La nadadora Teresa Perales rompe su silencio y explica qué le pasó en Tokio
"Ha sido muy duro, pero sin vosotros detrás habría sido peor".
La nadadora Teresa Perales ha roto su silencio más de un mes después de que la tuvieran que hospitalizar en Tokio tras terminar su participación en los Juegos Olímpicos. La ganadora de 27 medallas paralímpicas ha esperado a estar más estable para poder reconocer su estado de salud y descartar el cuadro de ansiedad y estrés que se compartió en medios de comunicación.
“Nunca me han diagnosticado un cuadro de ansiedad, si así fuera no tendría ningún problema en decirlo”, ha confesado mientras comentaba que desconocía por qué difundieron esa información errónea.
Los equipos médicos japoneses realizaron varias pruebas a Perales durante 21 días para descartar otras enfermedades como un tumor, derrame cerebral o meningitis. Incluso llegaron a estudiar si era un cuadro de epilepsia, por las convulsiones y crisis espásticas con fuerte hiperactividad muscular que sufría, que eran “tan fuertes que durante días fue incapaz de controlar su cuerpo”. Esa opción también la descartaron los médicos. “De momento tengo las crisis controladas con medicación, sigo esperando los resultados y sin un diagnóstico aún”, ha añadido.
La nadadora zaragozana se encuentra ya en su casa después de regresar a España en un avión medicalizado y pasar otros nueve días en la UCI del hospital Sanitas de La Moraleja, en Madrid.
Entre otras personas, Perales ha agradecido todo el apoyo de la embajada española en Japón, al servicio médico del Comité Paralímpico Español y la doctora Espejo y el doctor Fernández. A ellos ha reconocido no tener palabras suficientes “por vuestro cariño, apoyo y paciencia. No os imagináis lo importante que fue para mí teneros allí como mi familia”.
Perales ha reconocido que ha sido uno de los momentos más duros de su vida pero que sin el apoyo de la gente “habría sido aún peor”.
Además ha adelantado que quiere retomar su agenda pública lo antes posible y volver a su día a día.