Un 'show': las frases que dejan en evidencia a las parejas de 'La Última Tentación'
El estreno de la secuela de 'LIDLT' en Telecinco ha estado cargado de momentos surrealistas.
Este miércoles ha arrancado en Telecinco La Última Tentación, la secuela de La isla de las tentaciones que ha venido a demostrar, en base a las preocupaciones de parejas y tentadores de ediciones pasadas, que los problemas de la vida real son un chiste.
¿Tomaron la decisión acertada al abandonar La isla de las tentaciones en una compañía u otra o, en pocos casos, solos? Sandra Barneda lanza la pregunta al aire, el late motiv de este reality. Ante esa profunda cuestión, a algunos se les escribe en la cara la palabra duda y, cuando abren la boca, quedan en evidencia.
Las presentaciones, sin desperdicio
Comienzan las presentaciones de las parejas, por si hay algún seguidor despistado del programa que todavía no conoce a quiénes la armaron en villas y hogueras.
Lucía e Isaac ‘Lobo’ (LIDLT 3)
Van a enfrentarse a una ‘prueba de amor’ porque ya llevan dos meses juntos. “A Marina la decisión [de que sean pareja] no le sentó muy bien”, dice Lucía. Hay que analizar a fondo la frase para entenderla: a Marina no le debió gustar mucho que el chico que estaba llamado a ser su novio acabara liado con su amiga, un affaire que comenzó a sus espaldas. A toro pasado, Lucía lo aclara: “Amiga, amiga, ni ella era de mí ni yo de ella” y eso que luego dice que el programa le trae recuerdos de “infidelidad, traición, decepción...”, pero seguramente solo en lo que a Manuel, su exnovio, respecta.
Como Lucía no ha tenido unas palabras para Manuel, Isaac —que ha vuelto “para gozarla y para divertirse”— tiene ese gesto de deferencia una vez que está en la villa en la que vivió el Jesulín de Ubrique de Puerto Real: “Me acuerdo de la carita del pobre Manuel” (el mismo por el que a su novia Lucía le podrían haber llegado a trasplantar la glándula lacrimal).
Andrea y Roberto (LIDLT 1 y 2)
Andrea entra “muy enamorada de Roberto”, los ocho meses que llevan juntos les han cundido. Él espera “que no le falle” porque la quiere “muchísimo”. Una frase que subraya... Entró en la primera edición de LIDLT con su novio Ismael, al que le dijo que no tenía ningún motivo para desconfiar de ella, terminó el programa con el tentador Óscar, volvió al reality y conoció a Cristian, pero “no salió bien”.
Por eso dice que, al despedirse, Roberto “se ha quedado bastante nervioso, porque espera que pueda pasar lo de otras ediciones”. ¡Normal que al chaval le entre el tembleque! “Esta isla ya forma parte de mi vida”, dice. ¡Pero si nunca se ha ido! (¿Eh, Joaquín?).
Fani y Christofer (LIDLT 1)
Ay, Fani y Christofer. La noche y el día. Llevan nueve años juntos —con una ruptura de por medio—. Para él, “el momento más duro” fue cuando gritó ”¡Estefaníiiiiiiiia!”, “se me rompió algo dentro” (además de las cuerdas vocales). Quiere “quitarse esa espinita”, pero “no estaría dispuesto a darle una tercera oportunidad”.
Ese ultimátum tampoco es que le quite el sueño a Fani, que “tiene muy buenos recuerdos de LIDLT, de lo bien que lo pasó, aunque el peor recuerdo fue la hoguera, cuando Rubén —el tentador— dijo que se iba solo”. Y todo esto lo cuenta con... Christofer delante. Ya no hay quien reste validez al dicho de que los polos opuestos se atraen.
Mayka y Alejandro (LIDLT 2)
Llevan tres meses juntos y él debuta en el programa. Una de las cosas que le conquistó de ella es la poca importancia que da a la imagen (por cierto, se conocieron en una fiesta de influencers). Alejandro vio su paso por LIDLT, cuando entró con Pablo, al que tuvo que arropar la audiencia (alguien debía darle consuelo), pero confía en ella “al 100%”. “Fue una experiencia bonita porque lo pasé bien, pero es dura”, dice ella. (No, Mayka, duro fue para Rosito, que no podrá volver NUNCA).
