Rémi Salomon, presidente de la Comisión médica del sistema público de salud de París, ha propuesto una idea para que las familias puedan ver a sus abuelos en Navidad pero de una forma segura. Eso sí, si se lleva a cabo, la situación será como mínimo extraña.
En declaraciones a France Info, el experto ha indicado que se puede comer con el abuelo y con la abuela pero... “en habitaciones separadas, por ejemplo en la cocina”.
“Podemos ver a los abuelos en Navidad, pero no comemos con ellos. Cortamos el tronco de Navidad por la mitad. Ellos en la cocina y nosotros comemos en el comedor”, ha explicado.
Salomon ha llamado a visitar a los mayores con mascarilla, distancia de seguridad y todas las precauciones posibles pero, eso sí, no comer junto a ellos.
Todo ello porque ha avisado de que “el coronavirus es muy peligroso”, por lo que “no debemos comer con el abuelo y la abuela, aunque antes hayamos tomado precauciones”.
En su opinión, hacer una cuarentena los días antes de la visita sólo sería seguro si se ha estado aislado el tiempo suficiente, ya que “el periodo de incubación, en algunas ocasiones, roza los siete días, llegando incluso a los diez”.
Además, ha pedido a los ciudadanos que imaginen cómo sería vivir después de saber que, por una simple cena, un ser querido tan importante en nuestra vida se infecta y fallece. “Pasarles el virus a mis abuelos es lo peor que podría pasarme”, ha admitido.
Mientras, Vicente Larraga, investigador del CSIC, ha alertado en El Programa de Ana Rosa, de Telecinco, de que sólo hay una forma de poder reunirse con seguridad: “Durante los 10, 12, 14 días antes autoconfinarse, tener un contacto especial de no contaminarse, para llegar a esas reuniones con una seguridad, si no total, muy elevada de que no van a contagiar a sus seres queridos”.
El experto ha admitido que se pueden hacer test, “y da una cierta seguridad”, “pero hay que tener en cuenta que esos test tienen falsos negativos en un porcentaje importante”. “Te puedes hacer test, salir negativo e ir a una cena, juntarte con todos, abrazarte con todos y contagiar”, ha avisado.
Familiares de un fallecido por Covid. en el tanatorio Mémora de Girona, el 29 de noviembre de 2020.
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El cuerpo de un anciano víctima del coronavirus, descansa tapado con una sábana sobre una cama en un centro de mayores en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Una persona duerme en una cama a unos pocos pasos de un cadáver, envuelto en bolsas protectoras y tendido en el piso de un centro de mayores, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Con trajes de protección para evitar infecciones, dos trabajadores de una funeraria preparan el cuerpo de un anciano fallecido por COVID-19 antes de retirarlo de un centro de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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El cuerpo de una persona muerta por Covid, cubierta en su cama de un asilo de Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Con trajes de protección para evitar contagios, empleados funerarios sacan el cuerpo de una persona mayor fallecida a causa del coronavirus tras retirarlo de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Dos empleados de una funeraria retiran el cuerpo de una víctima de COVID-19 de una residencia de ancianos, en Barcelona, el 19 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Empleados de una funeraria trasladan el cuerpo de un anciano fallecido por coronavirus en una camilla tras retirarlo de una residencia de mayores, en Barcelona, el 13 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Marina Gómez, empleada de una funeraria, maneja el cadávez de una víctima del coronavirus en la morgue de su empresa, Mémora, en Barcelona, el 16 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Una empleada de funeraria, tratando un cuerpo, el 17 de noviembre de 2020 en Barcelona.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Un trabajador de una funeraria prepara un féretro de una víctima del COVID-19 antes de su incineración, en un tanatorio de la empresa Mémora, en Girona, el 19 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Un empleado del crematorio recoge las cenizas de un fallecido por covid en el tatatorio de Mémora, Girona.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS
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Familiares de un fallecido por Covid. en el tanatorio Mémora de Girona, el 29 de noviembre de 2020.
Emilio Morenatti / ASSOCIATED PRESS