La Guardia Civil pierde la paciencia con sus pistolas Ramon
El cuerpo de seguridad del Estado se deshace de las armas.
Una de las polémicas que ha rodeado en los últimos meses a la Guardia Civil y más concretamente, al Ministerio del Interior, ha sido la elección de las pistolas Ramon, con el fin de renovar el armamento de la Guardia Civil.
La realidad es que la decisión se podría definir como un fiasco debido a los errores que han provocado. En un primer momento estos fallos se achacaron a unos problemas relacionados con la fabricación de una remesa, responsabilizando a la empresa israelí EMTAN.
Finalmente, la Guardia Civil se ha visto obligada a devolver las pistolas, porque ni siquiera las piezas que fueron enviadas por EMTAN para repararlas, pudieron solucionar el problema. De hecho, el fallo del Ministerio se ha hecho más evidente cuando, a la hora de renovar el armamento de la Policía Nacional, se han decantado por las pistolas Glock, austriacas.
¿Cuál ha sido el problema con estas pistolas?
El principal motivo que ha provocado esta decisión ha sido su precio. Desde el Ministerio se primó más el coste que los aspectos técnicos. Es por esto por lo que las pistolas de la Guardia Civil son considerablemente más baratas que las de la Policía Nacional.
Otro de los factores, que ya se conocían y que se presupone como una de las causas por las que estas armas no han triunfado, es que estas pistolas Ramon son una imitación de las Glock, con la diferencia de que las primeras son más baratas.
Mientras que las 9.000 pistolas de EMTAN costaron unos dos millones de euros, las 3.000 Glock 43X de la Policía Nacional han supuesto un desembolso de 1,2 millones de euros, o lo que es lo mismo, por cada Glock se pueden adquirir dos pistolas Ramon.
En último lugar, hay que destacar que la mayoría de las pistolas presentaron un problema generalizado en su sistema de extracción. Además, muchas de las Ramon comenzaban a agrietarse tras disparar tan solo 100 balas.