La UE cierra un tope al gas de 180 euros con el apoyo de Alemania
Países Bajos se ha abstenido y Hungría se ha opuesto tras duras negociaciones. Rusia habla de "violación" del mercado.
Fumata blanca al fin. Tenía que ser el lunes, sí o sí, había advertido el Consejo Europeo, y los ministros de energía de la UE han cumplido. Los Estados miembros de la Unión Europea han llegado a un acuerdo este lunes para aplicar un tope de 180 euros al precio de las importaciones de gas a la UE. Son 95 euros menos que la primera propuesta formal de la Comisión y que generó muchas críticas.
Comenzará a funcionar el 15 de febrero de 2023 tras recibir el apoyo de Alemania, con la abstención de Países Bajos y Austria, mientras que Hungría se ha opuesto en unas conversaciones duras entre los Veintisiete.
“Por fin”, celebraba en las redes sociales la titular española del ramo, Teresa Ribera, que habla de “otra misión cumplida”, en palabras de su colega checo. Poco después respondía Pedro Sánchez, feliz porque “tras mucho esfuerzo y trabajo en equipo, España logra sacar adelante el tope al precio del gas”. “Con ello protegemos a Europa, a nuestras empresas, industrias y familias. Un éxito más de la política útil”, sentencia el presidente del Gobierno.
Los ministros de Energía de los Veintisiete llegaban a este encuentro con el mandato de acordar el mecanismo de corrección del mercado, tras el ultimátum que les dieron el pasado jueves los líderes europeos a fin de contar en 2023 con una herramienta para evitar picos de precios excesivos en el mercado europeo.
Según el acuerdo alcanzado, el mecanismo se activará cuando al mismo tiempo se superen los 180 euros en el mercado europeo durante tres días seguidos y haya una diferencia de precio de 35 euros respecto a los mercados internacionales, como ha detallado la propia Teresa Ribera.
Como informa Europa Press, para suavizar la postura de Alemania, los países han accedido a introducir en el reglamento una evaluación voluntaria para los Estados miembro que podrán identificar excepciones específicas previstas en la legislación comunitaria medioambiental para el desarrollo de energías renovables.
Rusia habla de “violación” e “intrusión” en el mercado
El Kremlin ha reaccionado con dureza, como se esperaba, al acuerdo comunitario y lo ha calificado como una “violación” del método de fijación de precios y una “intrusión” en los procesos del mercado.
“Esta es una violación del proceso de fijación de precios del mercado (y) una intrusión en el proceso del mercado”, ha expresado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, agregando que la respuesta de Rusia a la medida de la UE tomará tiempo, ya que Moscú debe “sopesar a fondo los pros y los contras”, según ha informado la agencia de noticias Interfax.
Semanas al límite y críticas generalizadas
La cifra alcanzada está lejos de los 275 que Bruselas lanzó a finales de noviembre, en una propuesta que no gustó a casi nadie. Incluso España, a través de Pedro Sánchez, habló de un plan que podría “tener incluso efectos perversos” y claramente “insuficiente”.
Ya en manos de los países, ese borrador ha ido negociándose y las últimas conversaciones habían manejado un tope cercado a los 200 euros/MWh con una brecha superior a 35 euros al precio medio en el mercado de gas natural licuado durante tres días y un “corredor dinámico” que hiciera evolucionar ese techo en función de la diferencia con otras plazas internacionales.