La emotiva carta de despedida de una víctima de coronavirus a su mujer y sus hijos
Su familia la encontró cuando el joven de 32 años ya había fallecido por el Covid-19.
Jonathan Coelho falleció por coronavirus el pasado miércoles, después de 28 días en el hospital. El joven, un agente de libertad condicional de 32 años, sobrevivía con un respirador que los médicos le pusieron ocho días después de su ingreso. Su estado no le impidió despedirse de su familia.
Su mujer, Katie Coelho, recibió la llamada de la enfermera para contarle que el estado de salud de Jonathan había empeorado, pero cuando llegó al hospital ya había muerto.
La pareja, que se conoció en la universidad, vivía en Connecticut (Estados Unidos), se casó hace siete años y tenía dos hijos, uno de ellos con parálisis cerebral, al que los médicos le daban una esperanza de vida de menos de un año. Por eso vivían el confinamiento con mayor temor. Ellos no pudieron despedirse de su marido ni de su padre. Pero él sí lo hizo.
“Por alguna razón dentro de mi delirio, quería sacar todas las fotos de mi marido y mis hijos de su teléfono”, ha declarado la mujer en una entrevista a la CNN. Katie encontró al llegar a casa, en la bolsa de las pertenencias de Jonathan, una carta escrita en las notas del móvil con la que les decía adiós, junto a toda la información de su seguro de vida.
“Os amo con todo mi corazón y me habéis dado la mejor vida que podría haber pedido. Tengo tanta suerte... me siento orgulloso de ser tu marido y el padre de Braedyn (2 años) y Penny (10 meses). Katie, eres la persona más maravillosa y tierna que he conocido en mi vida. Eres, sencillamente, única. No renuncies a vivir la vida con plena felicidad y con la misma pasión que me hizo enamorarme de ti. Saber que eres la mejor madre para mis hijos es lo mejor que he experimentado. Dile a Braedyn de mi parte que es mi mejor amigo y que estoy orgulloso de ser su padre por todas las cosas increíbles que hace y seguirá haciendo. Dile a Penny que es una princesa y que puede conseguir lo que quiera en la vida. Soy tan afortunado... Si conoces a alguien que te ame y ame a nuestros hijos, no te reprimas. Me encantaría que lo encontraras. ¡Sé feliz siempre!”.
“Cuando oyes hablar de personas que han muerto por coronavirus o lees sus historias intentas buscar una explicación, como ‘tenía 65 años’, ‘fumaban’ o ‘formaban parte del grupo de riesgo’, pero mi marido era un hombre sano”, ha explicado la mujer. La última vez que hablaron fue el 29 de marzo, un día antes de ser intubado. Su único consuelo es que “lo conoce tanto” que todavía puede escucharlo en su mente.