La gran guerra morada
El terremoto que sacude a Podemos: Errejón se alía con Carmena e Iglesias le empuja a salir
Un cumpleaños negro, negrísimo. Podemos conmemoraba este jueves su quinto aniversario. Y se ha producido lo que nadie se podría imaginar entonces: la ruptura total entre Íñigo Errejón y Pablo Iglesias.
El golpe del primero anunciando una alianza con Manuela Carmena para presentarse con Más Madrid y dejando atrás las siglas de Podemos después de esa travesía por el desierto arrinconado por la dirección nacional tras Vistalegre II. Y el líder situándolo posteriormente -sin expulsarlo- fuera del partido en un durísimo mensaje y avisando de que presentará su lista en las autonómicas de mayo. Todos en shock.
Iglesias y Errejón eran amigos íntimos, cerebros y fundadores de Podemos, el partido que vino a romper el bipartidismo en España y que sacudió todo el tablero político. Los morados cambiaron muchas cosas en este país muy rápidamente y atemorizaron a buena parte del establishment -la "casta", como ellos les llamaban-.
Pero hoy la historia es bien distinta. Podemos no logró su "asalto a los cielos", pero sí influye en el Palacio de La Moncloa gracias a ser el socio prioritario de Pedro Sánchez. A la vez vive una crisis interna sin precedentes con Madrid en el epicentro y la intención de voto lo sitúa en la cuarta posición si hubiera unas elecciones generales, a tenor de las últimas encuestas publicadas.
A la dirección nacional le ha pillado por sorpresa este movimiento de Errejón. La idea del diputado: presentarse con Más Madrid, la fórmula ideada por Manuela Carmena para desligarse de la influencia de Pablo Iglesias y evitar imposiciones en sus listas que tantos quebraderos de cabeza le han dado durante estos cuatro años en el Palacio de Cibeles. Errejón avisó a Iglesias apenas unos minutos antes de hacerse público en las redes.
Ahora ha llegado el 'errejonazo' uniéndose a esta iniciativa de cara a la Comunidad de Madrid, el refugio de este fundador de Podemos tras perder en Vistalegre II. Iglesias le buscó este reducto, con el fin de tenerlo aislado pero controlado. Un hueco para destinar a los 'errejonistas' e imponer a los suyos en el resto de instituciones.
Varias horas tardaba Iglesias en contestar. Y al final ha roto su silencio a través de un mensaje en Facebook. "Me he quedado tocado y triste", "vuelvo a sentir vergüenza", "Íñigo no es Manuela"... Un ruptura total. Eso sí, lo sitúa fuera, pero no hay ninguna expulsión formal.
Al final de la noche ha salido a responder Errejón a Iglesias en una entrevista en la Cadena Ser. Podemos es un culebrón constante. El diputado ha dicho que no hay que dramatizar y ha subrayado que él está dentro de Podemos y que es el candidato.
Errejón ha vaticinado que al final habrá una lista para el Ayuntamiento liderada por Carmena y con Podemos y otra en la comunidad conjunta en la que también estará Podemos. El diputado ha defendido que era previsible esta unión con la alcaldesa, que no era un secreto y que había expuesto sus planteamientos generales dentro del partido y en tribunas de opinión.
Dice que esto no le coloca "en absoluto fuera de Podemos". "Nadie me ha comunicado nada. Siempre he trabajado en Podemos, desde que no existía y así lo voy a seguir haciendo", ha rematado.
La travesía triste de Errejón
A Errejón se le veía triste desde Vistalegre II, sin encontrar bien su sitio, apenado por no hacer calar sus tesis políticas. Sus pensamientos iban hacia un Podemos no tan extremo como el de Iglesias, con vocación de mayoría, que tuviera una mejor sintonía con el PSOE, más institucional. No le gustaba el estilo de la "cal viva".
Unas ideas que conectan más con las de Carmena, que no tiene feeling con el líder Iglesias y que logró imponerse en el pulso interno al secretario general gracias a su fuerte ascendente y al ser la mejor opción para el Ayuntamiento de Madrid.
