La empresa en la que se produjo la explosión de Tarragona abre una investigación interna
Los vecinos reclaman que se actualicen los protocolos de emergencia, que sean más claros y efectivos, después de que ni sonasen las sirenas
Industrias Químicas del Óxido de Etileno (IQOXE), la empresa en cuya factoría de Tarragona se registraron el martes dos violentas explosiones y un incendio que han causado tres muertos y siete heridos, ha informado de que ha abierto una investigación interna para averiguar las causas del suceso.
En un comunicado, la empresa ha anunciado también que está colaborando con los bomberos para trasvasar el producto restante del depósito afectado.
IQOXE señala en el comunicado que “lamenta profundamente el fallecimiento de tres personas a consecuencia de la explosión que se produjo ayer en su factoría de Tarragona, dos de ellas colaboradores de la compañía y un tercero vecino de Tarragona”.
Añade que la compañía se ha puesto en contacto con las familias de los dos empleados para “darles su más sentido pésame y ofrecerles todo aquello que necesiten”. “Compañeros de las víctimas y psicólogos profesionales puestos a disposición por la compañía están ayudando a los familiares en estos momentos tan duros”, afirma.
La compañía agrega que, en relación con el fallecimiento del vecino de Tarragona que murió al impactar contra su vivienda la tapa del reactor que explotó, se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento tarraconense “para ofrecer todo lo necesario tanto a los familiares como a los vecinos afectados”.
De los siete empleados heridos, actualmente solo dos permanecen hospitalizados con carácter estable dentro de la gravedad en el Hospital Universitario Vall d’Hebron, en Barcelona, mientras que los restantes cinco ya han sido dados de alta, recuerda.
Protestas de empleados y de vecinos
Justo ayer, un grupo de los 110 trabajadores de la empresa química se concentró en uno de los accesos a la instalación para protestar tras el accidente. Hace justo un mes, la plantilla hizo una huelga de un día, con amenazas de seguir con las protestas, por la “falta de seguridad” que se estaba produciendo en la planta ante “el plan de despedidos de trabajadores”, indica La Vanguardia.
Por la noche, miles de vecinos se concentraron para reclamar unos mejores mecanismos de comunicación de emergencias, más claros y efectivos, después de que no saltaran las sirenas para avisar del peligro tras la explosión de hace dos días, un hecho que la Generalitat catalana está investigando ya pero que, de inicio, achaca a que la calidad del aire no era mala pese al suceso.
Más allá de la protesta cívica, esta petición se ha formalizado a través de la Confederación de Asociaciones Vecinales de Cataluña (CONFAVC) y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Tarragona, que han emitido un comunicado conjunto reclamando que se actualicen los protocolos de emergencia en el Camp de Tarragona y que se acabe con “la impunidad empresarial en caso de negligencias”. Las dos entidades han considerado que “el proceso comunicativo” a los ciudadanos de la explosión “ha sido deficiente”.
“Es necesario que se ponga en valor a los ciudadanos, no como sujetos pasivos en estas situaciones sino como parte implicada en la comunicación y la investigación del desgraciado incidente que, una vez más, sacude nuestros barrios”, ha indicado Albert Torrent, de la junta de la CONFAVC.
Más allá de los debates en torno a las sirenas de alarma, que los vecinos han denunciado que no sonaron para alertarles, “lo que sí es seguro es que falló fue la comunicación de la empresa explicando las características de la explosión y de los productos que se habían podido liberar” a la atmósfera.
Por ello, los vecinos han reclamado que en las investigaciones a la empresa se informe abiertamente a los ciudadanos y que la administración haga un seguimiento para que estas empresas sean sancionadas, en caso de demostrarse negligencias, y “paren la actividad, acabando con la impunidad ambiental que encontramos reiteradamente hoy en día”.
También han exigido a las administraciones que “se atienda de una vez la denuncia de los movimientos ecologistas” cuando alertan de picos de contaminación producidos por determinadas empresas de la petroquímica de Tarragona, “tal y como se determinó en un informe del Laboratorio del Centro de Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Cataluña por encargo de los ayuntamientos de los municipios más expuestos.
“Vivir en un ambiente no contaminado es un derecho humano, y a los ciudadanos de Tarragona se les está violando este derecho en detrimento de los procesos industriales establecidos en la zona”, ha afirmado el presidente de la CONFAVC, Jordi Giró.