La 'policía política' colocó micrófonos y cámaras en el estudio donde Bárcenas guardaba pruebas de la caja b del PP
Villarejo y el exnúmero 2 de la Policía tienen una nueva cita ante el juez por la Operación Kitchen.
La Operación Kitchen es un operativo desarrollado entre 2013 y 2015 por un grupo de la Policía Nacional sin control judicial alguno, mediante el que se pretendía interceptar material de Luis Bárcenas, documentación sensible profesional y personal que guardaba en su casa y otras oficinas particulares, pero no en la sede del PP, en la madrileña calle Génova. Ahora se sabe que esa denominada policía política en la etapa del ministro del Interior Jorge Fernández Díaz no se limitó a los seguimientos al extesorero del PP, ejecutados mediante el soborno con fondos reservados a su chófer, Sergio Ríos, sino que fue más allá.
Según informa este lunes la Cadena SER, "toda la familia" e incluso "la empleada del hogar" fueron espiados por el dispositivo de agentes, según policías que participaron en aquel operativo. Gracias a la intercesión del chófer, sostiene esta emisora, los agentes entraron en el estudio de Bárcenas de la calle General Díaz Porlier de Madrid capital, donde guardaba "pruebas de la caja b del PP". No solo fotocopiaron documentación de todo tipo, entre ella la que perjudicaba al PP o a sus dirigentes, "sino que colocaron cámaras de vídeo y micrófonos" con los que escucharon y visionaron la actividad del extesorero "durante meses", abunda.
Este grupo policial, supuestamente liderado por el excomisario José Manuel Villarejo, trabajaba al margen de la justicia, pero sin saberlo. "Ni siquiera sabían a quién iban a grabar los dispositivos electrónicos que colocaban y los que sabían a quién o quiénes estaban siguiendo y espiando, creían que actuaban bajo mandato judicial y para encontrar pruebas que incriminaran al extesorero", sostiene la información de la SER.
Más declaraciones
El excomisario Villarejo y el que fuera número dos de la Policía, Eugenio Pino, justo declaran esta semana ante el juez del caso Tándem, Manuel García Castellón, en la pieza sobre la operación Kitchen. Villarejo, que comenzó a declarar por estos hechos el pasado jueves y admitió haber cobrado por esta operación de fondos reservados, retoma el lunes la comparecencia, que quedó interrumpida por problemas de agenda del juzgado, que se encontraba de guardia.
Ese mismo jueves, García Castellón también había emplazado a Pino para interrogarle por estos hechos como investigado, pero el juez la suspendió y le volvió a citar para el martes. A su salida de la Audiencia Nacional y a preguntas de los periodistas que aguardaban a la salida, Pino se limitó a señalar de forma contundente que la operación Kitchen "no existe".
Es la versión que ha sostenido en su comparecencia, celebrada entre el jueves y el viernes, el exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Policía Nacional Enrique García Castaño, El Gordo, que ha defendido la legalidad de esa operación en la que dice que participó por órdenes de Pino.
García Castaño mantiene que la operación como tal no existió, que realmente era un "dispositivo policial" y no se llamaba Kitchen porque no tenía nombre. Sostuvo que fue legal y de apoyo a la Policía Judicial y se puso en marcha en esas fechas, 2013, por la alarma social que se produjo al conocer que el extesorero del PP Luis Bárcenas acumulaba una gran fortuna en Suiza.
Asegura que lo de Kitchen es una invención de Villarejo, al que ha tildado de "mentiroso", y ha explicado que el nombre puede venir de que al chófer de Bárcenas, que también ha declarado por estos hechos, le llamaban "el cocinero".
Tras las dos horas que estuvo declarando Villarejo por Kitchen el pasado jueves, su abogado aseguró que el excomisario también tiene "especial interés" en abordar el caso de espionaje del BBVA, que su cliente vincula con "luctuosos acontecimientos acaecidos en la vida española".
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Esteban Urreiztieta habla con Gonzo en El Intermedio sobre la Operación Kitchen.