La periodista rusa crítica con Putin y muerta en Kiev fue víctima de un ataque de precisión
Oksana Baulina, que fue productora de la Fundación Anticorrupción del opositor Navalni, no cayó en un bombardeo ordinario, sino por un asesinato selectivo.
El pasado miércoles se conocía la muerte de la reportera rusa Oksana Baudina en Kiev, supuestamente durante un bombardeo de su propio país. Trabajaba para el medio opositor The Insider y acudía a revisar los efectos de un ataque aéreo efectuado dos días antes sobre el centro comercial Retroville de la capital ucraniana cuando la mataron. Ahora se sabe que no fue una víctima fortuita, sino buscada, que el Ejército ruso acabó con ella con un ataque de precisión. Una víctima buscada.
Según un artículo publicado hoy en El Periódico por el periodista español Ricardo García Vilanova, inicialmente se habló de un doble disparo (double tap), es decir, primero se ataca una zona desde el aire y luego, cuando se ha llenado de sanitarios, bomberos, prensa o vecinos para ver lo ocurrido y asistir a las víctimas, se vuelve a atacar. Algo muy empleado por Rusia en su apoyo al régimen sirio de Bachar el Assad. Sin embargo, el informador explica de primera mano que los hechos desmontan ese relato: el coche blanco de la informadora fue atacado en el aparcamiento del recinto y “destruido por un sistema de orientación preciso”, marcado previamente por un informador sobre el terreno -¿prorrusos locales, rusos infitrados?-, que garantiza esa “explosión de precisión”.
El fotoperiodista no duda en emplear el término “asesinato selectivo” para explicar esta muerte y da detalles de cómo los restos de la deflagración lo constatan: no hay marcas de metralla en el suelo, no llegó ni a reventar el cristal delantero del vehículo y algunas puertas permanecieron cerradas. Así que el proyectil o dron que causó la muerte a Baulina y a otra persona más y dejó otros dos heridos llevaba “la carga precisa y necesaria para matar a todos los ocupantes pero no para volatilizar el vehículo”, añade en el citado diario barcelonés.
Baulina era una informadora incómoda para Vladimir Putin. El Insider para el que trabajaba es un medio online declarado como “agente extranjero” por el Gobierno ruso ya que, dice, recibe financiación desde el exterior. Antes de unirse a ese sitio, había trabajado como productora para el llamado Fondo Anticurrupción, del principal opositor de Putin, Alexander Navalny, envenenado y encarcelado, condenado esta misma semana a nueve años de pena.
Cuando The Insider fue declarado extremista, la periodista salió de Rusia para seguir reportando desde el exterior acerca de la corrupción en su país, informa Reuters. Al estallar estalló la guerra de Ucrania, se trasladó primero a Leópolis y luego a la capital, Kiev, donde la mataron.
García Vilanova, en el artículo que firma y que ilustra con sus propias fotos del vehículo de la reportera, afirma ante esta muerte que ahora “entramos en otra dimensión”, porque “cualquier periodista puede ser blanco directo de un asesinato de precisión”. “Sólo necesitan nuestro numero de teléfono”, concluye.
Con el asesinato de Baulina, son ya tiene los informadores muertos en la guerra de Ucrania, en apenas un mes.