La izquierda se reorganiza en Francia mientras Le Pen y Macron ultiman su campaña
Los 7,7 millones de electores de Mélenchon son clave, ya que una baja movilización podría favorecer a la ultraderecha.
En la recta final de su campaña como candidatos a presidente de la República francesa, Emmanuel Macron y Marine Le Pen se enfrentarán el próximo domingo en una ajustada batalla donde la izquierda jugará un papel esencial y prepara ya su papel para construir una oposición fuerte en el Parlamento.
A tres días del debate televisivo que resultará decisivo para la movilización en las urnas, el partido de la izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon, La Francia Insumisa, que quedó desclasificado pese a quedar tercero en la primera vuelta, reveló el resultado de una consulta sobre el voto a sus simpatizantes.
En ella, dos tercios de los partidarios de Mélenchon (de un total de 215.000 participantes) indicaron que no piensan votar en la segunda vuelta o bien que votarán en blanco o nulo. Poco más del 33 % están dispuestos a votar por Macron. Los 7,7 millones de electores de Mélenchon son la audiencia potencial a la que estos días dirigen la mayoría de sus discursos Macron y Le Pen, ya que una baja movilización podría ir en favor de la candidata de la ultraderecha.
Los últimos sondeos dan una victoria ajustada al liberal Macron con un 55,5 % de los votos (margen de error de 3,3 puntos), con su rival mucho más cerca de él que en las elecciones de 2017 (66,1 % frente al 33,9 % de Le Pen).
La izquierda de Mélenchon ha inflado pecho con el 21,95 % que obtuvo el pasado 10 de abril, muy alejado de los raquíticos datos de los socialistas (1,75 %), comunistas (2,3 %) o ecologistas (4,6 %), y se organiza para traducir todos sus votos en diputados en las elecciones legislativas de junio.
El líder de los socialistas, Olivier Faure, dijo este sábado en una entrevista a Libération que tienen la mano tendida para un acuerdo con La Francia Insumisa, pero la propuesta ha sido recibida con un portazo. Este domingo, la presidenta del grupo de diputados Mathilde Panot, indicó en Le Journal du Dimanche que el acuerdo que han propuesto a ecologistas y comunistas para -posiblemente- presentar candidatos comunes en las legislativas, no se extiende a los socialistas.
Convencer y convencer
El partido de Mélenchon, que a sus 70 años contempla retirarse de la primera línea política salvo si vence Le Pen, aprovecha la “esperanza” que dice sentir tras haber estado a punto de clasificarse para la segunda vuelta reagrupando el voto de la izquierda.
Las propuestas que el presidente saliente, Macron, lanzó este sábado en Marsella, feudo de Mélenchon, en favor de la ecología parecen haber caído en saco roto, al menos entre los partidos.
“No hay razones para creer en las propuestas ecologistas de Macron. Ha tenido cinco años para actuar y no lo ha hecho”, dijo este domingo en France Info el secretario nacional de los Ecologistas, Julien Bayou.
Ante la ausencia de consigna en el partido de Mélenchon, cuyo único llamamiento ha sido a no votar por Le Pen, los sindicatos y otros sectores de la izquierda se han sumado a las movilizaciones para alertar del peligro que representa Le Pen. Los sondeos calculan que un tercio de los votantes del izquierdista podrían ir a la ultraderechista.
En paralelo, el partido de Le Pen, que ha calificado de “estafa” los anuncios de Macron para la transformación ecológica, tuvo que defenderse este domingo de la revelación de Mediapart del resultado de la investigación en la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude por un caso de desviación de fondos públicos entre 2004 y 2017.
La Oficina habría entregado el resultado de su informe a la Fiscalía de París en marzo, donde señalan que el partido habría desviado hasta 600.000 euros.
La formación, que quiere transformar la Unión Europea en un “sociedad de naciones”, dice que es una “bomba de humo” en estas elecciones, y una injerencia de Bruselas en los asuntos franceses.
Le Pen debe centrar sus esfuerzos en los próximos días en el debate del miércoles, tras la experiencia de 2017 en la que dejó a la vista sus incoherencias y vacíos ante un público de 16,5 millones de espectadores. Aquel fue “el mayor fracaso” de su carrera, según confesó este viernes en una entrevista a un youtuber.
Por su parte, y consciente del riesgo de no movilizar lo suficiente al electorado para hacer un frente republicano a Le Pen, la estrategia de Macron en el debate será “convencer, convencer y convencer”, según dijo este domingo Christophe Castaner, el presidente del grupo de diputados macronistas.
“No va para vencer a Le Pen sino para hablar a los franceses”, añadió.