La Quiniela se muere: las razones de la fuerte caída del '1X2'
"Se ha quedado simplemente obsoleta", zanjan los expertos.
El '1X2' se muere. La Quiniela, el producto de apuestas futbolístico por excelencia en las últimas siete décadas, está de capa caída desde hace ya varios años. Su recaudación, premios y participación no dejan de caer temporada tras temporada y su situación comienza a ser límite. ¿Tiene futuro el juego que enganchó a varias generaciones?
Los datos de ventas de la Quiniela desde 2008 son desoladores: ha pasado de 557,3 millones de euros en aquel momento a 268,5 en 2015, el último año del que Loterías y Apuestas del Estado (LAE) ha publicado datos. Pero las cifras que se pueden consultar de las dos últimas temporadas tampoco son positivas. Comparando jornada a jornada, tanto el número de apuestas como el dinero recaudado descendió en abril de 2017 con respecto al mismo mes de 2016 en todos los casos.
Hay más datos que dan idea de que los mejores tiempos del '1X2' han quedado muy atrás. Las mayores recaudaciones de la Quiniela se produjeron ya hace mucho, en concreto en los años 1996, 2000 y 1998. Lo mismo ocurre con los mayores premios repartidos, que fueron entregados en 2005, 1996 y 2007.
En sus memorias anuales, LAE establece dos motivos principales para el descalabro de este producto: la crisis económica y la competencia de las apuestas deportivas online. Los expertos admiten que son dos factores que han influido, pero introducen muchos matices.
Miguel Córdoba Bueno, profesor de Matemática Aplicada de la Universidad CEU San Pablo, reconoce que la crisis tuvo efecto en casi todos los juegos en el periodo 2011-2013 porque, "si la gente no tiene renta disponible, no juega o juega menos". Explica que en esa época se produjo una disminución en la recaudación en todos los juegos excepto en el online, que estaba comenzando. "La Quiniela no ha sido ajena a la crisis pero, cuando llegó la recuperación, los gustos, simplemente, habían cambiado", zanja.
Es decir, cuando el tsunami de la crisis pasó, la vida que había conocido el '1X2' se había transformado. Una nueva generación había llegado y veía la Quiniela como algo antiguo y se decantaba más por las apuestas online. "Es normal porque están digitalizados desde niños. No necesitan desplazarse y verle la cara al que vende los décimos de lotería o sella los boletos. Es un simple problema generacional y, al final, pasará como con el sector del taxi, que los Uber, los Cabify, y sobre todo, los Car2go, se los comerán y desaparecerán. Es sólo una cuestión de tiempo", advierte Córdoba.
Mariano Chóliz, director de la Unidad de Investigación 'Adicción al Juego y Adicciones Tecnológicas', advierte de que las apuestas online suponen un riesgo mucho mayor de adicción que juegos como la Quiniela porque el resultado ocurre a los pocos minutos. "Esa inmediatez es el principal componente adictivo de cualquier juego de azar. Pero, además, en las apuestas online se puede apostar por muchos otros eventos, además de por quién gana o pierde: uno puede apostar por el resultado concreto, por quién marca goles o cómo lo hace y cuándo", explica.
Y ese auge de las apuestas online no es, en absoluto, positivo. Chóliz avisa de que los jóvenes y adultos jóvenes juegan "mucho más que los mayores de 35 años a estos tipos de juegos". "Nosotros hemos publicado trabajos en los cuales se ha demostrado que es el juego preferido de los menores de edad y que incluso está provocando síntomas de juego patológico en ellos, así como juego de riesgo", insiste antes de subrayar que "la gravedad de la adicción es mayor cuanto antes se inicie en el consumo".
