La ley que Pedro Zerolo nunca hubiera votado 'sí'
El Gobierno debería impulsar una ley integral contra la discriminación, el racismo, la xenofobia y la LGTBIfobia.
El PSOE presenta la ley integral para la igualdad de trato y la no discriminación. Esta ley nace sin el acuerdo entre los principales agentes sociales de nuestro país, ni respaldo de los ciudadanos. Se trata de un texto que busca interponer el interés y el beneficio partidista al de los ciudadanos.
Somos ciudadanos libres y diversos. Debemos dejar de comparar y asumir los discursos y dogmas de la izquierda al intentar apropiarse de las luchas colectivas para defender entre todos los derechos humanos. El enfrentamiento y el discurso de odio de Podemos y PSOE no puede ser la base de una ley que luche precisamente contra la discriminación.
Mientras los socios de Gobierno se pelean por apropiarse la lucha del colectivo LGTBI y pretenden presentar hasta tres leyes que discriminan y colectivizan a las personas. Debemos trabajar para impulsar y aprobar una única ley Integral contra el racismo, la xenofobia, la discriminación de las personas LGBTI+ y los delitos de odio. Un texto que promueva la igualdad en la diversidad y hacer cumplir los Derechos Humanos para todos, incluyendo la población irregular y que no exista un trato diferenciado por ley a un colectivo en contra del resto.
La Ley Zerolo del PSOE solo busca dividir y colectivizar a las personas, justo lo contrario que debería promover una ley integral de igualdad de trato y no discriminación. Las leyes colectivistas de la izquierda atentan contra la libertad y la propia igualdad. Debemos superar las etiquetas y luchar de manera real contra la discriminación, algo que debe ser universal.
El PSOE presenta un texto improvisado, partidista, sin contar con los colectivos, absurdo, inútil y redundante. Además, utiliza el nombre de Pedro Zerolo para dar publicidad y asegurarse que nadie la critique por el respeto que tenemos al trabajo, la dignidad y la lucha del activista.
Pedro Zerolo (1960-2015) era mucho más que un socialista. Estaba cerca de los ciudadanos y era empático con todo lo que sucedía tanto en su partido como en el resto del tablero político. Para mí era un amigo, un referente y un hombre que tenía claridad de ideas y valentía en la acción e identidad en el discurso con respecto a las políticas sociales.
Los que hoy quieren aprovechar su nombre deberían saber que él nunca me discriminó o señaló por votar al Partido Popular. Él nunca votaría una ley donde no quepamos todos. Pedro nunca permitiría que un Gobierno del PSOE vaya en contra de la igualdad y la diversidad.
Una ley de igualdad de trato y no discriminación debe normalizar a las personas LGTBI, a la población gitana y personas migrantes. No debe discriminarlas y colectivizarlas, algo que no recoge el texto vacío de contenido presentado por el PSOE.
Seguimos en deuda en materia de igualdad con el Consejo de Derechos Humanos. Si queremos avanzar en una ley de igualdad y no discriminación, debemos iniciar un proceso de consulta para que esta ley incorpore un enfoque interseccional que incluya todas las mejoras necesarias para que las víctimas de discriminación encuentren la respuesta que esperan.
Claro que España necesita una ley de esta envergadura, pero debe ser un texto fiel e íntegro en cumplimiento de la Constitución y de la legislación al respecto, tener en consideración las demandas de los colectivos e intentar que todos estos temas se aborden de manera transversal.
Las personas discriminadas se enfrentan en su día a día a situaciones de discriminación, sufren vulneraciones de sus derechos y, en la mayoría de las ocasiones, no pueden responderse de manera efectiva. Simplemente porque no existe un marco normativo específico que las sancione o que las aborde de manera adecuada
Se deben impulsar programas educativos centrados en la igualdad, buscar una mayor eficiencia en los protocolos de actuación en el sistema educativo sobre la identidad de género y desarrollar planes estratégicos para romper con el techo de cristal o la segregación vertical. Así como impulsar el fortalecimiento de los Derechos Humanos en todo el mundo, conectando a jóvenes de distintos países y continentes, crear programas escolares que fomente la igualdad y diversidad.
