La historia de Ari Behn: su separación de Marta Luisa de Noruega, su episodio como mendigo y su documental con Carmen de Mairena
El exmiembro de la Casa Real noruega se suicidó el miércoles 25 de diciembre a los 47 años.
Ari Behn y Marta Luisa de Noruega posaron juntos por última vez en junio de 2016. Fue antes de la celebración de un servicio en la catedral de Nidaros, en Trondheim, con motivo del 25º aniversario del reinado de Harald de Noruega. Dos meses después anunciaban su divorcio, aunque él nunca desaparecería de la primera línea. El escritor, que se quitó la vida este miércoles 25 de noviembre a los 47 años, siguió acaparando titulares durante los años posteriores.
Uno de los más sonados llegó en diciembre de 2017 cuando, dos meses después de que saltase el escándalo Kevin Spacey, reveló en una entrevista con la emisora noruega P4 Radio Chanel que el actor se había propasado con él en 2007.
“Tras el espectáculo [un concierto en el Oslo Spektrum] estábamos conversando, él estaba sentado junto a mí. Después de cinco minutos, me dijo: ‘Oye, salgamos a fumar un cigarrillo’, y mientras me lo decía me tocó la entrepierna por debajo de la mesa”, explicó Behn, quien no le dio mucha importancia al asunto. Ni en ese momento ni diez años después. “Fue una noche genial... Él es un actor brillante”, dijo en la entrevista que dio la vuelta al mundo.
El foco volvió a él en octubre de 2018 con la publicación de su tercer libro, Infierno, que él mismo definió como “una novela a cuadros”. La obra recoge 50 postales hechas por Behn acompañadas de breves textos autobiográficos, incluidas referencias a su divorcio de Marta Luisa de Noruega y a su difícil paso por la familia real noruega. “Puestos en lo peor, soy un payaso. Visto con más clemencia, soy una persona cualquiera y un actor. Para muchos, soy un loco”, declaró en la presentación.
Ese tercer libro llegó cuando Behn, que tras su divorcio se refugió en España, ya había rehecho su vida junto a la abogada Ebba Rysst, diez años más joven que él. La separación le debió resultar fácil a juzgar por los términos con los que hablaba de ella poco después de producirse: “Un gran cambio en mi vida. Se puede comparar con una muerte”.
Behn, que sufría depresión desde antes de separarse, reveló poco después de publicar Infierno que sufría también otra enfermedad desconocida. “Es como tener un cuchillo en el oído. Es una locura, como tener una colmena en la cabeza”, dijo en el documental Ari og halve Kongeriket (Ari y el Reino) sobre su quiste en el oído medio que le provocaba mareos temporales y podía provocarle una pérdida auditiva. Al parecer Van Gogh y Beethoven habían pasado por algo parecido.
Su penúltimo titular lo protagonizó el pasado octubre cuando posó junto al polémico chamán Durek Verret, actual pareja de Marta Luisa de Noruega. “Te amo mi hermano”, escribió éste al compartir una foto de ambos en Instagram Stories.
La separación de Marta Luisa de Noruega y Ari Behn llegó tras 14 años de matrimonio (de 2002 a 2016) y tres hijas en común (Maud Angelica, Leah Isadora y Emma Tallulah). Behn, hijo de padres separados, nunca hubiese querido que las pequeñas tuviesen que pasar por lo mismo que vivió él. “Mis padres se divorciaron cuando yo tenía 10 años y se buscaron nuevas parejas. Yo tuve que encargarme de mis hermanos, ya que mi padre desapareció. Es una situación que nunca hubiese querido que experimentaran mis hijas, pero es algo que les sucede a muchas personas”, decía en 2016.
Tres años antes había sido protagonista de una entrevista en Vanity Fair España en la que confesó sus debilidades: “La reina Sonia a veces me asesinaría. Cree que he cometido muchos errores”.
Esos errores estaban relacionados con su ocupación. Además de escritor, era tertuliano televisivo, tenía su propio vino, firmaba guiones y había hecho una vajilla con su nombre.
Otro trabajo, más polémico todavía, lo llevó a ocupar portadas de los diarios noruegos en 2010 cuando estuvo en Barcelona grabando un documental con Carmen de Mairena y Evita Clittorina.
El entonces marido de Marta Luisa de Noruega se paseó por el Raval con la transformista, que le presentó a sus amigas prostitutas, y hasta se vistió de mujer. “Soy un hombre de teatro, pensé que con un poco de maquillaje escandaloso podría quedar muy bien. Pasará mucho tiempo hasta que vuelva a travestirme”, dijo en el diario Hegnar ante la polémica levantada.
Como esas, otras. En 2013 se puso en el punto de mira al convertirse en mendigo en el barrio londinense de Islington. Su objetivo era doble: protestar contra la prensa noruega que lo acusaba de vivir como un marajá y sin dar palo al agua a costa de su mujer, y promocionar su vino (Mandala), que colocó junto al cartel ‘Soy un pobre escritor (tachado) pintor noruego. Por favor, ayúdenme’.
Hay más. En 2002, siendo todavía novio de Marta Luisa de Noruega, un vídeo grabado en Afganistán también lo puso en el punto de mira. En un encuentro con estudiantes talibanes manifestó que en occidente había muchas personas que no creen lo que “el señor Bush y los americanos dicen”: “Tenemos una opinión diferente. Y yo comparto con muchos de mis compatriotas la opinión de que ustedes, estudiantes, son buenas personas. Ustedes creen en Allah y eso es bueno para ustedes. No por ello debe deducirse que son violentos”.
La Casa Real no se pronunció pero el diario Dagbladet aseguró que tenía que haberse callado: “Debió callarse la boca. Sus declaraciones son polémicas y poco sensatas, al menos por su actual rol”.
Antes ya había sido objeto de críticas al aparecer en otro vídeo fumando un porro junto a varias prostitutas.