público enfrentamiento entre cuerpos policiales que actualmente prosiguen con el caso cada uno por su lado: Scotland Yard, con presupuesto que periódicamente se amplía con gran publicidad, y un grupo de policías en Oporto que revisa los flecos sueltos con enorme discreción.
Cada grupo mantiene su idea y no la suelta: entorno o grupo pedófilo internacional. Los agentes portugueses no olvidan el trato que le dispensaron los tabloides británicos, que contaban hasta el tiempo que tardaba Amaral en almorzar para deslizar que era holgazán. Descuidados y poco observadores fueron otras acusaciones para los agentes del Algarve, que a su vez afirman que hubo una conspiración desde el Reino Unido para proteger al matrimonio McCann y que por eso los indicios que enviaron a analizar a laboratorio británico -y que apuntaban a que la niña murió en el apartamento donde dormía esa noche- resultaron no ser concluyentes.
¿Qué pasa con los padres de ‘Maddie’?
El 6 de Septiembre de 2007 se convierte en el día en el que la investigación en curso da un giro y los padres son declarados sospechosos formales de la desaparición de su hija.
La noticia se conoce en plena vorágine informativa: la prensa portuguesa publicó en aquellas semanas varias filtraciones de la policía que involucraban a los padres en diversas hipótesis sobre la muerte de Madeleine, desde un “accidente violento” a la “administración de medicinas o tranquilizantes”.
El 17 de Octubre de 2007 es el día en el que, por primera vez, los padres reconocen que su hija puede estar muerta aunque aseguran que “no pierden la esperanza”. Un año y ocho meses después, el 21 de Julio de 2008, la policía portuguesa archiva el caso, tras 14 meses de investigación, por falta de pruebas. Los padres anuncian que seguirán con la búsqueda de su hija e investigarán por su cuenta.
¿Cuándo se reabre el caso?
En múltiples ocasiones y tras diversas pistas falsas de gente que asegura haber visto a la pequeña en distintos continentes. Hasta ahora, la última vez había sido en mayo de 2019, cuando la Policía Judicial portuguesa lo reabrió en virtud de una nueva nueva línea de investigación que apunta a un pedófilo extranjero que se encontraba en Portugal coincidiendo con la fecha de la desaparición de la niña. Aquella reapertura se produjo, ahora sí, con una estrecha colaboración con la policía británica.
¿Qué dicen los padres ahora?
“Kate y Gerry creen que podría ser muy importante”, ha afirmado Clarence Mitchell, portavoz de la familia, a la radio de la BBC. Los padres de la niña ya habían indicado en un comunicado su “bienvenida” al nuevo hilo de investigación que se ha abierto. “Queremos agradecer a las fuerzas policiales involucradas sus continuos esfuerzos en la búsqueda de Madeleine. Todo lo que hemos deseado siempre es encontrarla, destapar la verdad y llevar a los responsables ante la justicia”, afirmaban. “Nunca perderemos la esperanza de encontrar a Madeleine viva, pero cualquiera que sea el resultado, necesitamos conocer, tanto como necesitamos encontrar paz”, agregaban los padres, que agradecen asimismo el apoyo de los ciudadanos.