La respuesta de varios expertos a si hemos pasado el pico del covid y qué significaría hacerlo
Un artículo publicado por 'Nature' explica el escenario al que se enfrenta el mundo en las próximas semanas.
Desde hace semanas, meses incluso, se oyen frases que invitan al optimismo: “Lo peor ha pasado”, “es el principio del fin de la pandemia”... La manida ‘curva’ del coronavirus parece dar la razón, al menos en parte, a estos presagios y los datos se muestran lejanos en buena parte del globo a los sufridos a lo largo del trágico mes de enero. ¿Significa esto que hemos superado el ‘pico’ del coronavirus en todo el mundo?
Esta es la principal hipótesis que sostiene un grupo de epidemiólogos y expertos internacionales en un artículo publicado en la revista Nature. No obstante, piden prudencia antes de descorchar el champán. Si hemos superado el pico, como plantean de forma mayoritaria, advierten de que aún son muchos los riesgos de rebrotes y escalada de la transmisión.
Principalmente, porque superar ese techo estadístico no significa que los casos y los fallecidos sigan bajando desde entonces. El estudio revela que las cifras están muy lejos de las sufridas a primeros de 2021, pero vuelven a repuntar tras marcar el suelo de los últimos meses. La relajación de medidas, la autoconfianza por la evolución positiva, las nuevas variantes y la ausencia de vacunas en buena parte de la población mundial son algunos de los peligros que más atemorizan a la comunidad científica.
“La evidencia preliminar es alentadora, pero la posibilidad de que las variantes escapen a la inmunidad preexistente es una preocupación clara y actual”, dice Caitlin Rivers, epidemióloga de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland. “Hay muchos lugares donde la inmunidad de la población y la cobertura de vacunas es bastante baja, y esos lugares seguirán siendo vulnerables”.
Según los datos del medidor internacional Our World In Data, el 7 de enero se registraron 880.902 nuevos positivos en todo el mundo, casi el triple de lo marcado el 15 de febrero (283.585). Desde entonces, en cambio, la ‘curva’ de transmisión vuelve a repuntar y marca un incremento diario de medio millón de contagios conocidos el miércoles 17 de marzo.
Algo parecido se refleja en la estadística de muertes, que se disparó a niveles nunca vistos en enero y marcó un tope de 17.895 fallecidos en la jornada del 20 de enero. Apenas mes y medio después, a primeros de marzo, la magnitud descendió alrededor a menos de un tercio, con 5.253, aunque la última notificación ya habla de casi 10.000 muertos ayer, miércoles.
Ramanan Laxminarayan, epidemiólogo de la Universidad de Princeton pero con sede en Nueva Delhi, India, cree que pandemia alcanzó su punto máximo en enero. Ve factible, recoge Nature, más olas, e incluso alcanzarse nuevos máximos regionales, pero a nivel mundial defiende que “lo peor ha quedado atrás”.
Lo considera principalmente por el altísimo número de personas que ya han sido infectados, lo que limitaría las opciones de transmisión actual del virus. También hace referencia a la efectividad de medidas de contención como cierres de fronteras o confinamientos, toda vez que se dispone de más información útil para determinar qué políticas funcionan mejor.
Sin embargo, otros expertos son menos optimistas. “Sigue habiendo demasiadas incertidumbres para poder decir que el pico ha pasado”, apunta Henrik Salje, epidemiólogo de enfermedades infecciosas de la Universidad de Cambridge, Reino Unido.
La principal es la presencia de nuevas variantes, como la británica o la sudafricana, con una mayor transmisibilidad entre personas. Solo en España hay una decena de cepas en estudio por parte del Ministerio. “Estamos en esta carrera contra el tiempo”, agrega Rachel Baker, epidemióloga de la Universidad de Princeton en Nueva Jersey, EEUU. ”¿Podemos vacunar a las personas lo suficientemente rápido para evitar ese pico futuro de estas variantes más transmisibles?”.
Otra incógnita es cuánto tiempo durará la inmunidad, ya sea por vacunación o por infección, sostienen los expertos más escépticos Si la protección es de corta duración (algunos estudios sitúan la inmunidad biológica por contagio en hasta nueve meses), es posible que se produzcan brotes más grandes en los meses y años venideros, alertan.