La marca Burberry sufre la ira del gobierno chino

La marca Burberry sufre la ira del gobierno chino

La firma británica tiene vetado el conocido como "algodón manchado" procedente de la región de Xinjiang.

  La actriz china Dongyu Zhou era imagen de BurberryJohn Phillips via UK Press via Getty Images

¿Pueden política y moda ir de la mano? Sí, pueden. ¿Y esto puede traer consecuencias? También. Burberry se ha convertido en la primera multinacional británica que sufre en sus carnes (léase ropa y complementos) la reacción política de China a las quejas diplomáticas internacionales lideradas por el Reino Unido por los abusos de los derechos humanos en la provincia de Xinjiang.

En Xinjiang hay, según Naciones Unidas, un millón de uigures viven en campos de “reeducación” que el Partido Comunista Chino ha organizado convenientemente para que aprendan a disfrutar las bondades del comunismo sin quejarse. La etnia uigur, islámica de religión, está siendo utilizada en campos de trabajos forzosos para recoger algodón, de sol a sol, en condiciones de semiesclavitud. Según los datos oficiales hay 20 millones de uigures exiliados de su región y sólo el 45% de la población sigue en su propio territorio. Pese a ser una región autónoma, como el Tibet, el Partido Comunista Chino ha decidido que lo de autónomo no aplica. Desde hace años, la dictadura ha “colonizado” la región de Xijiang con ciudadanos de otras partes del país, mientras que a los uigures les “reeduca” en el comunismo y les aleja de su religión y costumbres.

En junio de 2019, un reportaje de la BBC sacó a la luz la realidad de estos campos comunistas “voluntarios para reducir la pobreza”, según las autoridades chinas, en donde malviven en condiciones infrahumanas miles de uigures. Conocida la terrible realidad de esta población, multinacionales como H&M, Nike, Adidas o Burberry decidieron no comprar algodón de esta zona del mundo —denominado desde entonces “algodón manchado”— como protesta. La reacción china fue inmediata: boicot masivo a estas marcas para evitar la compra de sus productos, en el que es, de facto, su segundo mercado mundial.

Para Burberry, la cosa ha sido aún peor. La compañía británica ha perdido a su embajadora en China, la premiada actriz Zhou Dongyu, que ha rescindido unilateralmente su contrato. Burberry es miembro de Better Cotton Initiative, un lobby que promueve la producción sostenible de algodón y que en octubre del 2020 anunció que suspendía de su recomendación y sello todo el algodón procedente de Xinjiang, citando su preocupaciones por los derechos humanos.

El algodón que utiliza Burberry para confeccionar su ropa se obtiene de Estados Unidos, Australia, Turquía, India y Egipto, según su web.

El icónico diseño de cuadros de la compañía también se ha eliminado de la ropa que usan los personajes del popular videojuego Honor of Kings y de series de televisión.

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Pilar García de la Granja es periodista, especializada en economía y finanzas. Licenciada en Ciencias de la Información por el CEES- Universidad Complutense de Madrid. En España ha desarrollado su carrera en Expansión TV, Onda Cero y el grupo Intereconomia y columnista en medios especializados como ElEconomista. Actualmente es corresponsal de Tele5 en Estados Unidos y colaboradora de El Programa de Ana Rosa en T5 y cofundadora de la plataforma especializada TheLuxonomist. Es autora de “¡Me equivoqué!” (Planeta) y “En qué jardín nos han metido: ideas prácticas para salir de la crisis” (Ed. Homo Legens).