Patri y Lester (LIDLT 2)
La entrada de Lester ha llegado con zasca a su ex, Marta Peñate. Entra con Patri, por la que siente “un amor increíble”: “Es lo mejor que ha pasado por mi vida”. Eso sí, mientras Patri le dedica unas bonitas palabras a su lado, él mira perdido y de frente a la cámara, como el que intenta dar caza a ese mosquito que se planta en la pantalla de la tele. Así que la frase que luego pronuncia Patri, “no quiero perder a Lester por un desliz”, bien se puede atribuir a un pensamiento dicho en voz alta o a una llamada de atención.
Minutos dramáticos
Llegó la hora y el drama entra en escena. Sandra Barneda les informa de que vivirán la experiencia por separado y todos SE HACEN LOS SORPRENDIDOS. “No quiero que te lleven a ningún lado”, lamentan. “No te vayas”, le dice Lucía a Isaac alias ‘Lobo’, que ya se prepara para bajar de las colinas. ¿Quién les dijo que iban a GH VIP? Aunque el drama dura lo que tardan en separarse.
Todos coinciden. “Lo que vives aquí no lo vives en la vida real”. Algo así como las gloriosas fiestas de los extinguidos concursantes de Mujeres y Hombres y Viceversa en La posada de las ánimas: noches eternas en la discoteca madrileña y Nagore Robles con una confidencia en el siguiente programa. Tampoco ha cambiado tanto la cosa...
Primeros momentos de cachondeo
Fani y Andrea entran cogidas de la mano a la villa. Aún hay un hilo de esperanza, ninguna alarma suena en ese momento. O no... “No puedo decir que no me va a volver a pasar, porque la primera vez vine y estaba muy segura”, Fani dixit.
Además, por si nadie lo recuerda, ya lo menciona Isaac: “La alarma la inventé yo, me tienen que pasar la factura de la luz a mí”. Este chico no está al corriente de los precios históricos de la electricidad, porque en La Última Tentación se vive una especie de realidad paralela.
Mayka también empieza a sumergirse en el ambiente, en el recuerdo de noches interminables con tentadores: “No sé qué tienen estás villas, pero es venir aquí y te cambia todo”.
″¡Quiero que me miren a mí!”
Y mientras ellos se acomodan, Barneda les da el primer sofocón a sus parejas, Christofer, Roberto, Patri, Alejandro y Lucía, que se dedicarán a ver qué ocurre en la otra villa con sus enamorados. Lucía toma el rol protagonista en El amor en los tiempos del cólera: ”¡Que no quiero ser espectador de nadie, que quiero que me miren a mí!”.
No ha hecho falta esperar a las hogueras para escuchar el primer corte de la presentadora, “esto no es La isla de las tentaciones”. En La Última Tentación “lo único que existen son asuntos pendientes”. Asuntos con cara, nombre y apellidos que tendrán que compartir dormitorio con el concursante al que les une el pasado (mientras el novio/a observa).
El reencuentro de algunos de ellos en la playa parecía dar tregua a los malos rollos. Mayka confirmó que pidió no hace mucho y sin suerte una segunda oportunidad a Pablo, y él ve que “hay feeling” y quiere saber “qué es ese algo”. Esto augura un intercambio de roles.
Isaac, que intenta ser educado, aprovecha para decir delante de Marina “no tengo ningún problema con ella”. A la chica casi le revientan las arterias: ”¡¿Qué problema va a tener él?! En todo caso lo tendré yo con la guarrada que me ha hecho... ‘Vamos a hacernos un tatuaje’, ¡todo mentira!”. Mentir con la promesa de un tatuaje no tiene perdón divino.
Con semejante panorama en esta historia real como la vida misma, los primeros roces son más que predecibles: ya hay varios que han discutido por saber a quién le toca apagar la luz del dormitorio antes de meterse en la cama. Aunque la luz importante, la de la alarma del programa siguiente, ya está encendida: empiezan los primeros deslices.