La realidad paralela post-cuarentena
Si eres menor de 30 años, el consumo asiduo de cannabis (THC en particular) aumenta el riesgo de sufrir esquizofrenia posteriormente.
Las personas podemos tener alucinaciones por muchas razones. Las más típicas ocurren tras el consumo de alucinógenos o en la esquizofrenia. Sin embargo, en épocas recientes hay personas que tras el confinamiento están tendiendo una sensación de “realidad paralela” basada en aspectos que no son contrastados con lo que de verdad observan. Por ejemplo, más miedo a interaccionar con los demás incluso guardando las distancias o la sensación permanente de estar enfermando. ¿Por qué se producen estas sensaciones que no tienen fundamento real?
¿Qué es alucinar?
Las alucinaciones en el diagnóstico se definen como percepciones que se viven como experiencias reales en ausencia de estímulos externos. Sin embargo, son tan claras y “reales” que impactan en las percepciones, haciéndonos percibirlas como parte de la realidad.
Las alucinaciones se pueden fomentar por el consumo de estupefacientes o por alteraciones neurológicas. Sin embargo, en ausencia de estas circunstancias, a veces las seguimos experimentando como fenómenos que se manifiestan en el cerebro.
A mayor alucinógeno, menor actividad cerebral
En un trabajo reciente efectuado en la Universidad de Oregon en Eugene, los investigadores se plantearon cómo se comportaban las neuronas durante una alucinación.
Para ello, usaron un modelo de ratón al que inyectaron una droga alucinógena (el DOI). Esta droga actúa como el LSD, es decir, interaccionando con algunos receptores (proteínas) de las neuronas que responden a la serotonina (una molécula que utilizamos para mantener el ánimo, por ejemplo). Concretamente, se trataba de los receptores 2A.
Posteriormente, analizaron imágenes de los cerebros de estos ratones para comprobar el comportamiento de las neuronas tras el consumo de la droga. Con gran sorpresa, pudieron comprobar que las neuronas de la corteza visual (la que interpreta las imágenes visuales) tenían una menor actividad. En principio, se hubiera esperado que frente a una alucinación visual ocurriera todo lo contrario, es decir, que las neuronas estuvieran más estimuladas e hiperactivas. Sin embargo, ocurría lo contrario.
A pesar de que tanto con el fármaco como sin éste las señales visuales que se enviaban desde la retina eran idénticas, el procesamiento de la imagen era diferente. En el caso de las alucinaciones se producía una reducción de la actividad neuronal, como si las neuronas “rellenaran” el contenido de imágenes para compensar la información que les falta.
El cerebro interpreta la realidad a su manera
Si bien el trabajo se efectuó en animales de experimentación, se sabe que el cerebro humano reacciona de manera similar con los fármacos alucinógenos. La mayoría de los pensamientos que generamos diariamente ni siquiera se hacen conscientes y muchas veces se forjan basados en experiencias previas sin necesidad de que los estímulos estén ocurriendo en ese momento. Se podría decir que “el cerebro interpreta el mundo a su manera”. Un fenómeno acusado recientemente, en particular en personas que viven solas, es el haber “rellenado” los momentos sin estímulo del cerebro con pensamientos catastróficos y fobias que antes no existían (miedo a salir a la calle, miedo a caer enfermo, etc). Sobre todo si esos vacíos mentales venían acompañados de emociones de miedo o estrés. Por consiguiente, se forjan realidades catastróficas o miedos desmesurados a aspectos que son en realidad anodinos, como cruzarse con otra persona por la calle. Sería un efecto parecido a lo que ocurre durante las alucinaciones, en las que el cerebro cargado de emociones negativas sin poder tomar decisiones concretas rellena los vacíos mentales causados por la incertidumbre.
En palabras de Cris Niell, uno de los científicos colaboradores del estudio sobre las alucinaciones: “Entender lo que pasa en el mundo resultad del equilibrio entre la información que el cerebro recibe y la interpretación que hace de esa información. Si se pone menos énfasis en lo que ocurre alrededor, es probable que el cerebro tenga tendencia a interpretarlo exageradamente y a su manera, lo que produciría las alucinaciones”.
En los estudios futuros, esta investigación se podría extrapolar al análisis de las anomalías que ocurren en el cerebro de personas con esquizofrenia. En estas personas, se observa en muchos casos anomalías en los receptores de serotonina 2A que aparecían afectados con las drogas alucinógenas. La voluntad de estos investigadores es conseguir en el futuro mejores y novedosos tratamientos para esta enfermedad. Mientras tanto, recuerda que si eres menor de 30 años, el consumo asiduo de cannabis (THC en particular) aumenta el riesgo de sufrir esquizofrenia posteriormente.
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