La maldición del gafe: Payet toca la copa de Europa League... y acaba lesionado en la primera parte
Error de principiante.
Una ley no escrito del fútbol dice, casi ordena, que la copa que se disputa no se toca hasta que se ha ganado. Nunca, nunca, repetimos, NUNCA, antes. Si se quiere evitar el gafe.
Este dogma hace que los jugadores salten al campo, en las finales, mirando a cualquier parte menos al lugar en el que esté situada la copa en disputa. No quieren tocarla ni con la mirada. Por si trae mal fario.
Pero a Dimitri Payet, capitán y delantero del Olympique de Marsella, se le ha olvidado esta ley en la final de Europa League ante el Atlético de Madrid y, al salir al campo, ha acariciado la copa.
Lo que ha pasado después ha hecho que en redes se multiplique el mismo comentario: ha sido víctima del gafe. El jugador no sólo ha tenido que retirarse lesionado antes de que acabase la primera mitad, sino que su equipo ha perdido el trofeo.
Seguro que a la próxima, si la hay, no cometerá el mismo error.