Las autoridades prorrusas de Jersón piden a Moscú que evacúen a los civiles ante el avance ucraniano
El gobernador impuesto por el Kremlin reconoce las dificultades de las tropas rusas y pide un rescate urgente de la población.
La contraofensiva ucraniana no frena y las autoridades prorrusas de Jersón comienzan a dar por perdida la batalla. En una comparencia por televisión, el gobernador prorruso de la región, Vladimir Saldo, ha pedido a Moscú que ayude a evacuar a los civiles en dirección a Rusia, ante la inminente llegada de las tropas ucranianas.
“Sugerimos a todas las personas de la región de Jersón, si lo desean, que se vayan a otras regiones para protegerse de los impactos de misiles. A los líderes del país [en referencia a Rusia], les pido que ayuden a organizar este trabajo. La gente de Jersón sabemos que Rusia no abandona a los suyos”, ha apuntado Saldo, líder impuesto en una de las cuatro zonas que Putin se ha anexionado ilegalmente.
Este corredor humanitario ruso conecta Jersón, en el sureste, con Crimea, otra de las regiones tomadas como propia por Rusia, en este caso en 2014. La previsión de la inteligencia británica es que los combates sobre el terreno llegarán pronto, tras semanas de ataques aéreos en instalaciones clave por parte de Ucrania. Solo en esta región, las tropas nacionales habría reconquistado unos 400 kilómetros de extensión, cada vez más cerca de la capital.
Sin embargo, como ha podido saber El HuffPost, el llamamiento de salvación no incluye a todos los civiles y muchos nacionales ucranianos están buscando refugio para no ser conducidos a otro territorio ocupado por Rusia y bajo mayor control del Kremlin.
En la última semana, la guerra vive una nueva fase, con el cambio de postura de Rusia. Tras el ataque ucraniano contra el puente que une Crimea con Rusia, Putin ha dado orden de bombardear zonas alejadas del conflicto directo.
Desde entonces se han registrado decenas de muertes en ataques contra instalaciones civiles en puntos como Kiev o Zaporiyia, así como cuantiosísimos daños en infraestructuras críticas para destrozar el país en víspera de un invierno que todos esperan muy cruento.