En el proceloso mundo morado en Madrid hay muchas familias y muchos recelos. La dirección regional está liderada por Ramón Espinar, alineado en las tesis de Iglesias. Por otro lado, hay un sector más afín a Errejón, encabezado por la portavoz municipal, Rita Maestre. Precisamente ella forma parte del grupo de seis concejales díscolos que han decidido ir con Más Madrid y no participar en las primarias de Podemos al ayuntamiento. La dirección del partido les suspendió temporalmente de militancia.
Guerra de listas
Este cisma interno llega tras unos días de mucha tensión en torno a la lista de Podemos para las autonómicas que encabeza Errejón. Las direcciones nacional y autonómica habían llegado a un acuerdo con Izquierda Unida -Iglesias y Alberto Garzón tienen mucha complicidad- para integrar a la federación en la papeleta y que Sol Sánchez (IU) fuera como 'número dos'. El sector de Errejón no reconocía este pacto y apostaba por Clara Serra para ese puesto.
Madrid, fuente constante de luchas cainitas de Podemos (y también en el resto de partidos, nadie se salva). Precisamente con este telón de fondo tuvo lugar el terremoto que provocó Carolina Bescansa cuando se filtró su plan para derrocar a Iglesias aliándose con Errejón mediante su apoyo para la Comunidad... y el posterior asalto al liderazgo. La diputada ha salido a defenderle, en un momento muy delicado para ella -casi de ocaso político- tras perder las primarias de Galicia.
Iglesias y Errejón hablaron después del anuncio, lo ha revelado el segundo. "Se lo he comunicado a Pablo en la lógica de lo que él me encargó, que sumara en la lógica de mucha gente sin sectarismos y con capacidad de llegar a acuerdos y con mucha gente una mayoría para devolver las instituciones a los madrileños y no a la mafia". "Me ha dicho que vamos a seguir hablando, y vamos a seguir hablando", ha revelado. A lo largo del día se han intercambiado algún mensaje.
El futuro es pura duda
La lucha por la Comunidad de Madrid es clave en el superdomingo del 26 de mayo -hay elecciones municipales, autonómicas y europeas-. Conseguir la Puerta del Sol es una obsesión por los grandes partidos y una batalla en la que hay protagonistas como Ángel Gabilondo (PSOE), Isabel Díaz Ayuso (PP) e Ignacio Aguado (Ciudadanos). Y, especialmente, se espera una fuerte irrupción de Vox. De hecho, en la carta firmada por Carmena y Errejón se menciona lo sucedido en Andalucía y dicen que tiene que haber un "revulsivo" en la izquierda.
En Podemos se vivió como un fuerte chasco el resultado en el sur, donde la confluencia de los morados con Izquierda Unida, bajo la marca Adelante Andalucía, se quedó en cuarta posición con 17 escaños -solo cinco más que Vox-. Esto ha provocado también muchas reflexiones. Por un lado, si la unión con IU no beneficia del todo porque sitúa en un eje muy de izquierdas o si hay que apostar por una transversalidad más al estilo de Carmena. Errejón lo ha visto claro: se puede librar así del control de las listas y se quita el lastre de las siglas.
Además, vuelve a copar todos los titulares de los medios nacionales a pesar de ser una lista autonómica. Es su ámbito nacional, le gusta pensar a lo grande, a nivel del todo país, pero no le dejó hueco Iglesias, quien un día entendió que su amigo le quiso traicionar y ya no volvió a confiar más en él. Ahora quienes mandan en el partido, detrás del secretario general, son Irene Montero -portavoz en el Congreso- y Pablo Echenique -secretario de Organización-.
Más Madrid, menos Podemos. ¿Quién ganará? ¿Estamos asistiendo al nacimiento de un nuevo partido? ¿Lo expulsarán? ¿Llegarán a un acuerdo in extremis? Todo es posible en la guerra morada.