Las claves de la investigación sobre el asalto al Capitolio que pide imputar a Trump
Tras un año y medio de audiencias y más de 1.000 testimonios, el Comité especial de la Cámara de Representantes ha planteado sus conclusiones. Y son demoledoras.
La comisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 ha estado trabajando año y medio en audiencias maratonianas. Más de mil testimonios después, ayer celebró su sesión pública final y expuso sus conclusiones. Son claras: las señales analizadas llevan a Donald Trump, el expresidente, quien supuestamente obstruyó un procedimiento oficial e incitó o apoyó la insurrección. También conspiró para defraudar al Gobierno federal y para hacer declaraciones falsas a la Administración.
En una audiencia pública, los congresistas presentaron los ocho capítulos de su extensa investigación y recomendaron que se inicie un juicio contra al expresidente por esos cuatro delitos, en los que resumen sus esfuerzos para revocar las elecciones de 2020 -“fraude, fraude, fraude”, gritaba- y su responsabilidad, al izar esa bandera, en la violencia que se desarrolló en el Capitolio. Fue el mayor atentado a la democracia estadounidense en su historia reciente.
Estos son algunos de los principales elementos de la investigación, que amenaza con ser un verdadero terremoto en el país:
“Un intento de golpe”
La comisión, compuesta por siete demócratas y dos republicanos, ha sido la encargada de intentar arrojar luz sobre las acciones del expresidente republicano antes y durante el 6 de enero de 2021, cuando se sacudieron los pilares del sistema.
La investigación ha intentado probar que el rechazo de Trump a los resultados de las elecciones de noviembre de 2020, cuando el demócrata Joe Biden se impuso y ganó la Casa Blanca, no fue una simple rabieta de un mal perdedor, sino parte central de una cuidadosa estrategia para desafiar la Constitución y retener el poder. Trump estaba “en el centro” de “un intento de golpe”, dijo sobre los hechos el jefe del comité, el representante Bennie Thompson.
La presentación de este lunes fue un cierre convincente para la comisión, que dijo que Trump buscaba directamente romper “los cimientos de la democracia estadounidense”.
“Donald Trump rompió esa fe. Perdió las elecciones de 2020 y lo sabía. Pero eligió tratar de permanecer en el cargo a través de un esquema de varias partes para anular los resultados y bloquear la transferencia de poder”, dijo también Thompson. “Al final, convocó a una multitud a Washington y, sabiendo que estaban armados y enojados, los señaló hacia el Capitolio y les dijo que ‘lucharan como el demonio’. No hay duda al respecto”.
Presión sobre el vicepresidente
En una serie de audiencias de alto perfil, el Comité aseguró que era imposible que Trump no estuviera al tanto de que había perdido las elecciones. Sus teorías de “fraude electoral” no convencieron a varios miembros de su propio círculo cercano, incluyendo una serie de asesores, su fiscal general e incluso su propia hija Ivanka, que dio su testimonio ante el comité.
Específicamente, el panel dijo que Trump “supervisó” el esfuerzo legalmente dudoso de presentar listas falsas de electores en siete estados -en especial en Georgia y Arizona- que perdió, argumentando que la evidencia muestra que trabajó activamente para “transmitir boletas falsas del Colegio Electoral al Congreso y los Archivos Nacionales” a pesar de las preocupaciones entre sus abogados de que hacerlo podría ser ilegal. La comisión reveló el alcance de estas intimidaciones, invitando a varios de ellos a testificar en persona.
Entonces, como no le salían las cosas, el republicano instó a su vicepresidente, Mike Pence, a bloquear la certificación de la victoria de Biden por parte del Congreso en aquel día aciago. “Lo que el expresidente estaba dispuesto a sacrificar -potencialmente al vicepresidente- para quedarse en el poder, es bastante chocante”, declaró el miembro demócrata del panel Pete Aguilar, en una de las audiencias. Pence, que había aguantado a Trump y su extremismo en los cuatro años de legislatura, se negó a seguirle el juego también en esto y se desmarcó de su postura. Ahora, hasta en un libro, Pence ha contado las amenazas e insultos por desobedecerle.
Pasividad el 6 de enero
Trump convocó a sus seguidores a ir a Washington el 6 de enero, llamándoles a “luchar como locos”. En la multitud reunida a corta distancia de la Casa Blanca, Trump sabía que algunos de los manifestantes estaban armados y eran potencialmente peligrosos, según señalo en esta investigación la exasistente de la Casa Blanca Cassidy Hutchinson, durante una audiencia en junio.
No obstante, Trump trató de unirse a la multitud en su camino hacia el Congreso, al tratar de arrebatar el volante del vehículo presidencial a un agente del Servicio Secreto, de acuerdo con el explosivo testimonio de Hutchinson.
Entonces, el expresidente pasó tres horas viendo por televisión las imágenes de la violencia desatada en el Capitolio sin intervenir. Los miembros del comité parlamentario consideraron que, como mínimo, incurrió en “absoluto abandono de su deber” como comandante en jefe. Los registros de las llamadas de Trump muestran un vacío de más de siete horas, en total, durante el ataque al Capitolio.
Durante estas semanas se ha visto en la comisión un montaje de video de más de 10 minutos que presentaba todas sus acusaciones contra Trump, de testigos que dijeron que sus ayudantes le dijeron a Trump que perdió las elecciones debido a que el expresidente no actuó el 6 de enero mientras se desarrollaba la violencia en el Capitolio.
Recomendación de cargos
El comité realizó su audiencia pública final el lunes, en la que recomendó cargos por la insurrección y emitirá su reporte final se publicará mañana miércoles. Se publicarán “transcripciones y documentos” adicionales antes de fin de año.
Expertos en derecho citados por la agencia AFP aseguran que Trump podría ser procesado penalmente por “obstrucción de un procedimiento oficial del gobierno” o por un cargo más amplio de “conspiración para defraudar” al Gobierno perturbando el funcionamiento de las instituciones.
La decisión de presentar cargos recaerá en última instancia en el fiscal general, Merrick Garland, quien a mediados de noviembre nombró a un fiscal especial para investigar de forma independiente a Trump. Jack Smith es su nombre. Ahora la pelota está en la cancha del Departamento de Justicia.
La comisión también puede hacer recomendaciones legislativas para proteger el proceso de certificación de los resultados de las elecciones para que los eventos del 6 de enero de 2021 no se vuelvan a repetir.
Thompson, un demócrata de Mississippi, dijo que tiene “plena confianza en que el trabajo de esta comisión ayudará a proporcionar un mapa de ruta hacia la justicia, y que las agencias e instituciones responsables de garantizar la justicia conforme a la ley utilizarán la información que se nos proporcione para ayudar en su trabajo”.
El Congreso actual finaliza el 3 de enero de 2023, y entonces dejará de existir la comisión. Pero la investigación del Departamento de Justicia, supervisada por el fiscal especial Smith, continúa.