La pena que puede caerle al aficionado que saltó con la bandera 'no gay' en el Mundial de Qatar
Mario Ferri se llevó todos los focos por irrumpir en el Portugal-Uruguay con una enseña muy parecida a la LGTBI y una camiseta con varios mensajes. Luego anunció su liberación.
Su gesto sorprendió a medio mundo y confundió al otro medio. Se llama Mario Ferri y saltó como espontáneo en mitad del Portugal-Uruguay con una bandera que todos creyeron (y creímos) que era la del Orgullo LGBTI. En mitad de Qatar, ahí es nada.
Pero después se supo que no era tal enseña, sino la de la paz, en un triple gesto reivindicativo completado con dos mensajes: “Respeto para las mujeres iraníes” y “Salvemos Ucrania”. Ambas aparecían en una camiseta con el logo de Superman.
La seguridad tardó unos segundos en reducirle. Y, ya una vez detenido, el pensamiento era idéntico. Qatar era mal sitio para reclamar paz y derechos humanos... con el temor a un castigo severo para el célebre espontáneo italiano.
No obstante, el propio Mario Ferri anunció de madrugada que había sido puesto en libertad sin llegar a pasar toda la noche en un calabozo. El habitual espontáneo explicó que medió en su favor el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
Pero esto no tiene por qué ser el final del camino legal, porque si bien la bandera no era la asociada a la comunidad LGTBI, su parecido puede confundir. E incluso en base a él, las autoridades cataríes, país que no es precisamente una democracia, podrían considerar que su bandera o sus reivindicaciones buscaban ese efecto ‘escandalizador’.
Según el Código Penal nacional, “las demostraciones que incitan a la sodomía” pueden recibir hasta seis meses de cárcel y una multa de 3.000 riales (unos 800 euros). Pero este tipo penal también alcanza a “quien exprese signos o pronuncie canciones o dichos obscenos, o cometa un acto obsceno en cualquier camino, en un lugar público, o en un lugar donde pueda ser observado”.
Este último punto es algo a lo que quizás podrían acogerse los jueces del país árabe, que ya dejaron claro que no permitirían que los visitantes lucieran prendas con frases reivindicativas o eslóganes considerados ofensivos.