La ONU y la mediación internacional, incapaces de frenar las hostilidades en Gaza
La desunión entre las potencias, con EEUU firme en su defensa a ultranza de Israel, impide que se avance más allá de una petición de detener la violencia.
Sigue el bombardeo de Gaza, siguen los cohetes sobre Israel, y no hay nadie en la comunidad internacional que logre pararlo. Ni con una resolución firme ni con mediación. Ni una medida concreta, mientras la ofensiva se intensifica. Y eso que la zona ha vivido el bombardeo más sangriento en siete días, con Israel matando a 42 personas al menos, en su intento de dar con líderes de Hamás. Ninguno estaba en casa. Los civiles, sí.
Israel y Palestina intercambiaron este domingo acusaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde la mayoría de las potencias reclamaron un fin inmediato de las hostilidades, aunque el sólido apoyo de Estados Unidos a las tesis israelíes ha impedido hasta ahora un mensaje común y una muestra de unidad. Tras dos reuniones a puerta cerrada esta semana, el Consejo de Seguridad abordó por primera vez en público la última crisis en Oriente Medio y lo hizo en plena intensificación de la violencia sobre el terreno.
Durante la pasada madrugada, los bombardeos israelíes causaron la muerte en Gaza de al menos 42 personas, entre ellas diez niños y 12 mujeres, elevando la cifra total de muertos desde el inicio de la escalada a al menos 197, según el Ministerio de Sanidad de la franja.
Del otro lado, continuaba el lanzamiento de cohetes por parte de Hamás y otras milicias contra Israel, donde en total han muerto diez personas y al menos 270 han resultado heridas.
Llamamiento al alto el fuego
Ante esa situación, el secretario general de la ONU, António Guterres, subrayó hoy que la primera prioridad es que se detenga la violencia cuanto antes.
“La lucha debe terminar. Debe detenerse de inmediato. Los cohetes y morteros por un lado y los bombardeos aéreos y de artillería por el otro deben cesar”, dijo Guterres, que advirtió que los combates pueden arrastrar a “israelíes y palestinos a una espiral de violencia con consecuencias devastadoras para las dos comunidades y para toda la región”.
Esos llamamientos a detener la violencia fueron la tónica general en las intervenciones de los miembros del Consejo de Seguridad, que en los últimos días ha estado discutiendo una posible declaración en respuesta a la escalada de la tensión, pero por ahora no ha logrado ponerse de acuerdo.
Diferencias insalvables
Según fuentes diplomáticas citadas por EFE, EEUU ha frenado textos propuestos por otros países, defendiendo que serían contraproducentes y que es mejor dar algo más de tiempo a la diplomacia. China, de hecho, señaló públicamente a Washington, apuntando que ”únicamente la obstrucción de un país” es la que ha impedido que el Consejo de Seguridad hable “con una voz” sobre la situación en Oriente Medio.
“Llamamos a Estados Unidos a asumir sus debidas responsabilidades, tomar una posición justa y, junto a la mayoría de la comunidad internacional, apoyar al Consejo de Seguridad para mejorar la situación, reconstruir la confianza y avanzar una solución política”, señaló el ministro chino de Exteriores, Wang Yi.
China, que este mes preside el Consejo, anunció al finalizar la reunión que va a volver a plantear una declaración común junto a Noruega y Túnez y confió en que en esta ocasión pueda salir adelante.
Gestiones sin fruto
Mientras tanto, continúan las gestiones diplomáticas para tratar de calmar la situación, con participación de la propia ONU, actores regionales como Egipto y Jordania, y Estados Unidos, entre otros. “Estados Unidos ha estado trabajando infatigablemente a través de canales diplomáticos para tratar de poner fin a este conflicto”, aseguró la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield.
La diplomática defendió que “es hora de acabar con el ciclo de violencia” y ofreció el apoyo de Estados Unidos para lograr un alto el fuego en caso de que las partes lo soliciten, pero sin solicitar explícitamente el cese de las hostilidades, algo que sí hicieron la mayoría de las potencias, incluidos los aliados estadounidenses.
Países como el Reino Unido y Francia insistieron en que la violencia debe detenerse y expresaron su preocupación por el alto número de víctimas civiles, aunque subrayaron que Israel tiene derecho a defenderse. Esa postura, parecida a la que mantiene el Gobierno estadounidense, fue criticada duramente por el ministro palestino de Exteriores, Riyad al Malki. “Cada vez que Israel oye a un líder extranjero hablar de su derecho a defenderse, se envalentona aún más para seguir asesinando a familias enteras mientras duermen”, aseguró.
Intercambio de acusaciones
El representante palestino demandó a la comunidad internacional que condene los bombardeos israelíes y tome medidas para detener esta “agresión” y para acabar con el “apartheid” creado por las autoridades israelíes.
“No hay palabras para describir los horrores que nuestra gente está sufriendo”, dijo Al Malki, que puso sobre la mesa posibles medidas internacionales, desde el despliegue de fuerzas de protección a la imposición de un embargo de armas. Según el ministro, los palestinos han elegido la vía pacífica para lograr su independencia y libertad, pero no se puede esperar que vivan indefinidamente bajo una “ocupación ilegal” y el “apartheid” impuesto por Israel.
Inmediatamente después, el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, defendió la campaña de bombardeos en Gaza y aseguró que su país está tomando todas las medidas posibles para proteger a los civiles.
Erdan acusó a Hamás de ser responsable de las muertes al usar a su gente como escudos humanos mientras lleva a cabo ataques “indiscriminados” contra Israel. “Israel usa sus misiles para proteger a sus niños. Hamás usa sus niños para proteger sus misiles”, defendió.
