"La vacuna del coronavirus, al menos en los niños, creo que ya está aquí y es la de mi estudio"
El inmunólogo e investigador Pedro A. Reche lidera un trabajo sobre la vacuna DTP, que podría explicar la inmunidad de los más pequeños frente a la covid.
“Los niños tienen una inmunidad contra el coronavirus pero está inducida por las vacunas que se les administra”. El inmunólogo y profesor universitario Pedro A. Reche ha liderado un estudio que abre una nueva vía para explicar por qué los pequeños son el grupo menos afectado por la pandemia.
Su estudio, elaborado con miembros de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) a la que pertenece, plantea que la vacuna DTP (una combinación de la difteria, tos ferina y tétanos ya existente) causa inmunidad en los niños. “Las primeras dosis se reciben desde los dos meses y generan reactividad cruzada ante el coronavirus”. Hace efecto controlando al virus sin estar planteada para ello, aclara.
El experto español se muestra optimista sobre el efecto de su trabajo: “La vacuna del coronavirus, al menos en los niños, creo que ya está aquí y es la del estudio. De hecho, para cuando llegue la vacuna general dudo mucho que se vaya a implantar la nueva en los niños, porque ya están protegidos”.
Esa nueva vacuna para todos aún no lo va cerca. “Quizás pueda estar a mitad del año que viene. Hay que pensar que el covid no es un virus muy letal, su letalidad según diversos estudios es de un 0,1% aproximadamente. Si fuera más letal, como por ejemplo la rabia, habría que acortar plazos sí o sí. No siendo de este modo, conviene seguir regulando controles, ensayos... Si se corre mucho podría llegar una vacuna antes, ¿pero quién se la pondría?”.
Una vacuna en varias fases
El trabajo de Pedro A. Reche, junto a miembros de la UCM ha analizado las principales vacunas que se aplican desde el nacimiento. “Sin tener una idea preconcebida he encontrado mayores coincidencias en la DTP”. Su aplicación va por fases: “La primera dosis es hasta los dos meses de edad, otra a los 4-6 años y otra a los 9-11 años. Esta última a los padres muchas veces se nos pasa y es fundamental concienciarnos porque cada dosis aumenta la memoria para tener una respuesta más eficaz al covid y mantener la memoria inmunológica”, apunta.
Este tratamiento preventivo contra la difteria, tos ferina y tétanos presenta dos grandes tipos: celulares y acelulares. “Las celulares se caracterizan por su composición por bacterias completas y en mi estudio veo más inmunidad cruzada con la vacuna que utiliza la bacteria completa. En el momento álgido de la primera ola, hablo de datos de mayo, vi que en los países que usan la vacuna celular (Polonia, Noruega y los antiguos soviéticos) comprobé que había menor datos de mortalidad”, prosigue.
En España y en los principales países occidentales, en cambio, se utiliza la acelular, con bacterias incompletas. Por ello, el inmunólogo “sugeriría cambiar nuestro tipo de vacunación a una celular, sin duda, es una cuestión importante”. Explica que el cambio no sería demasiado complejo, “simplemente seleccionar la otra, muchas compañías trabajan con ambas y sería recomendable no solo en la protección contra el covid”.
Sobre el funcionamiento técnico de la dosis, Pedro A. Reche trata de resumir su trabajo: “La inmunidad que se adquiere por una vacuna se llama adaptativa y está mediada por los linfocitos T y B, que son los que adquieren memoria. Estas células no reconocen a un patógeno en su totalidad, sino pequeños fragmentos de los componentes que se llaman “epítopos”. Hasta ahora se buscaba el antígeno completo y yo he buscado coincidencias”.
Una versión de la vacuna para adultos
El estudio no solo habla de niños. También plantea la idoneidad de este tratamiento en adultos para controlar la pandemia. “Lo ideal es desarrollar una vacuna nueva, pero lleva mucho tiempo. Hay una que funciona, la analizada, pero además el estudio sugiere la utilización en adultos de una “hermana menor” con menos carga antigénica”.
“Es, básicamente, la que se utiliza en la última toma de los niños, cuando tienen entre 9 y 11 años. Yo recomendaría usarla ya en adultos; de hecho, si ya están vacunados contra la DTP de niños les hará mejor efecto. Es más, me aventuro a plantear que aquellas poblaciones donde haya afectado más estará relacionado con que hayan adoptado la vacuna más tarde”, reconoce Reche.
En España ni esta ni ninguna vacuna es obligatoria. Sí están extendidas, pero no pasan de una recomendación sanitaria. Para el inmunólogo e investigador esto debería cambiar: “Las vacunas esenciales, la de la polio, el sarampión o la DTP, deberían ser obligatorias. Luego hay otras que son buenas y nos dicen que son recomendables, como la del virus del papiloma humano, que yo se la he puesto a mis hijos, pero hemos vivido sin ellas hasta ahora”. “Insisto, las básicas deberían ser obligatorias para todos”.
“No sé cómo alguien puede decir que las vacunas no protegen, cuando está más que demostrado. Es impepinable que existan... es que no sé ni qué decirles”, se limita a responder cuando se le pide opinión sobre el movimiento antivacunas.