La NASA confirma que podría haber vida en una de las lunas de Saturno
La sonda Cassini ha encontrado en Encélado, cubierta de hielo, hidrógeno molecular.
Cada vez estamos más cerca de saber si estamos solos en el Universo. La NASA ha anunciado este jueves, al tiempo que se publicaba en Science un artículo sobre la materia, que la sonda espacial Cassini ha detectado la presencia de hidrógeno molecular en el vapor de una columna de rocío que emana de una grieta en la superficie helada de Encélado, una de las lunas de Saturno.
En el artículo, Hunter Waite y su equipo del Southwest Research Institute, en San Antonio (Estados Unidos), sostienen y tratan de demostrar que la única fuente plausible de este hidrógeno son las reacciones hidrotermales entre las rocas calientes y el agua en el océano bajo la superficie helada de la luna.
La presidencia de este hidrógeno significa que los microbios, en caso de existir, podrían utilizarlo para obtener energía, combinándolo con el dióxido de carbono disuelto en el agua. Esta reacción química, conocida como metanogénesis porque genera metano, está en la base de la vida en la Tierra y pudo haber jugado un papel crucial en el origen de la vida en nuestro planeta.
"Esto es lo más cerca que hemos estado nunca de identificar un lugar con algunos de los ingredientes necesarios para considerarlo un entorno habitable", ha afirmado Thomas Zurbuchen, uno de los responsables de las misiones de ciencia de la NASA. "Estos resultados demuestran la clara interconexión entre las misiones que estamos llevando a cabo, pues todas nos están acercando a la posibilidad de responder si estamos solos o no".
UN HITO TRASCENDENTAL
La vida que conocemos necesita tres ingredientes fundamentales: agua líquida, una fuente de energía y la combinación correcta de elementos químicos, como el carbono, el hidrógeno, el nitrógeno, el oxígeno, el fósforo y el azufre. El hallazgo de Cassini ha demostrado que Encelado, una pequeña luna helada, cuenta con casi todos ellos. Las exploraciones todavía no han mostrado la presencia de fósforo y azufre, pero los investigadores creen que acabarán apareciendo, puesto que suponen que el corazón rocoso de la luna sea similar, químicamente hablando, al de los meteoritos.
La sonda detectó el hidrógeno en su último y más profundo viaje a la columna de vapor, que tuvo lugar a finales de octubre de 2015. A partir de las muestras tomadas, los científicos han podido determinar que el 98 `por ciento del gas presente en la columna es agua, el 1 por ciento hidrógeno y el 1 por ciento restante, una combinación de dióxido de carbono, metano y amoníaco.
En marzo de 2015, la NASA anunció que las pruebas indicaban que debía existir agua caliente interactuando contra la roca bajo la superficie de la luna; los nuevos hallazgos publicados este jueves no sólo confirman esa teoría sino que añaden que la roca está experimentado reacciones químicas y dando lugar al hidrógeno hallado por los científicos.
La misión no estaba diseñada para detectar signos de vida en Encelado ni en sus columnas de vapor; de hecho, la NASA no sabía que estas columnas de vapor existían hasta que la sonda estuvo en Saturno. Eso, sin embargo, no resta entusiasmo a la conclusión de Hunter Waite, responsable del estudio: "Aunque no podamos detectar vida, hemos hallado que hay una fuente de alimentación para ella. Podría ser como una tienda de chucherías para los microbios".
Timelapse de la Tierra: