La recuperación perpetúa la desigualdad y beneficia a los más ricos
El 1% de la población más rica en España concentra una cuarta parte de la riqueza.
La economía española recuperó el año pasado el nivel de producto interior bruto (PIB) que había antes de la crisis. El país encadena cuatro años de crecimiento económico, los últimos tres con incrementos superiores al 3%. Sin embargo, a pesar de la recuperación, España es un país mucho más desigual que antes.
La tasa de pobreza se sitúa en el 22,3% de la población. Es decir, hay 10,2 millones de españoles que tienen una renta inferior al umbral de pobreza. Esto significa que anualmente tienen menos de 8.209 euros, en el caso de una persona solo, o 17.238, si se trata de una familia con dos adultos y dos menores. Es más, el 28% de la población española está en riesgo de pobreza o exclusión social. Son cuatro puntos más que la tasa que había en 2008.
Estos preocupantes datos han llevado a la ONG Oxfam Intermón a centrar su informe anual sobre la desigualdad en visibilizar cómo la recuperación económica está favoreciendo especialmente a los ricos. "Hoy España es una sociedad más desigual y más injusta que antes de la crisis. La recuperación no está ayudando a revertir esta situación. Bien al contrario, la está perpetuando", señala el informe titulado ¿Realidad o ficción? La recuperación económica, en manos de una minoría.
Aquí desgranamos algunos de los datos:
La recuperación favorece cuatro veces más a los más ricos
La brecha económica existente entre los más ricos y los más pobres en España creció entre los años 2007 y 2016. El 10% más pobre ha visto disminuir su participación en la renta nacional en un 17%. Sin embargo, la participación del 10% más rico ha aumentado un 5%, señala el informe.
España es el tercer país más desigual de la UE después Rumanía y Bulgaria y en empate con Lituania, según los últimos datos disponibles, correspondientes a 2016. ¿Cómo se mide la desigualdad? Mediante el índice de Gini, en el cual el valor 0 significa máxima igualdad. Cuanto más alto sea, más desigual es el país. En 2007 se situaba en 31,9, mientras que en 2016 se ha elevado hasta un 34,5.
Oxfam denuncia que de cada 100 euros que generó el crecimiento económico entre los años 2013 y 2015, un total de 29 euros fueron al 10% de las rentas más altas y únicamente ocho euros fueron para el 10% más pobre, cuando son justamente los que más sufrieron la crisis.
"Sabíamos que la crisis había sido injusta para las rentas más bajas. Si 29 euros de cada 100 que ha generado el crecimiento económico han ido a parar a los más ricos, estos ven cómo les favorece esta recuperación", cuenta Íñigo Macías, coordinador de investigaciones de Oxfam Intermón y coautor del informe, a El HuffPost.
Aquí se puede ver el gráfico del crecimiento de la renta en los hogares entre los años 2013 y 2015:
La riqueza está retenida en muy pocas manos
El 1% de la población más rica en España concentra una cuarta parte de la riqueza nacional (25,1%), una cantidad muy similar al 32% que posee entre los cientos de miles de personas que conforman el 70% de la población. Además, ese pequeña parte que tiene rentas muy altas cada vez tiene más dinero, tal y como se puede ver en el siguiente gráfico sobre el porcentaje de riqueza que atesoran los más adinerados:
Los salarios de los más pobres caen, mientras suben los sueldos de los ricos
La gran consecuencia de la crisis fue el incremento del desempleo. El aumento de las personas sin empleo y la reforma laboral de 2012 llevaron a que se produjera una bajada salarial. La llegada de la recuperación económica y el incremento de la productividad no han traído consigo una mejora salarial, sino que se han convertido en ganancias empresariales.
Oxfam señala que la productividad por hora trabajada ha crecido diez veces más que el salario promedio por hora trabajada. "Es un modelo que beneficia a la renta del capital (beneficios o dividendos), por delante del empleo y los salarios", apunta Macías.
Los salarios más bajos se han reducido un 15% entre los años 2008 y 2016, mientras que los sueldos más altos se han incrementado en ese mismo porcentaje. "La famosa devaluación salarial durante la crisis no afectó a todos por igual. Los más bajos sufrieron más, mientras que los más altos permanecieron constantes. Algo que se ha perpetuado con la recuperación", asegura Macías.
Tener trabajo ya no significa salir de la pobreza
Otra de las consecuencias nefastas de la crisis económica en España fue la precarización del empleo. "La recuperación económica viene de la mano de la precariedad laboral", critica Macías.
¿Por qué bajaron tanto los sueldos y disminuyeron las condiciones laborales de los trabajadores? Debido a los salarios de entrada al mercado laboral. Es decir, la crisis dejó a muchos trabajadores en la calle y, por tanto, no existía competición salarial, explica Macías. En concreto, el salario promedio del primer contrato se ha reducido un 11%. En el caso de los menores de 26 años, la reducción alcanza el 14%. Además, siete de cada diez jóvenes tienen un empleo de carácter temporal.
También afectó la reforma laboral del Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2012, que hizo que la capacidad de negociación colectiva de los trabajadores se viera seriamente mermada, al primar los convenios de las empresas por encima de los convenios sectoriales.
Las mujeres sufren más precariedad
Un total de 10,3 millones de personas se encontraban a finales de 2016 en situación de vulnerabilidad social. ¿Quiénes están incluidos aquí? Los trabajadores precarios, los inactivos que quieren trabajar, los que sufren pobreza laboral o que tienen baja intensidad laboral y los desempleados.
Prácticamente seis de cada 10 personas en esta situación de vulnerabilidad social son mujeres. ¿Por qué? Debido a la enorme brecha salarial entre hombres y mujeres. Ellas ganan un 20% menos que ellos.
Oxfam señala que los factores que determinan esta brecha son que las mujeres ocupan la mayor parte de los empleo a tiempo parcial, trabajan menos años que los hombres debido a que se encargan de las tareas de cuidados y son las que concentran las actividades de menor reconocimiento social.
"Nos encontramos con que las mujeres son doblemente castigadas: acceden en mayor grado a los trabajos con salarios más bajos y, dentro de estos, reciben todavía peor compensación que los hombres", señala el informe. "Las mujeres y los jóvenes son los más perjudicados de la crisis y la recuperación", afirma Macías.
Y, ahora, ¿qué hacemos?
Oxfam Intermón pide una serie de medidas que ayuden a combatir la desigualdad. Por ejemplo, que se incremente el salario mínimo hasta los 1.000 euros mensuales en 2020. También solicita que las compañías establezcan escalas salariales, en concreto, recomienda una de 1:20, es decir, que la persona que más gana en una empresa cobre como mucho 20 veces el salario más bajo de esa misma compañía.
Asimismo, la ONG pide a los partidos que trabajen para la progresividad del sistema financiero español, revisando las deducciones. Así como una ley contra la evasión y la elusión fiscal.