La dura lección que aprendió esta niña al tirar su estuche a la basura
"¡Qué ridículo, todo el mundo de mi clase lo tiene, ya no lo quiero!".
Haley Hassell se sintió tan impotente ante la ingratitud de su hija Presleigh que decidió acudir a las redes sociales para desahogarse.
“Aviso: largo post de madre despotricando”, advierte en Facebook Hassell. Y, a partir de ahí, comienza su historia. “Presleigh ha aprendido hoy una dura lección... He ido a tres tiendas diferentes para comprar ese estuche de LOL que veis en la basura [en una de las fotos que publica]”, escribe. La madre quería darle una sorpresa a la niña, pero esta reaccionó de una manera inesperada.
“Lo miró, lo tiró a la basura y cerró la puerta de la habitación de un portazo. Gritó: ¡Qué ridículo, todo el mundo de mi clase lo tiene, ya no lo quiero!”, recuerda la madre. “A mí me salía humo de las orejas, y me esforcé mucho por no perder los nervios”, cuenta.
“Pensé que siempre le había enseñado a ser agradecida y a saber lo afortunada que era, pero al parecer necesitaba un toque de atención”, explica la madre. “Así que antes de volverme loca con la niña, pensé y le dije: ‘Vale, entonces ya sé el estuche que vas a usar’... y volví con una bolsa de plástico de zip”, prosigue. La niña, como era de esperar, “se volvió loca”. En ese momento, el estuche que acababa de tirar le parecía una maravilla en comparación con la bolsa de plástico, pero, claro, “era demasiado tarde”, cuenta la madre.
“Le dije que sacara el estuche de LOL de la basura y que al día siguiente encontraríamos un niño que supiera apreciarlo, uno cuyos padres no tengan dinero para material escolar o alguien que ni siquiera tenga papá o mamá”, dijo a su hija. “Le expliqué que no se da cuenta de lo afortunada que es”.
“Yo habría dado lo que fuera por tener todas las cosas que tiene ella”, recuerda la madre. Y concluye: “Creo que si cambias tu percepción y eres agradecido puedes cambiar cualquier situación en la vida”.