La ley antiLGTBI de Hungría entra en vigor pese a las amenazas de represalias de la UE
"Homófoba", dicen sus opositores. Una “vergüenza” y “claramente discriminatoria”, denuncia Bruselas. Orban, como el que oye llover.
Este jueves entra en vigor la ley contra la pedofilia de Hungría, que prohíbe hablar sobre homosexualidad en los programas escolares. Homófoba, dicen sus opositores. Una “vergüenza” y “claramente discriminatoria”, en palabras de la Unión Europea. Las amenazas de Bruselas no han parado al Gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán, que dice que está listo para afrontar lo que le echen porque su norma es justa.
El Gobierno húngaro está preparado para defender su polémica ley con todos los recursos legales a su disposición y reiteró este miércoles que las críticas a la legislación son “mentiras inaceptables”. “Es seguro que Hungría está dispuesta a encarar todas las discusiones legales (sobre la ley). Nuestros argumentos son claros: armoniza con el derecho comunitario”, declaró a la prensa el ministro de Gobernación, Gergely Gulyás. Y agregó: “Bruselas no puede determinar quién y cómo se educa a los hijos”.
La Eurocámara discutió ayer el tema de la ley homófoba aprobada por la mayoría parlamentaria del primer ministro ultraderechista, que prohíbe hablar de homosexualidad en las escuelas y en las emisiones de los medios en horario infantil. La polémica ley primero fue redactada contra la pedofilia, pero poco antes de la votación le agregaron disposiciones relacionadas con la homosexualidad y fue severamente criticada por líderes de la UE.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reiteró en el Parlamento Europeo que la legislación es “una vergüenza”, mientras que el Ejecutivo comunitario adelantó que “tomará medidas” si el Gobierno de Orbán no rectifica esta medida.
Gulyás repitió el argumento del Gobierno con el que justifica la ley, al asegurar que solo se dirige a la defensa de los menores y que son los padres los únicos que pueden decidir como educar a sus hijos. “Para Hungría lo más importante es la defensa de los menores. Bruselas trata de lograr en vano que dejemos entrar todo tipo de activistas LGTB+ en las guarderías, eso no sucederá”, enfatizó el ministro.
Respecto a las críticas, Gulyás dijo que eran “mentiras inaceptables” y añadió que “el discurso de odio está prohibido también frente a Hungría”.
A vueltas con el plan de recuperación
En otro aspecto y en relación con el plan de recuperación para acceder a los fondos europeos, el ministro reconoció que hay discusiones con la CE y afirmó que las informaciones sobre el supuesto bloqueo del plan por la polémica ley, son “bulos”. “Las negociaciones duran desde hace meses. En las últimas 2 ó 3 semanas hubo pedidos absurdos (por parte de la CE), pero continúan”, recalcó.
Sin embargo, horas antes, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, confirmó que el Ejecutivo comunitario está en conversaciones con Budapest para pedirle más compromisos antes de que Bruselas dé luz verde al plan presentado por el Gobierno húngaro para acceder a los 7.000 millones de euros que le corresponden del fondo de recuperación pospandemia.
En el debate sobre la cumbre de finales de junio, dominada en parte por la preocupación sobre la protección a este colectivo a raíz de la situación en Hungría, la presidenta de la Comisión Europea ya afirmó que Bruselas “tomará medidas” contra Hungría si este país no “corrige” su polémica ley.
La legislación “va profundamente en contra de los valores fundamentales de la UE: la protección de minorías, defensa de los derechos humanos, valores anclados en nuestros tratados”, señaló la alemana, quien aseguró contar con el respaldo de los líderes de la UE para utilizar “todos los instrumentos al alcance de la CE para defender estos principios”.
“Sobre estos principios no podemos hacer concesiones”, explicó la vicepresidenta de la Comisión para Valores, Vera Jourová, en el debate posterior. La protección de los niños contra la pedofilia “es un objetivo compartido”, añadió la comisaria checa, pero no debe usarse para “incluir artículos que violan derechos fundamentales y discriminan a una minoría basándose en su orientación sexual”.
Bruselas ya envió a finales de junio una primera carta de los comisarios de Justicia, Didier Reynders, y de Mercado Interior, Thierry Breton, para pedir explicaciones a Budapest por su nueva ley y expresar dudas por su compatibilidad con la legislación europea, no solo respecto a sus valores fundamentales sino a otras, como la ley de servicios audiovisuales.
De dar un paso más en este sentido, Bruselas iniciaría contra Budapest un procedimiento de infracción por violación de la legislación comunitaria que puede concluir con una denuncia de la Comisión Europea al país ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y en multas económicas.