El representante israelí culpó también al movimiento islamista que controla Gaza del inicio de la actual confrontación, asegurando que esta es fruto de una jugada política de Hamás para tratar de hacerse con el poder en Cisjordania y reemplazar a la Autoridad Nacional Palestina.
Netanyahu se siente respaldado
Al calor de esta reunión sin frutos, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha indicado al término de la reunión de su Consejo de Ministros que su combate contra Hamás “continúa a plena potencia”, por lo que ha pedido tiempo para resolver la situación.
Asimismo, el mandatario israelí ha añadido que Israel cuenta con el apoyo de la comunidad internacional, comenzando por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a quien le agradeció su respaldo a la operación del Ejército contra el movimiento islamista palestino, según le cita el diario israelí Haaretz. “Va a hacer falta algo de tiempo”, ha añadido.
Según un comunicado de la Casa Blanca, Biden sí reafirmó su apoyo firme al “derecho de Israel a defenderse de los ataques con cohetes de Hamás y otros grupos terroristas” aunque también planteó “su preocupación por la seguridad de los periodistas y ha subrayado la necesidad de garantizar su protección”, en referencia a la destrucción en un bombardeo israelí de una torre de Ciudad de Gaza sede de la agencia de noticias estadounidense The Associated Press y de la cadena panárabe Al Jazeera.
¿Y Europa?
Mientras, los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) se reunirán el próximo martes de forma extraordinaria ante la escalada bélica entre Israel y Palestina, según anunció en Twitter el alto representante para la Política Exterior, Josep Borrell. “Dada la actual escalada entre Israel y Palestina y el inaceptable número de víctimas civiles (...) coordinaremos y discutiremos cuál es la mejor manera para que la UE pueda contribuir a poner fin a la violencia actual”, dijo en la red social.
El alto representante ha mantenido diversos contactos diplomáticos en los últimos días para ayudar a desactivar la actual escalada, que desde el pasado lunes ha dejado al menos 174 muertos en Gaza -entre ellos 47 menores y 29 mujeres - y 10 muertos en Israel. Entre esos contactos figuran el presidente palestino, Mahmoud Abbas, y el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Gabi Ashkenazi. También ha conversado con los ministros de Exteriores de Egitpo, Sameh Shoukry; de Jordania, Ayman Safadi y el de Turquía, Mevlüt Çavusoglu.
Sigue el horror
Gaza e Israel vivieron este domingo la séptima jornada de su peor escalada bélica desde 2014 con un casi constante intercambio de fuego entre las milicias y el Ejército israelí. El día más letal. Tras una madrugada de intensos bombardeos de represalia israelíes sobre Gaza y otra ráfaga de cohetes lanzados por las milicias hacia Tel Aviv y el centro del país, el grado de enfrentamientos fue relativamente menor durante el día de ayer, pero las alarmas antiaéreas no dejaron de sonar en localidades de Israel cercanas a Gaza, y el Ejército israelí siguió con ataques contra posiciones de Hamás.
A su vez, pese a la presencia de Hady Amr, enviado del presidente de EEUU, Joe Biden, que busca contener la escalada, no se informó de progresos hacia un alto el fuego que acabe con una escalada que estalló el lunes y llevó de nuevo a la región a una fuerte crisis.
En Gaza, la cifra de muertos desde el inicio de las hostilidades ascendió a al menos 197, incluidos 58 menores y 34 mujeres, y los heridos superan los 1.235, informó el Ministerio de Sanidad.
Entre los fallecidos hay 42 civiles muertos de madrugada tras intensos bombardeos israelíes en el barrio de Rimal, donde siguieron las tareas de rescate de decenas de personas que seguían atrapadas entre los escombros de cinco edificios destruidos. La cifra de víctimas puede crecer, por ello, notablemente. Israel dice que iba a por líderes de Hamás, pero al parecer no estaban en sus casas en el momento de los ataques.
En Israel, por su parte, no hubo muertos el domingo. Hasta ahora, 10 personas fallecieron. De estas, ocho -entre ellas dos menores- murieron por impactos de cohetes, y dos tras caerse cuando corrían a refugiarse. Casi 300 israelíes resultaron también heridos.
En la franja, los médicos han lanzado la voz de alarma por la saturación de los hospitales. El doctor Midhat Abbas, del Ministerio de Salud de Gaza, afirma que 1.200 palestinos resultaron heridos durante los siete días de ataques, de los cuales aproximadamente la mitad eran mujeres y niños. Las heridas son graves, amputaciones en muchos casos.
Abbas acusa al ejército israelí de atacar deliberadamente instalaciones de salud con ataques aéreos y bombardear las carreteras que rodean al-Shifa, el hospital más importante de la franja, lo que complica notablemente la llegada de las ambulancias.
También anoche, Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció que una clínica en la que proporcionan tratamiento de traumas y quemaduras en la ciudad Gaza “resultó dañada por el bombardeo aéreo israelí de la zona que la rodea, dejando una sala de esterilización inutilizable y un área de espera dañada”
“No hubo heridos en la clínica, pero el bombardeo sí causó muertos en la zona. La situación es aterradora. Los ataques aéreos en el área continúan y han causado enorme destrucción alrededor de la clínica y de la oficina de MSF”, dice el coordinador de MSF en Gaza, Ayman Djaroucha. “Mientras Israel continúa con sus bombardeos aéreos y de artillería sobre Gaza, muchos empleados y pacientes de MSF se han visto obligados a huir de sus casas para ponerse a salvo. Los daños sufridos por nuestra clínica demuestran que ningún lugar de Gaza es seguro”, ha indicado la ONG en Twitter..