La reinvención de Swatch gracias a su alianza con Omega
La marca, que reinventó el reloj de muñeca tradicional a precios más que competitivos, da una vuelta de tuerca a su estrategia de mercado.
No siempre las aventuras empresariales terminan en final feliz. Casi siempre, las multinacionales se tienen que reinventar, reenfocar sus negocios y navegar en las turbulentas aguas de las nuevas modas, la aparición de otras marcas y la temida competencia.
Cuando nació Swatch, la industria relojera suiza luchaba por competir contra los modelos baratos de relojes de pila que llegaban de Asia. Estaban las grandes marcas relojeras del lujo y superlujo, y luego estaban las pequeñas empresas que competía con Casio y similares.
Swatch reinventó el reloj de muñeca tradicional a precios más que competitivos gracias a la marca de “reloj suizo” que garantizaba tecnología punta y mucho, mucho diseño a precios asequibles. Y se notó.
Las ventas de Swatch se dispararon a 20 millones al año a principios de la década de 1990. Era el reloj de jóvenes más cool del mercado. Un Swatch para cada outfit, llegó a vender la firma. El grupo Swatch es una potencia que hoy incluye 17 marcas y ventas anuales de alrededor de 7.500 millones.
Y cuando parecía que todo iba bien, llegaron los smart watch y los fit watch. Los relojes inteligentes, para entendernos. De estos, el Apple Watch es el rey, con ventas superiores a los 3 millones de relojes al año y sobre todo entre público joven.
Nick Hayek, el director ejecutivo de Swatch Group, tenía que darle la enésima vuelta de tuerca a la compañía para regresar a ser competitivos en primera línea. Y lo ha conseguido.
El Omega-Swatch MoonSwatch es la versión económica de las ofertas de alta gama de Omega. Hayek y su equipo idearon un plan para crear un modelo basado en su diseño tradicional aprovechando su experiencia en fabricación y diseño por un precio que se mantuviera fiel a la ética de la marca.
La herencia y el aspecto del Omega Speedmaster Moonwatch se han utilizado en la creación del MoonSwatch. El primero, mecánico de acero y cuerda manual, se vende al por menor por alrededor de 7.000 dólares. El MoonSwatch, fabricado en cajas de bioplástico y cerámica multicolor, cuesta solo 260 dólares. Y han revolucionado el mercado.
Hayek afirma que podría vender 10 millones de relojes en el próximo año de este modelo, lo que significa un revival en toda regla.
¿Quién no quiere un Omega —el reloj de James Bond— con la tecnología de lujo y el diseño de Swatch?