Por eso, este experto llama a tomar medidas educativas y regulatorias contra las apuestas online. Entre las segundas, afirma que es necesario un reglamento de publicidad específico que limite la publicidad del juego y controle los contenidos publicitarios. "Es indispensable reducir la disponibilidad del juego online, que actualmente se lleva a cabo no solo mediante ordenadores, tablets o smartphones, sino también en bares y cafeterías en máquinas de apuestas. Es fundamental controlar el acceso no solamente a los salones de juego, sino también a los propios juegos mediante tarjetas de juego o el propio DNI electrónico", advierte.
Pero el ocaso de la Quiniela, avisan los expertos, no se debe únicamente a la crisis ni al auge de las apuestas online. Miguel Córdoba afirma que la propia naturaleza del '1X2' también tiene mucho que ver porque se trata de un juego que depende de circunstancias no controlables. Por ejemplo, dice, que juegue o no Messi o que llueva o haga sol puede alterar el resultado de un partido. "Por tanto, no es un juego fácil, como puede ser marcar seis números en un boleto de primitiva, o comprar un décimo en Navidad", señala.
En el fútbol actual, señala, las combinaciones ensayadas para Quinielas o los dados del '1X2' que asignaban probabilidades dobles de ganar en en campo propio que en el contrario han dejado de tener sentido. Córdoba añade que ahora ya existen otras muchas apuestas deportivas, en particular las de fútbol, que se pueden hacer sobre un solo partido, un resultado y otros elementos. "Por lo que la tradicional Quiniela se ha quedado simplemente obsoleta", zanja.
Laura Guillot, experta en la industria del juego, ocio y medios, asegura que tampoco ayuda el inmovilismo de LAE, con cuya gestión se muestra extremadamente crítica. "LAE tiene que hacer algo y yo lo que veo siempre es autocomplaciencia, nada de autocrítica y negación de su declive", lamenta. En su opinión, la Quiniela tiene 70 años y, precisamente por eso, es ya un juego "un poco viejo y obsoleto" cuyos clientes están muriendo. "Y no están captando nueva clientela en la gente joven, que se informan en redes sociales. Y la presencia de la LAE ahí es muy pequeña, no hay estrategia de marketing", critica.
Guillot señala que LAE se gasta "cantidades ingentes, hasta 66 millones de euros" en publicidad en medios convencionales mientras hay estudios que indican que los jóvenes prácticamente no miran la prensa de papel. Lo que tendrían que hacer, en su opinión, es hacer "un cambio estructural, remodelar la Quiniela de arriba a abajo".
"Por ejemplo, hace 70 años no existía la Champions, pero hoy en día sí y hay mucha gente joven a la que le interesa más esa competición que la Liga porque de esta última interesan muy pocos equipos. Tendrían que ampliar competiciones, deportes, y pensar en ser un complemento a las apuestas online", recomienda Guillot, que vaticina que la situación irá a peor.
Una opinión que comparte Miguel Córdoba, que cree que "es posible" que la Quiniela acabe desapareciendo en el corto-medio plazo, al menos con su actual formato. "Es preciso modernizarla, variar cada cierto tiempo el formato de apuesta, jugar con las probabilidades para crear apuestas atractivas y jugar con el importe de los premios para hacerlo interesante a los jugadores", analiza.
En su opinión, habría que establecer una batería de apuestas de diferentes tipos para hacer atractivo el juego. "Se pueden hacer combinaciones de resultados de fútbol con otros posibles eventos. Organizar una página web donde se pueda jugar en tiempo real... Evidentemente, eso iría en contra de las tiendas donde se sellan los boletos, pero supongo que es otro reducto de rigidez del sistema económico que probablemente haya que eliminar", señala.
Lo cierto es que la Quiniela introdujo algunos pequeños cambios en 2014 que, a la vista de los datos, no sirvieron para revitalizarla. El pleno al 15 pasó del típico formato 1X2 a una especie de porra al más estilo 'quinigol' en la que hay que acertar cuántos goles marcará cada conjunto: cero, uno, dos o más (0, 1, 2 y M).
Un cambio que no sirvió para mejorar la salud de la Quiniela. ¿El '1X2' acabará siendo historia?