Llevamos un año de legislatura del PSOE y Podemos, un año de retrocesos en materia de igualdad y diversidad. Su único logro conocido es la politización de los derechos del colectivo LGTBI, trayendo consigo una mayor discriminación y odio hacia los políticos o personas que luchamos por la igualdad y la diversidad desde partidos que no son de izquierdas o de extrema izquierda y que hacemos una lucha común. No buscamos enemigos por ideología si no aliados por luchas comunes.
Por ello si de verdad quieren ser útiles y hacer algo de provecho por la igualdad y la diversidad, deben crear a través del Ministerio del Interior un observatorio de denuncia y asistencia de víctimas de LGBTIfobia, racismo o xenofobia.
Lo primero que debería hacer el Gobierno es cesar a todo el equipo y eliminar la Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBi. Su único logro es dar trabajo a todos los activistas que han utilizado los diferentes colectivos y federaciones LGTBI en beneficio personal y partidista. Sus únicos trabajos conocidos durante este año han sido la división del colectivo y la visibilidad se su incompetencia en poner de acuerdo a los diferentes Ministerios del Gobierno.
La igualdad y la no discriminación va mucho más allá del colectivo LGTBI. Por ello, el texto que debe aprobarse en el Congreso de los Diputados debe crear una oficina de atención al menor víctima de violencia adscrita al Ministerio del Interior en coordinación con los servicios sociales de las comunidades autónomas y Ayuntamientos. Así como promover los valores del respeto hacia el prójimo a través de actividades en los colegios y centros formativos.
Otro de los aspectos olvidados por el PSOSE en su llamada Ley Zerolo es dar más visibilidad y participación a las asociaciones de personas con discapacidad en las decisiones políticas.
Se deben llevar a cabo inspecciones para verificar que las instituciones públicas y privadas, el mobiliario urbano y el sistema de transporte disponen de medidas de accesibilidad para las personas con discapacidad.
La norma también tiene que impulsar planes de concienciación social para que los jóvenes con discapacidad no sean discriminados, ayudas para que estos jóvenes puedan desarrollar su futuro con igualdad de oportunidades y crear un plan europeo para fomentar y adaptar el deporte para estos jóvenes.
La ley tiene que garantizar a los ciudadanos la libertad para elegir su educación, primando la igualdad de oportunidades. Por eso debemos seguir avanzando en la libertad de elección, apoyando la igualdad de oportunidades y la educación de calidad y fomentando la excelencia en el alumnado. Plena libertad de elegir el modelo educativo público, concertado, privado o especial para que personas con necesidades especiales no se queden fuera y sean discriminadas.
El artículo 14 de la Constitución de 1978 proclama el derecho a la igualdad y a la no discriminación, citando como motivos especialmente rechazables el nacimiento, la raza, el sexo, la religión u opinión y prohibiendo la discriminación por cualquier otra circunstancia personal o social.
No se puede apoyar una ley que atenta y discrimina a aquellas personas que no votan, piensan o militan en la izquierda. Por eso, no debemos tener miedo a visibilizar que solo los países libres y capitalistas generan la igualdad real.
Los votantes del centro derecha debemos perder el miedo a criticar y visibilizar nuestro rechazo a estas políticas radicales y sectarias que atentan contra la igualdad y la diversidad, que pretenden llevar el PSOE y Podemos al Congreso.
Sus insultos también son delitos de odio, pero nuestra lucha ayudará a que nos dejen aportar en libertad y hagamos entre todos una ley integral contra la discriminación, el racismo, la xenofobia, la LGTBIfobia y los delitos de odio. Todos los ciudadanos libres e iguales de España debemos tener el libre acceso para ser, amar, votar, cotizar, trabajar, emprender, estudiar y residir.