La entrevista de Mónica Oltra que no sirvió
Sus explicaciones igual sirven ante un juzgado. Pero en la tele sonaron mal, y políticamente no son de recibo.
Hace seis meses escribí sobre Mónica Oltra y su situación, en este post muy personal que me habría gustado no escribir, la verdad, por muy variadas razones.
Anoche me puse frente a la tele con cierto desasosiego. No me gusta cómo ha acabado esta historia, también por muy variadas razones. El equipo de Salvados, que anoche emitió la entrevista en la que Mónica Oltra rompía su silencio seis meses después de su dimisión en junio, tras su imputación, persiguió durante meses a la ex vicepresidenta de la Generalitat para convencerla. No sé qué la llevó a aceptar finalmente la oferta, supongo que la seguridad de que Salvados es un espacio muy profesional, muy solvente y Gonzo, su responsable, lo mismo.
Supongo que pensó que bastaba con sentarse y dar la cara, hablarles a todos los españoles a través de Gonzo, contar la suya, insistir en su total inocencia, en la conspiración, etc. Supongo que pensó que estando ahí generaría empatía, comprensión, conmiseración…
Visto el programa de anoche, que tuvo un 5.9 de share, que son 900.000 espectadores, (en la Comunidad Valenciana fue líder, con un 11,1 y 194.000 espectadores), diría que no consiguió nada de esto. Y no lo digo por twitter, que no lo tengo como baremo, ni por esa campaña asquerosa que orquestó Cristina Seguí para lograr un patético TT con una absurda etiqueta.
Lo digo por lo que vieron mis ojos, por mi propio criterio y el de colegas cuya opinión valoro. ¿Qué vimos anoche los que detestamos los modos de Cristina Seguí y sus acólitos, pero creemos que el asunto no podía acabar de otra manera que como acabó, con la dimisión? ¿Qué vimos los que leímos el informe incólume de Teresa Gisbert sobre los acontecimientos?
¿Qué pensamos los que no deseamos la desaparición de Mónica Oltra, como todos sus enemigos políticos, sociales cuando oímos esto?:
Gonzo: ¿Compartía casa con su exmarido y durante 6 meses no se enteró de las acusaciones de una menor contra él?
Oltra: No.
Era imposible no revolverse en el sofá tras esa negativa, era imposible no pensar en esas otras mujeres mediáticas: la infanta Cristina, Ana Mato y el jaguar en el garaje, Mayte Zaldívar, la mujer del ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz, incluso Corinna, la amante de Juan Carlos I, o la reina Sofía. Todas vieron pasar delante de sus ojos cosas raras durante años, cosas que perpetraban sus maridos, cosas oscuras, delictivas, sospechosas, que ellas no percibieron. Yo siempre he querido vivir en esa ignorancia, esa paz de las idiotas. Ojalá mi marido llegara un día con las llaves de una casa frente al mar en la Costa Brava y yo tuviera el cuajo de NO preguntarle, ¿pero cariño, esto de dónde ha salido? Ojalá simplemente me hiciera la maleta con dos bañadores y pa’ la casa.
Volvamos a Salvados. Decía Gonzo que la de anoche “es una entrevista que hemos perseguido durante meses, no debe ser fácil para alguien que ha salido de la política en contra de su voluntad y con un proceso judicial abierto sentarse a responder a todas las preguntas”.
El problema es que lo que respondió fue malo, y peor aún fueron sus no respuestas.
Ni aportó ideas nuevas, ni se prestó a la autocrítica, “¿autocrítica de qué? ¿no basta con la dimisión?”, dijo, ni provocó empatía alguna entre los que estábamos deseando sentirla.
Oltra volvió a los funcionarios, a que nadie le dijo nada de la denuncia que existía en su departamento sobre los hechos, que no llegó a la dirección general o esta no le avisó, como si todo el mundo hubiera pasado por algo que fuera su exmarido el señalado. Insistió en compararlo con una muerte en un quirófano y lo que sabe o deja de saber al respecto el consejero de sanidad. No sé, a mí me sonaba todo a palabrería, muy difícil de aceptar. Sabemos de la verticalidad de las instituciones, ella mismo ha dicho siempre que estaba muy encima de la gestión de las cosas. ¿Así pues, como se les pudo pasar esto? Sus explicaciones de anoche igual sirven ante un juzgado. Pero en la tele sonaron mal, y políticamente no son de recibo, esa es la triste verdad.
Anoche, mientras veía el programa al lado de mi marido, que la conoció bien, tal y como expliqué en ese post que cito al principio, (fue secretario autonómico de Medio Ambiente durante la primera legislatura de ella como vicepresidenta) pensaba, yo entendería que cuando se enteró del supuesto abuso de su exmarido, quisiera relativizarlo. Es el padre de sus hijos, igual no midió bien la magnitud de la tragedia, igual no valoró bien, no juzgó bien, no estuvo lo suficientemente comprensiva con el suceso, con la menor, no bajó a la arena. Quizá miraba a sus dos hijos y pensaba, no, no… No sé. Cada vez entiendo más las debilidades humanas, las controversias interiores, los malos tragos que te dejan herida…
Por eso anoche me habría encantado escuchar a una Oltra más consciente de que quizá hubo algo que no hizo bien, que igual se le fue de las manos. Me habría encantado oírla decir que algo hizo mal, que quizá se equivocó, que quizá se dejó llevar por el corazón, pero que ahora lo está pagando todo, con ese no lugar político en el que vive, con su dimisión, con haber perdido quizá para siempre sus posibilidades políticas. Yo habría entendido que quizá tuvo la culpa, pero habría sido más comprensiva con la parte que pudo haber de dolo.
Todo en esta historia es triste. Y lo más triste, la vida de la joven abusada en un centro de menores de titularidad pública.