La violencia machista deja ya más 300 menores huérfanos en España desde 2013
La cifra se eleva hasta los 524 si se suman los mayores de edad que también han perdido a sus madres como consecuencia de esta lacra.
Hasta 309 menores se han quedado huérfanos como consecuencia de la violencia machista en España desde el año 2013. Así consta en el quinto informe anual sobre la situación de los huérfanos de la violencia de género que elaboran la Fundación Mujeres y el Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla.
En total, 432 mujeres han sido asesinadas por sus parejas en España en estos ocho años, dejando huérfanos a 309 menores. Una cifra que se eleva hasta los 524 si se suman los mayores de edad que también han perdido a sus madres como consecuencia de esta lacra.
El informe también repasa la situación en las diferentes comunidades autónomas y plantea algunos de los retos pendientes con un estudio de casos, así como el impacto de la Ley 3/2019, de 1 de marzo, de mejora de la situación de orfandad de las hijas e hijos de víctimas de violencia de género y otras formas de violencia contra la mujer, tanto en lo referido a los problemas de aplicación con la gestión de las ayudas, como en lo concerniente a los supuestos excluidos.
Destaca, no obstante, la preocupante “tendencia descendente” en la aplicación de la ayuda, ya que en 2021 únicamente se han observado dos casos de mejora las pensiones por orfandad.
Semana negra con seis asesinatos
La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, se ha pronunciado este lunes, tras la semana negra que ha vivido el país con el asesinato de seis mujeres.
En declaraciones en la Cadena Ser, Rosell ha considerado que deben mejorarse los protocolos de protección porque en algunas comunidades están “muy desactualizados” para dar respuesta a las necesidades de las mujeres. “Los protocolos de protección siempre pueden mejorar; hemos detectado que había varias mujeres detectadas como víctimas de violencia de género en varios ayuntamientos que no estaban relacionados entre sí”, ha señalado.
Para Rosell, se pone demasiado el acento en la denuncia. “Es una puerta (policial y judicial) para la salida de la violencia pero no debe ser la única para solucionar el problema de la violencia porque es una puerta muy estrecha para muchas mujeres que no tienen la posibilidad denunciar, como las mujeres que están en situación irregular”, ha añadido.
“Una denuncia no puede proteger como todo un Estado”, ha aseverado la responsable de la Delegación de Gobierno, quien ha opinado que “el sistema solo atiende llamando a las víctimas; quizá sea el momento de controlar más a los agresores”.