La Eurocámara considera genocidio la hambruna sufrida por Ucrania hace 90 años
La CE acusa a Moscú de “usar de nuevo la comida como arma de guerra” al “destruir la producción agrícola ucraniana” y “poner minas” en campos de cultivo y en puertos.
El Parlamento Europeo reconoció este jueves como genocidio el Holodomor de Ucrania, una hambruna en la que murieron millones de personas tras la colectivización forzosa de tierras impuesta por la Unión Soviética hace 90 años, un suceso que, para la Eurocámara, recuerda a la guerra actual.
En la resolución, aprobada por 507 votos a favor, 12 en contra y 17 abstenciones, los eurodiputados lamentan que, casi un siglo después del Holodomor, Rusia persista “en la repetición de crímenes horribles contra el pueblo ucraniano” con la invasión militar del país desde el pasado febrero.
Un ejemplo de ello, para el Parlamento Europeo, es el actual “intento de Rusia de matar de frío al pueblo ucraniano”, mediante bombardeos que buscan, según los eurodiputados, “la destrucción selectiva de la infraestructura energética civil ucraniana durante el invierno”.
Además, en el debate de la Eurocámara sobre el reconocimiento del Holodomor como genocidio, la comisaria europea de Sanidad y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, también lamentó que Rusia esté “usando de nuevo la comida como arma de guerra”. Kyriakides acusó al Ejército ruso de “destruir la producción agrícola ucraniana” y de “poner minas” en campos de cultivo y en los puertos desde donde Ucrania, uno de los mayores productores de cereales del mundo, exporta este producto a países desfavorecidos, que ahora sufren las consecuencias de este conflicto.
“Podemos extraer muchas lecciones del Holodomor. Nos recuerda que este tipo de tragedias solo son posibles en un mundo en el que no existe el respeto a los derechos humanos, al Estado de Derecho y a los principios democráticos”, aseveró la titular de Sanidad y Seguridad Alimentaria del Ejecutivo comunitario.
Los hechos
Según la resolución aprobada por la Eurocámara, el Holodomor fue “una hambruna artificial”, provocada entre 1932 y 1933, fruto de “una política deliberada del régimen soviético” con el fin de causar un genocidio al pueblo ucraniano, “imponiéndole unas condiciones de vida encaminadas a provocar su destrucción física”.
Los cálculos más recientes de los historiadores sitúan la cifra de fallecidos en entre los tres y los 3,5 millones, solo en Ucrania, durante una hambruna que está considerada como una maniobra del líder soviético de entonces, Joseph Stalin, contra los campesinos de las regiones a lo largo de los ríos Volga, Don y Kuban.
“Las pruebas demuestran que el régimen soviético confiscó deliberadamente las cosechas de cereales y cerró las fronteras para evitar que los ucranianos escapasen del hambre”, denuncia el texto aprobado por la Eurocámara. No obstante, durante el último siglo ha habido un intenso debate entre los historiadores, que no tienen claro si usar el término “genocidio” porque el ataque fue también contra ciudadanos del norte del Cáucaso y Kazajistán, esto es, discuten si fue un ataque deliberado a una población concreta.
Los eurodiputados señalan que el “blanqueo” de la Unión Soviética y la falta de “una evaluación jurídica y moral clara por la comunidad internacional” de los crímenes cometidos durante ese período “han culminado en que la Rusia actual sea un Estado promotor del terrorismo”.
El pasado noviembre, el Parlamento Europeo declaró a Rusia como Estado promotor del terrorismo por los “ataques deliberados y las atrocidades contra la población ucraniana”, en una resolución sin carácter jurídico que instaba a los países miembros de la Unión Europea a “iniciar un completo aislamiento internacional” de Rusia.